La plaza del Triunfo, un lugar único en el mundo
Este espacio sufrió una remodelación a principios del siglo XX como parte de un proyecto ambicioso y variado que se llevó a cabo en la ciudad de Sevilla para la celebración de la Exposición Iberoamericana del 29 y que incluyó la reurbanización del barrio de Santa Cruz
Pensad en una plaza de Sevilla a la que le rodee la Catedral y el convento de la Encarnación, el Archivo de Indias, los Reales Alcázares y el edificio de la antigua Diputación Provincial hoy Casa de la Provincia dentro de un marco único como es el casco histórico y a la entrada del barrio de la judería de nuestra ciudad. La plaza del Triunfo es ese lugar que abrazan todos estos lugares y edificios emblemáticos e históricos de Sevilla y que siempre está acompañado por los miles de visitantes que quieren esa fotografía especial para llevarse de recuerdo y por los sevillanos que pasean por esta zona de la capital.
Hace unas horas tuvo mayor protagonismo aún porque las tunas volvieron a su cita anual durante esta noche en torno al monumento de la Inmaculada que se erige en esta plaza. Una tradición que se celebra de manera popular desde el siglo XVII y que reúne en la actualidad a miles de personas como muestra de la vinculación de las agrupaciones de las tunas de la Universidad de Sevilla con esta imagen y esta plaza.
Cualquier día del año podrás ver una fotografía alegre y dinámica de este lugar abierto y peatonal con sus coches de caballos, las cámaras de fotos portadas por personas que provienen de cualquier parte del mundo, colas extraordinarias para poder visitar los monumentos colindantes, un trasiego constante de personas con multitud de propuestas para el ocio y la cultura por los alrededores y músicos callejeros que cantan o tocan algún instrumento así como vendedores de acuarelas o cualquier otro tipo de arte.
Justo en el centro se encuentran los bancos y las escalinatas que rodean el Monumento de la Inmaculada donde es típico ver a las personas que visitan la zona descansando con mapa de la ciudad en mano para hacer parada en el periplo de carácter inminentemente turístico.
Espectacular pisar esta plaza y no saber hacia dónde mirar porque todo lo que te envuelve es de una belleza asombrosa, como los imponentes muros del Alcázar que te impregnan y te atrapan haciendo que tu mente se traslade a cientos de años atrás junto con la panorámica que te rodea.
En el año 1755, cuando tuvo lugar el terremoto de Lisboa, se levantó un monumento donde se terminó la misa catedralicia que quedó interrumpida por el movimiento sísmico, es el Triunfo, que se levantó en 1757 y es obra de José Tomás Zambrano. En el templete se encuentra una imagen de la Virgen con El Niño llamada Virgen del Triunfo o del Patrocinio.
A principio del siglo XX se remodeló la plaza con un proyecto de Juan Talavera y Heredia y fue cuando se colocó en el centro el monumento a la Inmaculada Concepción y donde Ella se encuentra en un pedestal altísimo, era el año 1918. José Espiau y Muñoz realizó la parte arquitectónica de la obra y las esculturas son de Lorenzo Coullaut Valera. Está realizada en mármol de Carrara y la figura de la Santísima está inspirada en la Inmaculada de Murillo que pintara para el Hospital de Los Venerables.
El pedestal de la Inmaculada está rodeado de cuatro personajes del siglo XVII que destacaron por ser defensores del Dogma de María. Son el teólogo jesuita Juan de Pineda, el poeta Miguel Cid, el escultor Juan Martínez Montañés y el pintor Bartolomé Esteban Murillo.
Era parte esta remodelación de la plaza de un proyecto ambicioso y variado que se llevó a cabo en Sevilla para la celebración de la Exposición Iberoamericana del 29 y que incluyó la reurbanización del barrio de Santa Cruz.
Si hace tiempo que no paseas por este entorno date ese verdadero gustazo en algún momento dentro de tus planes. Sentirás realmente estar en un lugar único del mundo, porque así de especial es la plaza del Triunfo de Sevilla.