La batalla de Ypres marcaría el inicio del estancamiento de la I Guerra Mundial producto de la igualdad de fuerzas que llevó a una parálisis del frente. Esta ciudad belga resultó casi completamente destruida durante las cuatro batallas que se libraron en su entorno a lo largo del conflicto.
Los Aliados intentaron evitar por todos los medios que el ejército alemán llegase al mar y durante más de tres años estas líneas defensivas apenas se verían alteradas unos 15 kilómetros. Se utilizó por primera vez el gas para matar en masa al enemigo. Fue el ejército francés el que abrió la caja de Pandora en agosto de 1914. Incapaces de detener el arrollador avance alemán, optaron por hacer uso de un gas lacrimógeno a base de bromuro de xililo. Los alemanes utilizaron la temible iperita (recibe su nombre de Yper) y conocida por los ingleses como gas mostaza por el fuerte olor a esa especia que despedía. La iperita no solo era dañina si se respiraba, sino que atravesaba la ropa y quemaba la piel formando ampollas.
En un lugar llamado Wijtschate a 20 kilómetros al sur de Ypres, un cabo alemán llamado Adolf Hitler rescató a un camarada herido y recibió la condecoración llamada la Cruz de Hierro. Años más tarde sembraría medio mundo de otras cruces.
El 2 de mayo de 1915, el doctor canadiense John McCrae escribió un poema titulado In Flanders fields (En los campos de Flandes) inspirado en la muerte de un amigo suyo que murió entre las amapolas que allí crecen. Miles de hombres de los dos bandos murieron entre el barro por asaltar o defender un puñado de metros de tierra.
La carta a la que le dedicamos este artículo se escribió en 1917 durante la tercera batalla de Ypres, también llamada Passendale. El soldado George Robinson del 8º Batallón del cuerpo de fusileros reales se la envió a la enfermera de origen irlandés Ferguson que lo atendió en un hospital tras su evacuación a Inglaterra. Agradecía mucho sus cuidados y desconocía si lo mandarían al frente o sería destinado a un servicio local.
George volvió al frente y poco tiempo después murió, el 3 de diciembre de 1917 en algún lugar de Ypres. Nunca fue encontrado su cuerpo.
LA CARTA
Viernes noche.
Querida enfermera Ferguson, muchas gracias por su carta. Me agrada mucho saber que se encuentra de muy buen humor. Me voy esta noche para Inglaterra de permiso de 10 días. Me complace decirle que me encuentro mucho mejor, y por supuesto que he estado tomando las medicinas durante mi estancia. Después de que haya cumplido mi permiso de 10 días, pregunte usted misma. La enfermera Dawson y su hermana se acercaron para verme, pero esa tarde estuve fuera. Lo lamenté mucho. Fue más buena que un pedazo de pan. Bueno, querida enfermera, usted no adjuntó su dirección, querida enfermera, ¿tendría la bondad de reenviármela a mi dirección en Londres?, pues me encantaría escribirle. Pobre Percy, estando de vuelta en el frente. Puedo ver el destello de sus ojos oscuros, qué le parece...
Siento mucho tener que irme sin poder hablar con usted otra vez. Bueno, querida enfermera, le haré saber si me dan el servicio local o el servicio activo. Adiós pues, querida enfermera, ha sido muy buena con todos nosotros, por lo que le doy las gracias. Sigo siendo su más sincero fusilero.
George Robinson
P.S: Hodfein se marchó, le han dado de baja durante un tiempo.