No hay excusa: Ya te puedes comprar el «yate para pobres» por 300€

Amazon vende una embarcación hinchable tremendamente conseguida para solucionar el eterno problema veraniego: cómo conseguir un barco con poco dinero

17 jun 2019 / 12:11 h - Actualizado: 17 jun 2019 / 12:30 h.
"Internet"
  • El ‘yate para pobres’ de Amazon. / El Correo
    El ‘yate para pobres’ de Amazon. / El Correo
  • Zona trasera con posavasos y nevera. / El Correo
    Zona trasera con posavasos y nevera. / El Correo
  • La nevera. / El Correo
    La nevera. / El Correo
  • Puede utilizarlo seis personas. / El Correo
    Puede utilizarlo seis personas. / El Correo
  • Zona delantera. / El Correo
    Zona delantera. / El Correo
  • Válvula de seguridad. / El Correo
    Válvula de seguridad. / El Correo

El sueño de comprarse un yate es algo recurrente en todo humano con sueldo medio-bajo, sobre todo en verano. Amazon USA ha visto la necesidad y ya vende en online su ‘yate para pobres’, una embarcación hinchable de 6 metros de largo, 3 de ancho y 1 de profundidad por 335 dólares, unos 300€ al cambio. Para los que piensen rápidamente en tunear el producto para añadirle un motor fueraborda o un mástil para una vela desechen la idea bajo riesgo de hundimiento o perforación del ‘yate’. Tampoco se le puede acoplar remos, no hay donde colocarlos.

Características

El ‘yate para pobres’ pesa 22 kilos y sin hinchar se puede transportar perfectamente en el maletero de un coche. Para inflarlo es necesario un hinchador eléctrico (no incluido) y se tardaría en el proceso unos 20 minutos. Dispone de 8 posavasos y una nevera incorporada. Pueden disfrutar de ella hasta seis personas, incluso más dado que el límite de peso es de 600 kilos.

Evidentemente no está indicado para la playa porque las corrientes se lo llevarían mar adentro. Lo normal es usarlo en la piscina, en un lago, en la bahía o en el césped, y tiene una válvula de seguridad para el desinflado fácil para un mayor confort.

No es la solución al problema de tener un barco pero si un apaño temporal hasta que algún sorteo llame generosamente a nuestra puerta.