Esta semana se ha presentado en la Universidad de Sevilla el Atlas de la Migraña en España, y hace unos días se publicaba la Guía de Cefaleas, editada por la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN). Están llegando medicamentos monoclonales, los primeros que desde su origen se han desarrollado para tratar la migraña.
La giganta dormida de la neurología se despierta. Y es que un millón de andaluces padecen migraña, según ha anunciado la neuróloga Carmen González, coordinadora del Grupo de Cefaleas de la SAN. Y esto no solo son números, según la Asociación Española de Migraña y Cefalea, implica mucha carga social y muchos problemas familiares y laborales.
Si el Atlas de la Migraña en España “busca poner de manifiesto las importantes consecuencias funcionales de la patología en la calidad de vida y en el día a día de los enfermos y sus familiares, así como los aspectos psicológicos que se ven afectados por la enfermedad, el papel de la asistencia sanitaria, la eficacia de los tratamientos, así como otras cuestiones como los costes económicos asociados”; la Guía de Cefaleas pretende homogeneizar el manejo de las cefaleas, tanto a nivel ambulatorio como hospitalario y en urgencias, y constituir un documento de práctica clínica diaria consensuado por y para los neurólogos que se dedican a las cefaleas en Andalucía.
En los últimos años “se han publicado nuevas clasificaciones de esta enfermedad, han surgido nuevos usos de fármacos como la toxina botulínica y estamos empezando a tratar a los pacientes con migraña con anticuerpos monoclonales”.
Colaboración y visibilidad
Se hace necesario mejorar el abordaje de la migraña desde una perspectiva multidisciplinar, ya que “esta enfermedad está asociada a una gran incapacidad funcional y muestra comorbilidades como la presencia de patología psiquiátrica (ansiedad/ depresión)”, según indica el Dr. Javier Viguera, coeditor de la Guía de Cefaleas.
En esta línea, la neuróloga Carmen González ve necesaria la colaboración entre especialidades. “Es fundamental que exista relación y flujo entre Atención Primaria, urgencias y neurología. Este abordaje podría mejorarse con la creación de un plan integral de asistencia en cefaleas”.
Y es que la migraña no es un simple dolor de cabeza, sino que se trata de una enfermedad neurológica compleja que se manifiesta con ataques recurrentes de cefalea moderada o severa y se asocia a dolor, discapacidad, peor calidad de vida y elevados costes socioeconómicos. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud la ha categorizado como una de las 10 causas principales de años vividos con discapacidad, tanto para hombres como para mujeres.
Tres de cada 4 andaluces que padecen cefalea son mujeres. González Oria dice que “el paciente, además de dolor de cabeza, suele padecer malestar general, sensibilidad a la luz y al ruido y dificultad para concentrarse. Un paciente con migraña a veces tiene que faltar al trabajo o a un evento social, y otras veces sigue trabajando con una importante disminución de su rendimiento. Es importante tratar de visibilizar a las personas que sufren esta patología, banalizada hasta ahora por la sociedad”.