Himno para rato

La letra del himno nacional interpretado por Marta Sánchez en el Teatro de la Zarzuela está siendo esta semana la comidilla del país

20 feb 2018 / 10:31 h - Actualizado: 20 feb 2018 / 10:32 h.
  • Himno para rato

Los numerosos debates absurdos que se generan en las redes sociales son el nuevo deporte local. En los últimos días está escalando posiciones, convirtiéndose en nacional, dada la cantidad de personas que compiten todos los días comentando fervorosamente la última tontería que haya sucedido, mientras teclean a toda velocidad en sus teléfonos móviles. El último de ellos ha sido obra y gracia de la artista Marta Sánchez que, por supuesto, no tenía ni idea de la que se iba a liar cuando se le ocurrió cantar en un abarrotado Teatro de la Zarzuela de Madrid su particular versión de la letra del himno nacional.


Una vez más vuelve a ser la comidilla de un país entero un tema tan básico y aburrido como la nueva letra del himno de España. El morbo que ha provocado este fin de semana el emotivo tono de un himno en boca de la que un día hiciera que todos nos supiéramos la canción de Soy yo la que sigue aquí está siendo esta semana la panacea del pueblo. Además, la situación territorial tan convulsa que estamos atravesando ha ayudado y mucho.

Tanto que incluso Rajoy y Rivera han aprovechado para hacer su propia campaña dirigida a los expertos en este deporte sacando a la luz su patriotismo más barato. Por todo esto, y por lo cortitos que podemos llegar a ser en numerosas ocasiones (y más aún que lo podemos ser si continuamos practicando el nuevo deporte nacional) vamos a tener himno para rato.

Esta letra fue ayer un arma arrojadiza y de doble filo (sin que Marta así lo quisiera), como ha ocurrido con tantas otras cosas para no hablar de lo que de verdad importa, y de los problemas reales a los que se enfrenta España.

Se leen pocos comentarios en redes que debatan con respeto la complicadísima cuestión territorial. Cataluña sigue sin gobierno, Puigdemont sigue haciendo de las suyas riéndose de su propio pueblo tras su fuga, y lo que es aún más grave de todo: sigue habiendo una grandísima fractura en la comunidad a la que hace tan solo unas décadas emigraron cientos de miles de andaluces.

Los problemas todavía no se han solucionado. Y el artículo 155 y la aplicación del mismo al estilo Mariano Rajoy tampoco parece que esté ayudando mucho a la conformación del Parlament o a la calma o tranquilidad territorial dentro y fuera de Cataluña. El caso es que a veces, parece, que no a todos le importan estas cosas. Con que haya un himno que odiar o abanderar, hay entretenimiento para todos, y para rato...