El fenómeno OVNI tiene en los denominados «testigos de élite» a su máxima expresión en cuanto a testimonios de personas de alta cualificación que han tenido un encuentro cercano con Objetos Voladores No Identificados. Por todo ello a esos profesionales (pilotos comerciales o de combate, militares, policías, guardias civiles...) cuando se expresan sobre ello se les concede tanta importancia y credibilidad.
Lo que a continuación les voy a transcribir es una carta confidencial que tengo en mi archivo que hoy me atrevo a dar a conocer públicamente. La escribe una de esas personas cuyo testimonio es de gran importancia y su credibilidad más allá de toda duda.
Recibí esta carta manuscrita en la redacción de una de las emisoras de radio donde hago mis programas y su contenido es, cuando menos, sorprendente:
«Me dirijo a usted de mi puño y letra porque considero la manera de manifestarle mi admiración por usted y sus investigaciones en el mundo de lo paranormal. El no hacerlo mediante ordenador o correo electrónico, es porque no quiero dejar huella alguna del contenido de esta carta.
Le pido disculpa por no identificarme con mi nombre y apellidos pues mis circunstancias personales no son las mejores. Soy militar y como usted sabe, el hermetismo en todo lo referente al tema OVNI es férreo. Lo que a continuación voy a contarle, son sucesos muy recientes y los sucesos desclasificados como expedientes X por parte del Ejército son poco frecuentes y le puedo decir que los vividos por mi persona así como por compañeros de profesión son de lo más cotidiano.
Tengo muchas horas de vuelo y experiencia como piloto de combate en aviones: Mirage FI, Mirage FIII, F-18 y actualmente piloto un Eurofighter en el Ala (omitimos) del Ejército del Aire Español en la Base de Morón de la Frontera.
He vivido encuentros con naves cuya tecnología (en cuanto a velocidad de maniobra) le puedo asegurar que su procedencia no son ninguna potencia mundial conocida, así como tamaños que escapan a cualquier nave construida por el hombre.
El cielo es frecuentado a diario por bólidos, globos sonda, multitud de fenómenos atmosféricos que por la reflexión de los rayos del sol provocan infinidad de fenómenos luminosos pero que nada tienen que ver con las naves antes referidas.
Un avión como el F117 (invisible al radar) pues sus ecos no son reflejados, así como una velocidad de 995 Km/h o tamaño que es incomparable con una nave de procedencia desconocida, tampoco puede engañar a un piloto de combate de muchas horas de vuelo en su haber.
El avión que actualmente piloto como antes le comenté es un Eurofighter (Typhoon). El mejor calificativo que le define es simplemente perfección. Su igualdad, maniobrabilidad y velocidad 2.490 Km/h (2,4 match), al lado de naves que he perseguido durante vuelos de interceptación, me han hecho sentir que nada podía hacer contra ellas pues ni de lejos podía acercarme a ellas.
He visto naves de diferentes estructuras metálicas (cilíndrica, oval y en forma de trapecio), lo que más me sorprendía es que pese a darte pasadas a una velocidad descomunal a los lados del avión o bien delante, no emitían ningún tipo de ruido. He visto desarrollar maniobras impensables y que ningún avión puede realizar así como desaceleraciones que cualquier avión haría que entrara en barrena (caída en picado). En cuanto a la luminosidad que estas naves emiten, le puedo asegurar que no he visto una intensidad y potencial tan grande en toda mi vida.
A continuación paso a informarle de dos sucesos que he vivido muy recientemente (ambos de noche), referente a alertas de objetos no identificados y que invadieron el espacio aéreo andaluz, afectando por ello a la seguridad del tráfico aéreo.
El primero ocurrió la madrugada del día 29 de enero de 2012 a las 3:40 GTM. El radar de control de seguridad civil dio aviso al oficial del radar militar de vuelo que hacía guardia en ese momento. Aviones que hacían rutas comerciales esa noche sobre la zona del Estrecho observaban luces que aparecían delante de ellos en trayectoria de impacto y que a continuación desaparecían para volver a aparecer, todo esto, sin que reflejaran ecos en el radar de posicionamiento.
El radar civil, al no tener constancia de más vuelos por esta zona salvo las que conocían sus controladores, pidió seguridad para el espacio aéreo referido y despegamos dos Eurofighter de la Base de Morón de la Frontera.
Divisamos en dirección sur-este una formación de luces que volaban a una altura superior a los 3.500 pies e iniciamos maniobra de persecución. Justo en la vertical de la Ensenada de Barbate (Cádiz), toda la formación de luces (nueve en total) se precipitaron en caída sobre el mar en clara maniobra de ocultación. Desde la altura que cayeron unos 5.000 pies y la velocidad de impacto contra la superficie del mar no existe ningún tipo de fuselaje que pudiera resistirlo, pero allí no pasó absolutamente nada, no hubo explosión alguna y lo que fuera aquello eligió el mar para ocultarse.
La madrugada del día 8 de febrero de 2012 hubo dos alertas. La primera, a las 2:20 GTM; y la segunda, a las 4:00 GTM. La Base Aérea de Gando (Gran Canaria) detectaba en su zona de exclusión aérea ecos que aparecían y desaparecían «sin más, literalmente jugando con el radar militar». Los Mirage FIII que protegen aquella zona no encontraban nada que pudiera provocar tales ecos ni tenían contacto de ningún tipo con nada que no fueran rutas de tránsito rutinarias.
A las 2:20 GTM suena la primera alerta y me vuelvo a ver de lleno metido en otro «fregao OVNI», noche tremendamente fría pero preciosa, tras varios vuelos con dirección sur-oeste, sobrevolando el litoral de la costa onubense, variamos rumbo noroeste (Sierra de Huelva y Sierra Norte de Sevilla) todo ese cuadrante que suele ser muy «caliente» en cuanto a encuentros OVNI, allí no había nada y volvemos a tomar rumbo de vuelta.
A las 4:00 GTM con dos grados bajo cero en las pistas, vuelve la alarma, esta vez la «cosa está clara», algo hay oculto sobre las verticales de los embalses situados en las poblaciones de Aznalcóllar y Gerena. El primero, el Embalse del Agrio; y el segundo, del Esparragal. Aviso de una población cercana a la Guardia Civil de Las Pajanosas dicen haber visto algo extraño en los cielos. Volvemos a realizar otro despegue (las 24 horas del día siempre hay dos cazas que en menos de tres minutos están en el aire) y tomamos rumbo hacia la zona marcada.
NOTA: Puedo marcar verticales pero no coordenadas exactas por motivos de seguridad militar.
Y cuando llego allí me encuentro con dos naves inmensas ocultas en una extraña niebla que siguen ruta norte. Los sistemas de control, comunicación, control de armamento, eyección, radares de posicionamiento y todo, todo falla, el avión que piloto pasa a una velocidad de desaceleración que me hace sentir un miedo enorme a poder entrar en barrena (caída en picado), en breves segundos todo vuelve a la normalidad y las dos naves «inmensas» que tengo delante del morro del avión desaparecen junto con la niebla que las envolvía.
Mi otro compañero es un oficial de otra graduación a la mía y recién salido de la Academia de San Javier (Murcia) la criatura; es su bautismo de fuego en cuanto a este tipo de encuentro y la verdad es que a todos la primera vez nos marca, pero después te acostumbras y lo ves como algo cotidiano.
Querido José Manuel, si esta gente quisiera hacernos algo, nada podríamos hacer contra ellos, nos machacarían antes de movernos.
Le puedo asegurar que todo lo que le digo es cierto, usted es libre de actuar como quiera y de creerlo o no, nuestro trabajo en este sentido es ver, ir y callar».
El documento es tan impresionante como esclarecedor en cuanto al fenómeno OVNI y lo que narra a través del mismo que, debidamente contrastado, demuestra su credibilidad.
En torno a todo ello tuve una reciente entrevista sobre el fenómeno OVNI debido a mi obra OVNIs en Andalucía (Editorial Almuzara), en el que se analizaba el fenómeno de los No Identificados en nuestra tierra.
–¿Es Andalucía tierra de OVNIs?
–Sin duda alguna, Andalucía en una tierra que aglutina una gran cantidad de casos OVNIs. En este libro hay más de cien pero son muchos más los que he tenido que dejar fuera, por una cuestión práctica editorial, y son muchas las evidencias del fenómeno OVNI en nuestra tierra. Fíjate que se decía que por Andalucía pasaban las ortotenias, que eran una especie de «autopista» de los No Identificados, la posición entre el Atlántico y el Mediterráneo, la riqueza histórica y arqueológica, todo creo que influye... Sea lo que sean los OVNIs. Sí es tierra rica en encuentros OVNI en sus diferentes fases.
–¿Qué es eso de las diferentes fases?
–Bueno, es la clasificación que se les da, hay mucho escrito sobre ello pero bueno, en cualquier libro o web están tipificados:
Encuentro en la primera fase: ver ovni.
Es observar uno o más objetos voladores no identificados en el cielo con diferentes formas tales como los denominados «platillos» o discos voladores, luces extrañas, objetos aéreos que parecen ser demasiado avanzados para ser de un origen o tecnología humana.
Encuentro en la segunda fase: ver ovni y que produzca una evidencia física.
Sería observar un OVNI y la evidencia física de su aterrizaje en un sitio, bien sea marcas de calor o radiación, daños al terreno o a la vegetación (crop circles), animales asustados, parálisis humana, interferencia en los motores (de automóviles, por ejemplo) o a la recepción de las ondas hertzianas provenientes de transmisiones radiales o de televisión abierta. Aquí, incluso, el testigo puede llegar a experimentar una pérdida de tiempo o desorientación.
Encuentro en la tercera fase: ver ovni y a seres extraños.
Ya no sólo sería ver un OVNI sino también a entidades biológicas, bien dentro del OVNI o fuera del mismo.
–¿Y hay una cuarta y una quinta fase?
–Sí, claro, son relativamente recientes, décadas atrás.
Encuentro en la cuarta fase: entrar al ovni.
Habría dos tipos de encuentro o experiencia: la primera sería el secuestro o abducción de un ser humano por parte de supuestos seres extraterrestres. La segunda es cuando una persona voluntariamente entra en un OVNI.
Encuentro en la quinta fase: comunicación telepática.
Fue ideada por Steven M. Greer, del grupo CSETI, involucra el contacto telepático consciente y voluntario con supuestas entidades biológicas extraterrestres. Este es el caso de los contactados.
–¿Alguna vez has visto un OVNI?
–Bueno, un matiz: he visto cosas en el cielo que inicialmente no sabía lo que eran y que se pueden denominar, por definición, como un OVNI. Luego tenemos observaciones de cosas que no sabemos lo que son y que se mantienen dentro del misterio. Pero un OVNI como una presunta «nave extraterrestre», pues la verdad es que no; y si la he visto no he sido consciente de lo que era, ten en cuenta que jamás nadie podrá afirmar algo así con total rotundidad.
–¿Crees en extraterrestres?
–Creo que no somos una excepción en el Universo y que, en algún sitio, debe haber planetas habitados con seres menos, tan o más inteligentes que nosotros. Otra cosa es pensar que nos puedan visitar para no manifestarse o hacerlo a un labriego en medio de un campo... Eso es lo absurdo del fenómeno OVNI, lo más inteligente es hacerlo ante un dirigente de una gran potencia o hacerlo en medio de un partido de fútbol y que no deje lugar a las dudas, pero no... Eso no lo tenemos y todo es un terreno especulativo.
–¿Qué destacarías de cada provincia?
–Pues por provincias te diría, por ejemplo, en tierras granadinas como el que ocurrió en plena Guerra Civil en el Peñón de la Mata; en Almería el que ocurrió en el Mar de Alborán con unas de las desapariciones de aviones más extrañas de todos los tiempos o avistamientos OVNIs altamente inusuales. En Sevilla le ocurrió a un comercial, Adrián Sánchez, en El Castillo de las Guardas cuando fue perseguido kilómetros, en su automóvil, por un extraño Objeto Volador No Identificado. De Córdoba me quedo con el ocurrido al señor Mora en su finca cuando observó un extraño artefacto aterrizar en su finca, del cual salieron unos extraños seres. De Málaga con el que sucedió en Fuengirola con un presunto humanoide y en tierras onubenses como el que le ocurrió al famoso rejoneador Rafael Peralta. Finalmente, Jaén, la capital del Santo Reino, en tierras jienenses como el que le ocurrió a Dionisio Dávila en un lugar del que, de su encuentro, le quedó una misteriosa piedra grabada con los signos «I O I».
–¿Está estancado el fenómeno OVNI?
–No, ni mucho menos, el fenómeno OVNI ha evolucionado y se ha abierto en frentes como el de las abducciones, encuentros telepáticos, trans-ufología y mucho más, sólo hay que saber buscar para darse cuenta de la riqueza que atesora.
Pero esto es sólo una pequeña parte de lo que podemos encontrar en torno al fenómeno más apasionante del siglo XX, donde muchos archivos militares guardan las pruebas de encuentros inexplicables que arrojan luz sobre el fenómeno OVNIs.