Si visitamos la provincia de Sevilla nos encontraremos con lugares que, ciertamente son llamativos y donde se manifiesta lo paranormal.

En la “C” de nuestro dietario nos encontramos con la hermosa localidad de Castilleja de la Cuesta, a 5 kilómetros de Sevilla. Le cabe el honor de tener en sus calles el Palacio de Hernán Cortes, en este lugar falleció el 2 de diciembre de 1547, el que fue Conquistador español del imperio azteca.

La videncia, cartomancia, y la precognición son parte de las supuestas dotes de determinadas personas para estar más cerca de otras realidades y otros conocimientos recibidos en estados variables de conciencia en los que les son revelados datos, informaciones e imágenes de utilidad personal para persona por la que se intermedia. Pero son pocos los que realizan esta labor de forma altruista manteniendo una altura ética adecuada a sus artes.

De esta forma nos encontramos ante un conocido vidente sevillano al que acudió nuestro protagonista en agosto de 1988. Juan Rodríguez era un trabajador de una conocida marca de alimentación sevillana. Tenía una hija enferma desde hace meses y había acudido a los mejores médicos y especialistas. Nadie daba con el problema de Juan y de su hija, agotado y desesperado probó suerte en el campo de los sanadores. Fueron muchos los que le engañaron y estafaron, fueron muchos los que se aprovecharon de su desesperación..., del mal que aquejaba a su hija.

Cuando casi había perdido la fe le recomendaron visitar a un vecino de la localidad sevillana de Cantillana, a unos 40 kilómetros de la capital. El sanador tras hablar con nuestro exhausto protagonista le comentó: “Beben habitualmente de algo que no sea el suministro de agua corriente, del grifo” y nuestro protagonista en esta ocasión respondió que solo su hija lo hacía “de un botijo que mantenía el agua fresca”, sobre todo del rigor del verano andaluz. El vidente le respondió: “Vacíelo y dentro hallará la causa del mal que aqueja a su hija”. Así el descorazonado padre vacío el contenido del botijo nada más llegar a su casa, dentro vio a una salamandra en descomposición... Esa era la causa de los males de su hija, tal como indicó el sanador con exactitud apabullante. Impresionado comprobó, en los días sucesivos, como su hija recobraba la salud hasta sanar convirtiéndose hoy en día en una bellísima joven. El vidente no cobró nada ni aceptó nada.

Creímos que esta historia no era más que una leyenda urbana hasta que conocimos a Juan Pérez, padre de una compañera de trabajo de José Manuel García Bautista, amante de todo lo extraño y paranormal, artista e investigador de lo insólito, quién me ratificó con exactitud lo sucedido. ¿Habilidad, suerte, casualidad, análisis de situación ante un cuadro médico, verdadera videncia o dotes sanadoras? En este caso me quedo con lo último pero esto sólo es una raya en el agua.

Carmona dista de Sevilla 40 kilómetros y es una visita que le recomendamos encarecidamente que realice una visita a ella. Para muchos comparable a la importancia de Toledo, Carmona es uno de los pueblos más bellos e importantes de toda la provincia. Si tienen suerte de alojarse en el Castillo-Parador podrán ver vistas impresionantes desde sus terrazas desde donde se domina toda la zona de la campiña sevillana.

Es difícil de elegir el sitio a visitar en esta ciudad por su gran oferta turística cultural; necrópolis romana, palacios, museos, iglesias, alcázar, murallas, etc. pero para amenizar más la visita les recomendamos que pregunten por el Monasterio del Diablo o Monasterio de San José. Donde se cuentan leyendas de demonios, asesinatos, ritos satánicos, ceremonias afroamericanas y contactos con el más allá. El lugar domina todo un páramo alzándose sobre su agreste promontorio. Es difícil de localizar pero los naturales de Carmona le sabrán indicar donde esté este “Monasterio del Diablo”.

En las afueras de Carmona se alza desde lo alto de un promontorio, dominando un otrora extenso páramo, un viejo y semiderruido edificio... De tétrico aspecto y amplias dimensiones lleva consigo una demoniaca leyenda... Estamos hablando del llamado “Monasterio del Diablo” o “Monasterio Maldito”, un lugar en el que según dicen, habita el mismísimo Diablo.

Habría que sumergirse en la historia de este lugar para comenzar a comprobar que su justificada fama se extiende en la profundidad del tiempo, una historia apasionante y, a la vez, escalofriante... El que hoy conocemos como “Monasterio Maldito” o “Monasterio del Diablo”, realmente se llama “Huerta de los Frailes”. Pero en el siglo XVII fue bautizado como “Huerta de San José”. Varios nombres para describir un gran convento en el que el misterio y la leyenda se funden a los ojos del investigador que intenta rellenar su cuaderno de campo junto a aquellos muros.

Fue hacia el año 1620, cuando se fundó en esta vasta extensión de terreno un monasterio de Franciscanos – Dominicos para el internado e iniciación del noviciado. Algo que realmente al investigador no puede dejarle indiferente es el hecho de que en la bibliografía auténtica de la noble ciudad de Carmona no exista ningún documento existente adherible a la historiografía de este convento. Es como si el tiempo hubiese intentado borrar sus huellas para tapar algún momento pavoroso del pasado. Solamente se poseen dos documentos que acrediten la existencia física e histórica del convento, de dudosa procedencia y veracidad, uno habla de una donación, en forma de alimentos, que hizo el ayuntamiento para intentar que los mojes no se muriesen de hambre, el segundo de estos dos documentos lo podemos encontrar en el archivo histórico del ayuntamiento de la ciudad Carmonense, y quizás, pese a ser el más extenso de los dos, sea el más misterioso y el más falso.

La moderna historia del edificio se halla plagada de relatos extraños y extrañas experiencias en el interior del mismo. No pasa desapercibida la reputación paranormal del edificio a los vecinos de Carmona, y comarca, y mucho menos a los investigadores que se acercan al lugar para tratar de ser cronistas de lo desconocido.

Uno de esos osados investigadores que se han acercado al lugar en numerosas ocasiones es Jesús Jiménez “Brasi” quién con su equipo de investigación de “La Esfera” ha sido de las primeras personas en investigar de forma seria lo que allí acontece. Es precisamente durante una de sus incursiones en el lugar y acompañado por las cámaras de “El Buscador de Historias” de Tele5 cuando son testigos de un hecho singular, en aquella visita al lugar narraron como otros testigos habían tenido experiencias con esferas luminosas o, durante la grabación para dicho programa, pudieron comprobar como los volumétricos “saltaban” en el interior del edificio cuando de pronto los “como detectando algo” que sus ojos no podían ver. De las esferas luminosas que se han visto en ocasiones en el interior del edificio se dicen que siguen un camino o trayectoria muy especial que tiene mucho que ver con toda esta historia de misterios y maldiciones... Y es que Jesús Jiménez “Brasi” y el equipo de “La Esfera” han pasado mucho tiempo en el lugar tratando de recoger todo lo que de paranormal allí sucede.

Otro testimonio lo encontramos en José Félix Durán, su relato es un vivo ejemplo de lo que puede sucederle a quién se acerca a turbar la quietud del viejo edificio, de hecho su experiencia fue tan fuerte que abandonó el mundo de la investigación paranormal: “A mí me retiró del mundo de la investigación aquel suceso, acudimos a investigar, llamados por la curiosidad y alentados por la fama del sitio y los programas de misterios. Estando allí comenzamos a sentir ruidos extraños, como golpes, los detectores comenzaron a sonar, no estábamos solos, y de repente comenzamos a sentir pasos que se nos acercaban así como un lejano murmullo que se fue convirtiendo en una especie de salmo cantado poco a poco... Cuando aquello nos tenía casi cercados salimos como pudimos por uno de los huecos de las ventanas...dejamos allí todo el equipo y nuestras ganas de seguir investigando, fue algo terrorífico. A Justo, mi compañero, y pese a que han pasado ya cuatro años de aquello, no se le puede mencionar siquiera la experiencia... Fue un shock para todos”.

En el lugar se han practicado sesiones de ouija, no es extraño encontrarse con los vestigios de estrellas de cinco puntas o pentagramas dibujados o practicados en el suelo junto a velas negras en todo tipo de adoraciones satánicas y prácticas ocultistas. Se han dado casos, y testigos hay de ello, de visiones de extraños seres luminosos o esferas de luz que deambulan por los restos del edificio dotadas de una cierta inteligencia. Detectores que saltan y animales que cuya presencia en el viejo monasterio llena de inquietud... Son sólo algunos de los hechos que han ocurrido en el “Monasterio Maldito”. A todo ello habría que sumar la grabación de algunas psicofonías impactantes. Recogidas por Miguel Ángel Rodríguez, y no sabemos si como una mera advertencia o como recuerdo de un pasado tan brumoso como desconocido, dicen así: “ya no santo”, “muerte” y “rezad aquí”. Extraños mensajes para un lugar no menos extraño...

Pero no sólo se han producido estos hechos, recientemente el investigador Luis Mariano Fernández de Málaga vivió una experiencia en el interior del edificio que difícilmente olvidará. Caía la noche y una inquietante bruma se comenzó a apoderar del viejo páramo, de entre la bruma sobresalía la sombría silueta de un edificio maldito... “El Monasterio de los Frailes”. En su interior los investigadores habían pasado buena parte del día realizando todo tipo de pruebas, mediciones, experiencias y sin embargo, lo más fuerte, ocurriría justo al caer el sol..., con esa aliada eterna que parece ser la noche.

Le hablamos ahora de una oscura visión en Castiblanco de los Arroyos...

A menudo solemos estar en un ritmo de vida que parece que es este el que rige nuestro destino, vivimos en un mundo con prisas en el que el ser humano parece ser un autómata con todo su tiempo predeterminado: tiempo para amar, tiempo para trabajar, tiempo para dormir...

En muchas ocasiones lo que sucede a nuestro alrededor pasa inadvertido y en otras simplemente, ante su imposibilidad, lo llamamos “leyenda urbana”.

Cuando hablamos de una leyenda urbana lo hacemos pensando en un hecho, en una historia, impresionante pero que no tiene un testigo definido, parece que siempre ha sucedido a un amigo de un amigo o un amigo de un familiar, o un familiar lejano... Sin embargo hay veces que esa misma historia puede suceder a personas cercanas, de nuestro entorno y entonces el relato cobra fuerza y veracidad.

Es lo que le ocurrió a nuestra testigo, a Verónica Whitaker, profesora de inglés, 30 años, afincada en Sevilla. Regresaba de trabajar en su vehículo cuando circulaba por la C-433, a la altura del kilómetro 24 en las proximidades del Barranco Hondo en la localidad sevillana de Castiblanco de los Arroyos. “Regresaba del trabajo cuando me encontré con una figura en la carretera, era algo fuero de lo normal para mí. Tuve que reducir la velocidad de mi vehículo y me dio tiempo de ver cómo era una mujer que vestía una túnica negra, tenía los brazos extendidos y parecía estar en mitad de la carretera sin moverse... Tuve que esquivarla y pasar por un lado de ella, al mirar por el retrovisor ya no estaba” y prosigue su relato: “Tengo claro que vestía una túnica negra muy larga y que de los brazos colgaba algo, otros trozos de tela, tenía el cuerpo muy elegante, muy fino”... “Sentí miedo y también escalofríos, me produjo un sentimiento de miedo, en mitad de la noche y encontrarte a alguien así en mitad de la carretera impresiona”.

La profesora, al llegar al pueblo, consultó con otros vecinos acerca de su oscura visión... Sabía que estaba ante algo anormal y lejos de denunciarlo al cuartel de la Guardia Civil decidió investigar otros encuentros en aquel mismo lugar con otros vecinos del pueblo. Se encontró con una sorpresa: otros vecinos habían tenido el mismo encuentro en el mismo punto kilométrico donde se encontró a aquella misteriosa aparición.

“En concreto otra vecina del pueblo tuvo un encuentro con la misma “mujer vestida de negro” en el mismo lugar donde yo sorteé a aquella aparición”... “Lo que más me llamó la atención es que estuviera allí, en medio de la carretera, con los brazos extendidos y vestida de negro...” Repetía la profesora aún impresionada por la visión y experiencia vivida.

Tratando de sacar una lectura positiva al respecto Verónica piensa que, tal vez, se tratará de una aparición de carretera que la trataba de advertir, por ejemplo, del mal estado de los neumáticos... Sin querer pensar en el más allá o en la muerte.

Puntos donde se producen este tipo de apariciones en la provincia de Sevilla hay conocidos por su fenomenología, quizás el más famoso el de la Cuesta de las Doblas en la localidad de Sanlúcar la Mayor donde es famosa la aparición de la “chica de rojo” o “chica de la curva”, entronizada más con una “leyenda urbana” pero con tal cantidad documentada de casos que ya se puede hasta dudar que tantas personas estén equivocadas. Otro punto importante en la localidad de Palomares del Río donde también se aparece un misterioso personajes en una curva de cierta peligrosidad, lo mismo que en la localidad de Utrera... ¿Simples apariciones? ¿Leyendas urbanas? A veces la realidad supera a la ficción y este caso parece estar llamado a ello.

La testigo, Verónica Whitaker, sintió un profundo sentimiento de miedo al ver aquella mujer de túnica negra en medio de la carretera con sus brazos alzados... Tras sortearla y mirar por el retrovisor había desaparecido...

Encuentros con lo paranormal en Sevilla, más allá de la vida o de la muerte, más allá de la realidad.