En el popular barrio de San Isidoro de Sevilla, conocido por tener en sus cercanías la Plaza de la Alfalfa, existe una casa en la que su ya único inquilino no pertenece a este mundo...

Dominada por un patio central con hermosas columnas, esta casa de dos plantas tiene un terrible secreto... Ni sus habitantes pudieron soportarlo y decidieron abandonarla para ir a vivir a una casita de la periferia sevillana. Tras remodelas la casa e invertir un buen capital en ella por las noches, los hijos del matrimonio acudían raudos a la cama de sus padres en otra estancia de la casa aquejados de un miedo sin igual, contaban asustados como en su habitación entraba una señora que paseaba y se quedaba mirando a través de una de las ventanas... La pareja adulta creía que eran invenciones de niños y decidieron no darle mayor importancia. Los días pasaban y aquella actitud de sus hijos no variaba.

Una noche hubo toda suerte de anomalías eléctricas en la casa, en la oscuridad el cabeza de familia distinguió una bella dama que entraba en la habitación de sus hijos... Apresurado, sudoroso, tembloroso y víctima de la tensión del momento rodeó el patio apoyándose firmemente en la barandilla. El patio estaba solitario y no había ruidos, aquella sensación de soledad era inquietante. Cuando llegó a la puerta de la habitación comprobó con estupor como aquella bella dama permanecía de pie junto a una de las ventanas que daba a la calle trasera, allí inmóvil parecía esperar a ese amor que jamás volvió... En la cama los niños dormían con las sábanas casi cubriéndoles la cabeza. La dama se giró y puso su dedo sobre la boca, pidiéndole silencio al nuevo propietario y tras ese gesto se desvaneció...

La sensación de nuestro joven propietario fue tal que al día siguiente abandonaban la recién estrenada casa para buscar la tranquilidad del Aljarafe sevillano...

En la zona existe constancia histórica de una denuncia efectuada el 14 de Julio de 1615 sobre la existencia de duendes y aparecidos en una casa de la Collación de San Isidoro (documentos de la Cofradía y Hospital de la Misericordia de Sevilla – Catálogo de la Exposición). La casa, hoy día, permanece cerrada teniendo como único habitante a una misteriosa dama que aún espera asomada tras una ventana.