Cuando se investigan y divulgan casos presuntamente paranormales todo puede parecer “muy bonito” donde los casos son reales y donde lo imposible se manifiesta ante el investigador, sin embargo la realidad es bien diferente y sólo muy pocos casos se libran de una criba donde fraudes voluntarios o involuntarios protagonizan un buen número de los mismos.
La fenomenología que abarca este tipo de fraudes es amplia, desde las casas encantadas al fenómeno OVNI pasando por falsos casos de videncia e, incluso, apariciones marianas y todo el espectro que nos dejamos en medio y que alcanza toda materia susceptible de poder lograr metas tales para el que perpetra el fraude como reconocimiento, dinero, popularidad... Pero revisemos algunos de ellos y que nos sirvan de ejemplo.
En el fenómeno de los supuestos contactados tampoco falta nuestra correspondiente ración fraudulenta. En éste caso se debe analizar psicológicamente al testigo y entrevistarlo repetidamente para comprobar la solidez del supuesto mensaje ajeno a nuestra Tierra y a veces nos encontramos con algunas curiosidades.
En el caso de Encarnación X tuvimos una buena muestra de fraude sin mala fe. Encarnación X comenzó a adquirir cierta notoriedad en Sevilla y en una conocida barriada de la misma ciudad tras predecir acontecimientos que sucederían posteriormente. Se levantaba gritando cualquier tragedia de madrugada y ponía en guardia a todos los vecinos del bloque donde habita.
Tras investigar el caso descubrimos una mojada realidad: Encarnación X solía despertar junto con su marido sobre las 5´00 de la madrugada para despedirlo cuando éste iba al trabajo. Cuando su marido se marchaba Encarnación gustaba de “mojarse los labios” en una copita de ginebra, lo malo del tema es que la copita suponía media botella... Mientras tenía en la radio sintonizada Radio Nacional de España Noticias (RNE) y su estado ebrio le hacía recibir esa información en un estado de semi-inconsciencia (como si se tratasen de mensajes subliminares si se me permite el símil). El escuchar cualquier tragedia recobraba un poco el sentido y se ponía a gritar por la terraza el mensaje recibido de una supuesta entidad (para ella) que no era más que la radio retransmitiendo las noticias más rabiosamente actuales..., el resto lo harían los propios vecinos al atribuirle cualidades que ésta señora creyó que realmente poseía y la propia forma de ser de esta región del Sur de nuestro país.
Otro caso de supuesto contactado fue el don Manuel Flores. Don Manuel decía haber sido testigo de la salida de las aguas del Guadalquivir, a la altura de la localidad sevillana de Coria del Rio, de una nave circular con el anagrama de “UMMO” en su panza o parte inferior. Afirmaba haber sido visitado, para silenciarlo, por el ejército español y norteamericano y de haber colaborado en la realización del “Libro Azul” (!).
Aparte de todo ello decía recibir frecuentes comunicaciones de los “extraterrestres” y poseer ciertas dotes clarividentes. Pero la verdad de éste penoso caso era el desequilibrio mental del testigo y las enormes ganas de popularidad del mismo. Fue lamentable. Como a Don Quijote los libros de caballería, a Don Manuel se le habían ido a la cabeza demasiadas historias de extraterrestres haciéndose difícil separar la realidad de la ficción...
Los mensajes del “vidente” nazareno Carlos Jesús no dejan de ser curiosos. Éste señor alcanzó cierta cómica popularidad en un programa que presentaba Alfonso Arús en Antena 3 TV y en el que hacían una parodia del fútbol español y de cualquier persona o cosa objeto de sus bromas. En él aparecía Carlos Jesús que decía recibir mensajes de Raticulín y Ganímides de una entidad llamada Micael...
Ésta entidad se introducía en su cuerpo y se transfiguraba en él dando paso a comunicar su “importante” mensaje. Aparte de ello, nuestro amigo ganimidiano dotó a nuestro particular vidente-iluminado-sanador-contactado del poder de curar y sanar a las personas con sus manos de forma gratuita pero... Se aceptaba la voluntad.
Éste señor decía poseer todos estos poderes desde que un día vio una gran luz y se le comunicó que tenía esos poderes. Investigando el caso pude comprobar como las transfiguraciones de Carlos Jesús más que dudosas, así también me lo hicieron ver otros investigadores de la localidad nazarena. Éste buen hombre se ponía las manos en la cara y decía: “¡Uf, uf,ahora soy Micael!” y se quitaba las manos de la cara dejando ver una expresión relajada-sonriente que no decía y hacía ver críticamente ninguna transfiguración. Sus sanaciones eran inexistentes y la luz que vio en su día fue un accidente más terrenal que divino. No obstante son muchos los que aún visitan y creen en el vidente de Dos Hermanas.
También hemos tenido la oportunidad de explorar “in situ” supuestas huellas de naves extraterrestres en los campos sevillanos. Huellas que aún permanecían en la seca y necesitada tierra de los cultivos andaluces. En la localidad de Marchena tuvimos la ocasión de comprobar como en la tierra se había dejado un supuesto OVNI cuatro marcas circulares de un diámetro de unos 25 centímetros.
Lástima que investigando y analizando tales huellas comprobáramos la ausencia de restos metálicos, alteraciones magnéticas, chamuscamiento del terreno, etc... A la conclusión que se llegó es que tales huellas habían sido provocadas por un objeto doméstico (se usó el mismo para realizar las cuatro marcas) imprimiéndolo contra el terreno. Poseía una pequeña muesca perceptible en las cuatro marcas y mostraba claramente el origen fraudulento de las mismas.
Luces nocturnas se ven muchas, y fenómenos dados a confundirse con la realidad ufológica son igualmente cuantiosos, pero la voluntariedad de un acto de fraude insta al investigador a evaluar más seriamente todas aquellas pruebas y relatos sobre experiencias ufológicas o paranormales de las que son conocedores.
Los casos de fantasmas o poltergeist son igualmente interesantes e igualmente dados a la realización de un fraude.
En una conocida calle sevillana muy cerca de la popular Alfalfa se alza un viejo edificio de tétrico aspecto. En éste edificio vivían diferentes vecinos aterrados por la presencia de fantasmas en el piso que cierra planta. Ruidos extraños, cadenas que se arrastran, gemidos, extrañas luces, chillidos, historias de asesinatos y demás...Todo era un interesante caso que no dejaba de recordarme el de los “Fantasmas del Cine Fantasio” ya investigados por mi persona hace unos años.
Cuando pasé la noche con todo el equipo de grabación e investigación en un piso vecino al originario de tales ruidos y extraños fenómenos no encontré nada que me pareciera proveniente de otros mundos y si más cercanos al nuestro, sobre todo cuando interrogando a los propietarios del inmueble me afirmaban no escuchar nada cuando el resto de sus vecinos se alarmaban. Esto no encajaba. Haciendo mis averiguaciones descubrí que estos eran los dueños del edificio y que sus vecinos habitaban el mismo en un régimen de alquiler vitalicio o algo similar, pero con los derechos para sus legítimos propietarios. No quise seguir la teoría y me lancé de nuevo a la investigación de campo en pro de resolver del extraño enigmas de tan “encantado” edificio sevillano.
Las grabaciones realizadas durante toda la noche fueron muy útiles y en una comparativa del sonograma del espectro de voz indicaron que se trataban de las mismas voces humanas, algunas recordaban a la de los propietarios entrevistados días antes. Todo resultó bastante sencillo y cuando se le comentó el resultado a los mismos casi se les cae el techo encima de la impresión y con las pruebas impresas en las manos. Por supuesto lo negaban todo pero era demasiado evidente. Al final medio confesaron que ellos lo que realmente querían era desalojar “voluntariamente” el edificio para venderlo a una conocida inmobiliaria que pagaba muy bien los metros cuadrados del inmueble y es que ¡hay gente para todo!
En ocasiones nos podemos encontrar situaciones límites que más producto de lo paranormal suelen ser producto de la sugestión y el miedo a lo paranormal (valga el juego de palabras).
No se puede considerar un fraude, sólo un error de percepción, un error que puede llegar a inducir que se está ante un fenómeno inexplicado.
Eso es lo que le sucedió a una familia en la sevillana barriada de Villegas. Allí comenzó todo una noche en la que una de las tres hijas que tiene el matrimonio (de 12, 15 y 19 años) se levantó de madrugada a beber agua, medio adormilada encaró el pasillo que conduce a la cocina y pudo ver, al final del mismo, una cara que “la miraba”. La veía en la oscuridad, de forma tenue brillaba.
La chica, espantada, entró en la habitación de sus padres -de fuertes convicciones religiosas- y contó lo que había visto. El padre, temeroso, se levantó y pidió a su esposa y su hija que rezaran hasta quedarse dormidos.
A la mañana siguiente, la hija mayor ya se había marchado al trabajo, la mujer, la madre se levantó con miedo. A llegar al pasillo no había nada. Respiró aliviada creyendo que todo podía haber sido imaginaciones de su hija pequeña y su marido. Él juraba que lo que había visto era real y su hija coincidía con lo que el padre afirmaba.
Decidieron no decir nada al resto de integrantes de la familia. Al caer la noche nuevamente se produciría el evento “paranormal”. La chica volvió a levantarse y vio aquella cara al final del pasillo. Esta vez no quiso llamar a sus padres y lo contó a su hermana de 15 años. Ésta se levantó y al ver la cara salió corriendo a la cama y se tapó la cabeza.
El clima de tensión iba en aumento y decidieron llamar a los investigadores de lo extraño en Sevilla. Lo primero que se hizo es entrevistar a todos y cada uno de los testigos que había visto aquella cara. Curiosamente las dos últimas noches, coincidiendo con el fin de semana, no se había visto nada.
La mayor de 19 años no había visto nada pero el resto de la familia parecía coincidir: era la cara evanescente de alguien que desde el final del pasillo los miraba, sólo se distinguían algunos rasgos, pero era evidente que lo que estaban viendo era algo real.
Así las cosas se les pidió a la familia que conviviera unas noches con un equipo de investigadores que tratarían de no interferir en el discurrir normal que tenían. Al caer la noche se ocupó una salita contigua desde la que hacer mediciones, pruebas de psicofonías y repasar la historia del lugar.
Sobre las 2:00 de la madrugada llegó la hija mayor. A las 2:38 de la madrugada una voz resonó: “ahí está”, alertándonos de la presencia de la cara misteriosa. Lo primero que hizo el equipo fue asomarse y comprobar cómo, realmente, algo había al final del pasillo. Y lo más sencillo fue encender la luz...¡Sorpresa!
Realmente descubrimos al fantasma: se trataba del estampado en fluorescente de la camiseta de la hija mayor. De estar con ella puesta y recibir la luz se “carga” y brilla en la oscuridad durante un tiempo limitado para ir perdiendo intensidad. Al llegar a casa dejaba la misma en una silla, extendida sobre el respaldo de una silla para que no se arrugara. Al salir de la habitación, en el pasillo, lo que se veía era la cara fluorescente en la camiseta y daba lugar al equívoco.
Lo más sencillo, y lógico, hubiera sido encender la luz pero el miedo atenazó a aquella familia que dio por sentado que había un “fantasma” en su casa. Un error, sugestión y miedo que mantuvo en vela a la familia durante algunas noches y que aprenderán a que no es fantasma todo lo que se aparece.
Son sólo algunos casos que sirven de muestra para ilustra que el mundo de la investigación paranormal a veces no es lo que parece y que un caso bueno sale cada cientos malos. Fraudes, errores de percepción, miedo, sugestión y mil motivaciones, desde el contemplar este tipo de fenómenos como una posibilidad para lograr ingresos extras hasta una vía para salir en medios de comunicación y tener cierta popularidad. Es donde el investigador de este tipo de casos debe saber separar el grano de la paja sabiendo que hay más casos de los unos que de los otros y que lo paranormal es un “raya en el agua” donde mucho es el esfuerzo y pocas son las recompensas más allá de la pasión por un tema llamado Misterio.