La aventura del misterio

Geografía mágica y misteriosa de Sevilla

02 jun 2019 / 08:25 h - Actualizado: 02 jun 2019 / 08:25 h.
"La aventura del misterio"
  • Geografía mágica y misteriosa de Sevilla

Alcalá de Guadaíra es otro de esos lugares donde encontramos muchos puntos que desprenden y del que brota mucha de esa energía natural de Gaia... Crisol de culturas fue fundada en la época de los Turdetanos, en un lejano pasado por sus calles pasaron griegos, los romanos y los árabes, hasta que en 1248, como en tantos pueblos de esta tierra, el rey santo -Fernando III- tomó la ciudad. Entre sus lugares destacados encontramos su evocador castillo y la llamada “Sima del Castillo”. Un lugar que da miedo... Es un lugar excavado en la roca, se cree que se trata de un depósito de agua del castillo... pero parece no tener fondo, se pierde en una caída eterna... para unos se trataría del inicio de una red de túneles para otros un pozo de abastecimiento de agua para épocas de guerra ante asedios invasores. Hoy día se cree que escondería algún tesoro, podrá ser el refugio de los antiguos druidas o indicarnos que tras su construcción este misterio esconde algo más...

Pero entre sus lugares más destacados, más revitalizadores, se encuentra la llamada “Mesa de Gandul”, en Alcalá de Guadaíra, encuadrado dentro del Yacimiento de Gandul, uno de los más importantes de la provincia de Sevilla. Se trata de un yacimiento muy amplio que se fecha en el Paleolítico y que encontramos entre Mairena del Alcor y Gandul. De importancia son sus restos romanos que nos indicarían la presencia de un anfiteatro en una vaguada y de una cantera. El despoblado de Gandul conserva una ermita mudéjar, una docena de casas, un una torre medieval y un palacio renacentista usado por la marquesa los fines de semana.

Los monumentos megalíticos están muy extendidos por la provincia, se calculan en más de 90 dólmenes los que encontramos siendo el de Gandul uno de los más importantes junto con el de Valencina de la Concepción. Expertos en esta materia como los profesores Amores y Temiño indica la curiosa distribución al poblar la comarca de forma estable desde el Calcolítico hasta la Edad Media, teniendo como puntales las localidades, o asentamientos, de Gandul, Carmona y Cerro de San Pedro,) curiosamente próximos y alineados en la llamada cornisa de los Alcores.

Su riqueza arqueológica la encontramos en sus túmulos funerarios, igualmente alineados con otros de la comarca. También la mesa de Gandul indica la sucesiva construcción sobre ella de edificaciones y asentamientos, a raíz todo ello de los estratos estudiados de su subsuelo. En estos estratos es posible encontrar restos de edades tan tardías como del Calcolítico, el Bronce Final, restos tartésicos e íberos. Los restos romanos comienzan a aparecer en una datación que nos llevarían hacía finales del tercer milenio a. C., encontrándose ya vestigios de viviendas con base de piedra dispuesta entorno a un hogar, y unos más que curiosos ídolos calcolóticos cuya característica principal es estar dotados de grandes ojos análogo a los encontrados en el "tholos" de Las Canteras.

Hemos de destacar el columbario que fue sorpresivamente descubierto Víctor Hurtado y por Fernando Amores en 1982. Una construcción del siglo I, de estructura turriforme cilíndrico muy tradicional. Tiene unas dimensiones 8,20 metros de diámetro y está formada por sillares en cuña en torno una fosa circular excavada a la que se accede por una escalera de acceso y dos hileras de nichos de los que aún se conservan más de media docena de ellos. En torno a este columbario tenemos una serie de tumbas anexas, muy al estilo de lo que podemos encontrar en los dólmenes de la provincia.

La zona conocida como “Cuevas de El Vaquero” fue hallada en la década de los años 40 por el matrimonio Lainer. De suma espectacularidad –para los amantes de este tipo de construcciones en su marco histórico- destaca el pasillo forrado de lajas de pizarra con forma trapezoidal que desemboca en una cámara circular con otra más pequeña anexa a ella. Posiblemente el revestimiento de pizarra de debe a algún ritual mágico o a un culto devocional, todo ello derivado de que los ídolos encontrados o sus representaciones se hallan realizados igualmente en pizarra.

El “Tholos de las Canteras” fue ampliamente estudiado y excavado por Víctor Hurtado y Fernando Amores en 1982. Está formado por una cámara circular de unas dimensiones cercanas a los 2 metros de diámetro, está recubierto con lajas de pizarra su pasillo y su techo. Una pequeña escalera nos facilita el acceso a su interior encontrándonos con el pasillos y dos accesos más, uno de ellos con la entrada del pasillo y el otro con entrada a la cámara. Un monumento al Saber megalítico que esconde mucho más de lo que podemos ver o simplemente intuir.

La zona del Yacimiento de Gandul también recibe el nombre de “La Ciudad Perdida de Gandul”. Para mucho era sólo mitología, pero los últimos descubrimientos arqueológicos nos dicen que una de una antigua civilización se asentó en la vieja tierra de Alcalá de Guadaíra.

Le recomendamos visitar Almadén de la Plata, esta localidad conserva en su pedigrí dentro del megalitismo rezumando el sabor añejo del neolítico. Para los amantes de la arqueología, pueden visitar aquí una Necrópolis de la edad del bronce llamada “La Traviesa” que nos vamos a permitir enseñarles...

Ubicada junto a la ribera Cala, está considerado como Necropolis-Museo del Bronce "La Traviesa", es de especial interés debido a que se puede visitar el poblado y la necrópolis, ambos de las edades del Cobre y del Bronce, distante entre si apenas 1 kilómetro. La necrópolis cuenta con 26 enterramientos, uno de los mayores del suroeste peninsular. En la necrópolis destaca el enterramiento del líder de la comunidad donde podremos encontrar diferentes enseres tales como una alabarda dé bronce y otros recipientes.

En Almadén de la Plata también les recomendamos visitar el llamado Cerro de los Covachos, dedicado a la extracción del mármol en sus canteras. Destaca su laberinto de 520 metros, llegaremos a él atravesando parte del Camino Mozárabe de Santiago.

Una vez en la cueva encontraremos los vestigios del hombre primitivo a través de los restos arqueológicos la época Calcolítica (3.000 a.C.), del Neolítico reciente (6.000 a.C.), hasta llegar a el Bajo Imperio Romano (S.IV-V d.C.). La riqueza decorativa es altísima, hallaremos más de 150 puntos de arte rupestre y, según la Sociedad Espeleologíca Geos, podremos hallar “grabados con dominio de líneas y retículas, y pinturas esquemáticas con puntos de color rojo y trazos en negro”.

En Almadén de la Plata destaca el observatorio de Sevilla que tiene en la limpieza celeste, y la poca contaminación luminosa, de la zona tiene su ubicación oficial. Es sin duda uno de los grandes lugares de Sevilla, y también de los más desconocidos.

La siguiente parada se la proponemos en la localidad de El Ronquillo, que se encuentra a 43 kilómetros de la capital hispalense, en plena “Ruta de la Plata” y de claras, y evocadoras, reminiscencias templarias. Allí podremos asistir a un ceremonioso ritual que se celebra la “Noche de San Juan”, noche de brujas, de una manera ancestral, en dicho ritual se unen el embolismo y la naturaleza, tal como lo hicieron sus antepasados conocedores de las leyendas y tradiciones que nos unen a la Madre Tierra, la misma Madre Tierra de los estudios geobiológicos.

La Luisiana está separada de Sevilla por 69 kilómetros de distancia mediando la misma Historia entre ellos. Es Carlos III quien mandó traer a gentes de Alemania para colonizar esta localidad en un proyecto que ocupaba toda la Sierra Morena. Existen unos baños romanos de importancia para visitar, ya que sus aguas tienes fama de curativas.

Del periodo paleolítico y Neolítico, ubicados entre la época del Bronce y la Tartésica encontramos numerosas piezas en la zona, piezas que nos habla de un pasado ligado a la civilización tartésica. Del período Íbero-Tartésico tenemos piezas pequeñas pero relativamente abundantes, que dan idea de aglomeración rural en la época. Del período romano encontramos más de una treintena de yacimientos registrados indicándonos una gran importancia económica la de La Luisiana. Esta importancia económica se derivaba de las explotaciones de uso agrícola, dedicadas al cultivo y producción de aceite de oliva, el llamado “Granero de Roma” seguía teniendo una gran importancia para el Imperio, además estaba ubicada cerca de la "Vía Augusta" y próxima a las colonias romanas de Obúlcula (La Monclova) y Astigi (Écija). Aún se conservan los "Baños Romanos" de La Luisiana, la estela funeraria de "Rústica Caccosa" y el miliario de Constantino el Grande, que pueden contemplar (y admirar) en el Museo Arqueológico de Sevilla.


Morón de la Frontera está a 65 kilómetros de Sevilla, su origen como asentamiento se remonta a la época del Calcolítico, en esta bella localidad sevillana encontramos nuevamente las huellas del pasado más remoto, más olvidado...las huellas de los lugares cargados por la energía de Gaia y que estos habitantes del planeta Tierra parecen haber olvidado. Sus dólmenes son visitables y sin duda componen un lugar de Poder. Se les llaman “Dólmenes del Hoyo Gigante”.

Estos dólmenes son especialmente significativos ya que demuestran el activo pasado calcolítico de la zona. Se encuadran dentro del Paleolítico Medio (cerro de Santiesteban), y la “joya de la corona” la componen los restos hallados en los dólmenes de la Morona (Hoyo del Gigante), Armijo, Las encarnaciones. Igualmente importantes son los ídolos íberos factura ibérica encontrados en el Lucurgentum, hoy en las cercanías de la Base Aérea de dicha localidad. Igualmente encontramos restos de la cultura romana, visigoda y musulmana.

Más adelante, por esta misma carretera de Morón que nos llevaría irremediablemente a ese gran Lugar de Poder que es la malagueña Antequera nos encontramos con la localidad de Osuna, es otro de esos pueblos con una historia y un especial encanto. Su pasado se remonta al año 1000 antes de Cristo. Turdetanos y romanos la hicieron grande, convirtiéndola en una gran ciudad museo. Debe visitar su Museo Arqueológico, y deténgase a admirar las reproducciones de “Las Tablas de Osuna” o el “Toro de Osuna”, datados del siglo V a.C. Pero es sin dudas la necrópolis de las Cuevas la que centra nuestra atención y tiene un interesante bagaje en la muestra de su pasado turdetano.

La riqueza del yacimiento de las Cuevas reside en ser de los pocos que se conservan teniendo sus enterramientos agrupados en cuevas artificiales. Igualmente se han conservado restos pictóricos datados entre el siglo I y II d.C. En estos enterramientos destaca sobre todo las prácticas funerarias, varios enterramientos siguen el rito de la inhumación, y se tiene la sospecha que se practicó la cremación. El yacimiento de las Cuevas es parte del Legado Andalusí, Artealia, Caminos de Pasión y Ruta del Flamenco.

Si tiene la ocasión no deje de visitar la “Petra” de Osuna, un monumento excavado en la roca que nos recuerda indefectiblemente a la ciudad nabatea de Jordania. Su nombre: el Coto de las Canteras.


Más allá de Morón de la Frontera y Osuna está la localidad de Pedrera, casi en los límites de la provincia, a unos 120 kilómetros de Sevilla. Conocidas, y célebres, son las apariciones de la No-Virgen de la Bola; pero tiene Pedrera un lugar mágico, un lugar mágico y revitalizante: el Arroyo del Búho, cuyas aguas tienen el poder y la energía, gozando de propiedades curativas muy recomendables para la salud humana y las afecciones de la piel.


Si subimos a la Sierra Norte sevillana hemos de hacer parada en San Nicolás del Puerto, no tiene pérdida ya que su puente de piedra romano sobre el río Galindón le guiará. En verano una compuerta retiene el agua y crea artificialmente una zona de baño pública que se denomina “La Playa de San Nicolás” de la cual hemos disfrutado en numerosas ocasiones. En San Nicolás del Puerto hemos de buscar la “Cuevas de los Tobales” –en el curso del Hueznar- que destaca por estar bellamente “adornado” –naturalmente- de estalactitas y estalagmitas, es un lugar de corrientes telúricas que harán las delicias de los amantes de las cuevas y cuya energía nos renueva.


En las proximidades de Sevilla está la siempre bella localidad de Utrera, a 33 kilómetros, en ella todas las culturas se detuvieron y de todas tenemos vestigios. Contemple en ella su Madonna del siglo XVI que dicen de factura del propio Leonardo Da Vinci. Pero busquemos sus lugares de poder y busquemos su necrópolis romana llamada Oliver Alto, donde se encontró un centenar de enterramientos o los enterramientos de la Parroquia de Santiago el Mayor, en cuya cripta se conservan milagrosamente algunos cuerpos momificados.