Un debate de dos siglos sobre la homeopatía

Varias universidades españolas han retirado de sus programas de estudio cursos sobre este método al considerarlo «pseudociencia»

07 feb 2017 / 21:53 h - Actualizado: 07 feb 2017 / 22:02 h.
"Salud","Las otras medicinas"
  • Unos 10.000 médicos ya recetan productos homeopáticos. / El Correo
    Unos 10.000 médicos ya recetan productos homeopáticos. / El Correo
  • Un tercio de los españoles reconoce que ha recurrido a productos homeopáticos. / El Correo
    Un tercio de los españoles reconoce que ha recurrido a productos homeopáticos. / El Correo

Según un estudio realizado por la empresa Nielsen con 3.032 entrevistas online para Laboratorios Boiron –uno de los principales productores de fármacos homeopáticos de España–, un tercio de la población recurre al uso de este tipo de tratamientos (32 por ciento de media nacional y 29 por ciento en Andalucía), el 38 por ciento de los andaluces (35 por ciento de media nacional) ha acudido alguna vez a un médico homeópata y un 68 por ciento conoce de la existencia de esta disciplina englobada en las terapias naturales alternativas. Además, más de 10.000 médicos ya prescriben habitual u ocasionalmente estos medicamentos, dentro de los cuales, el número de especialistas que integran la homeopatía en sus consultas va en aumento, hasta 4.400 pediatras, 700 ginecólogos y 4.300 médicos generales lo hacen actualmente. Francia, Suiza, Bélgica, Gran Bretaña o Alemania ya tienen la homeopatía dentro de sus sistemas de Sanidad pública.

Las dudas sobre la eficacia científica de los tratamientos homeopáticos, fabricados a partir de sustancias de origen animal, mineral o vegetal muy diluidas en líquidos, persigue a esta disciplina desde su invención, en 1798, por el médico alemán Samuel Hahnemann. En una popular parodia sobre las medicinas alternativas, un hombre entra en un hospital homeopático tras sufrir un accidente de tráfico. El médico pide a la enfermera que consiga un trozo del coche que lo atropelló, lo diluya en agua y lo agite y diluya repetidamente para poner tres gotas del líquido resultante bajo la lengua del herido. Según la homeopatía, si se toma cafeína en proporciones ínfimas, hace lo contrario: dar sueño. Así que existe un preparado para dormir que se obtiene mezclando un parte de cafeína con 99 de agua.

«He podido comprobar los buenos resultados que los medicamentos homeopáticos proporcionan para patologías agudas como gripe, tos, diarrea, crisis de migraña y contusiones, pero también en patologías crónicas o de difícil tratamiento como alergia, dermatitis, asma, afecciones reumáticas o ansiedad», asegura Alberto Sacristán, presidente de la Sociedad Española de Medicina Homeopática. Hace algunos años, la Junta de Andalucía anunció la inclusión de la acupuntura en la cartera de servicios del SAS, descartó la incorporación de otras terapias alternativas, citando expresamente la homeopatía, al no estar acreditada su eficacia. No obstante, según datos de la Consejería de Salud, en Andalucía hay 92 centros sanitarios privados a los que se ha autorizado contar con unidades asistenciales homeopáticas. «Ninguna terapia homeopática, u otra alternativa, cura un cáncer, ni una tuberculosis, ni el sida, ni un lupus eritematoso sistémico, ni una leucemia, ni una insuficiencia renal», cuenta Emilio Arteaga, médico especialista en Microbiología.

El debate sobre la validez o no de los tratamientos homeopáticos ha llegado a la universidad. El máster en Medicina Homeopática dejó de impartirse en la Universidad de Barcelona por falta de evidencia científica. La de Barcelona no es la única que se ha desmarcado de la homeopatía. La Facultad de Medicina de Valencia señaló en 2014 que no tenía vinculación oficial con el Máster en Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía. En 2013, la Universidad de Córdoba canceló el Curso intensivo de Homeopatía Veterinaria. También la Universidad de Zaragoza decidió eliminar de su oferta lectiva la Cátedra Boiron de investigación, docencia y divulgación de la homeopatía. La Universidad de Valencia decidió no ofrecer el próximo curso su Máster en Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía, tras nueve ediciones. Córdoba canceló sus cursos en 2013, y la de Sevilla suspendió su máster en 2009. «Se trata de una decisión acertada, ya que las universidades son las depositarias de nuestros conocimientos, de nuestra sabiduría y, por tanto, no deberían acoger ni promover disciplinas pseudocientíficas, salvo en lo que se refiere a su estudio como fenómenos sociales o históricos. Es muy importante que todas estas prácticas dejen de recibir cualquier tipo de apoyo por parte de las autoridades políticas, académicas y sanitarias y que pasen a ser severamente vigiladas y controladas, para evitar peligros para la salud de los ciudadanos», plantea Arteaga. La Universidad de Málaga anunció el pasado año la cancelación del curso de verano La enfermedad: ¿enemiga o aliada?, que generó gran controversia por abordar diversos temas relacionados con la medicina alopática, antroposófica, homeopatía, medicina china, bioneuroemoción y medicina integrativa. «El paciente tiene derecho a elegir el tratamiento que quiera, a contar con profesionales bien formados, y una buena formación se garantiza mucho en la universidad, que está dejando de ofrecerla por una decisión totalmente arbitraria», sostiene, por el contrario, la doctora Dolores Tremiño, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Homeopática durante ocho años.

La multinacional Boiron denunció una campaña mediática contra la homeopatía. Sin embargo, una de las responsables de la compañía no supo muy bien explicar cómo actúa esta supuesta medicina alternativa.

El doctor Luc Montagnier, virólogo francés que ganó el Premio Nobel en el año 2008 por descubrir el virus del Sida, apoyó las prácticas homeopáticas en una entrevista publicada en el revista Science «no puedo afirmar que la homeopatía tenga razón en todo, pero sí que las ultradiluciones tienen efectos». El 99 por ciento de los usuarios regulares de homeopatía se muestra satisfecho o muy satisfecho con este método terapéutico y el 98 por ciento aconsejaría su utilización a familiares y amigos. Además, en un estudio reciente, el 74 por ciento de los entrevistados (usuarios o no) declaraban que les gustaría recibir asesoramiento de su médico sobre homeopatía. A nivel mundial existen más de 300 millones de pacientes que confían en la homeopatía para el cuidado de su salud y en Francia, por ejemplo, el 66 por ciento de la población ha utilizado medicamentos homeopáticos en alguna ocasión.

Los detractores de la homeopatía sostienen como uno de sus principales argumentos que se han descrito efectos secundarios adversos en algunos medicamentos homeopáticos. Plantean que esas sustancias a menudo tóxicas, son peligrosas y no siempre las dosis homeopáticas son de dilución extrema, y pueden darse concentraciones lo bastante altas como para provocar síntomas e incluso la muerte, como sucedió en un caso registrado en Badajoz en 2004.

Recuerdan que el Ministerio de Sanidad español ha ordenado la retirada de medicamentos homeopáticos por reacciones alérgicas graves, y ha emitido alertas sanitarias relacionadas con contaminaciones microbianas y problemas con la esterilidad en la planta de fabricación