Menú

‘Si me quieres escribir...’

Un frente de trincheras y búnkeres puso freno a los intentos de los nacionales por conquistar Valencia y Alicante, últimos puntos importantes de resistencia republicanos en la Guerra Civil

18 ago 2015 / 18:18 h - Actualizado: 29 ago 2015 / 00:13 h.
"Tiempos de plomo y pluma"
  • Un grupo de actores recrean en los mismos escenarios a los soldados republicanos. Las visitas organizadas a estos lugares ayudan a entender la trascendencia que tuvieron estas batallas para el devenir histórico y las penurias que sufrieron los que allí lucharon. / El Correo
    Un grupo de actores recrean en los mismos escenarios a los soldados republicanos. Las visitas organizadas a estos lugares ayudan a entender la trascendencia que tuvieron estas batallas para el devenir histórico y las penurias que sufrieron los que allí lucharon. / El Correo
  • Las cartas de Eduardo, que murió durante la batalla y la de su jefe de pelotón dando el pésame a su prometida. / TxR
    Las cartas de Eduardo, que murió durante la batalla y la de su jefe de pelotón dando el pésame a su prometida. / TxR
  • Viver, la localidad donde sucedieron las batallas que aquí se relatan. / El Correo
    Viver, la localidad donde sucedieron las batallas que aquí se relatan. / El Correo
  • Para escuchar la canción ‘Si me quieres escribir’ escanee en código QR con su smartphone
    Para escuchar la canción ‘Si me quieres escribir’ escanee en código QR con su smartphone

A finales de agosto de 1938, el frente de Viver en Castellón se convertirá hasta el final de la guerra, en una zona relativamente tranquila, marcada por pequeños golpes de mano y fuego intermitente tanto de artillería como de fusilería. Lo que comenzó como una típica batalla de la II Guerra Mundial, con rápidos avances sobre el terreno, terminó convirtiéndose en una lucha defensiva de trincheras al estilo I Guerra Mundial.

La correspondencia entre este soldado republicano y su familia perturba. Su destino se selló hace ya muchos años, pero su lectura hoy parece transmitir una extraña cercanía. En sus cartas no muestra odio ni malas palabras para el enemigo, solo importa el estado de salud y que su familia no tenga problemas con el servicio postal. En ella, destaca lo optimista que estaba por un cambio en la situación de la guerra que creía ver entre líneas en los discursos de Azaña e Indalencio Prieto.

Eduardo envió esta carta a su familia una semana antes de morir en la línea defensiva próxima al pueblo de Viver. Nada hacía presagiar que el teniente de su batallón tendría que comunicar a su prometida, Carmen, la fatal noticia. Aquel joven está enterrado en alguna fosa común del frente de Levante.

El general republicano Vicente Rojo —jefe del Estado Mayor del Ejército Popular de la República— escribiría tiempo después al respecto: «...entre los días 20 y 23 de julio, incesantes oleadas de infantería se suceden y son inmediatamente deshechas; los tanques italianos, las divisiones de Flechas, las tropas frescas que el enemigo ha recibido se estrellan ante la tenacidad de los defensores... La victoria del Ejército de la República, a los cinco meses de reveses, estaba clara. Una victoria de resistencia semejante a la de Madrid. El terreno se venía defendiendo palmo a palmo, y si el enemigo lograba conquistar algo lo hacía a costa de numerosísimas bajas... Era una lucha terriblemente encarnizada, en la que nuestros soldados habían puesto ya, por la resolución con la que se lanzaba a la pelea, un espíritu patriótico cuyo antecedente estaba en Madrid y que solo se superaría después en el Ebro...».

En campaña a

31 Agosto 1938

Queridos padres y hermanos, me alegro que al recibo de esta se encuentran bien, yo quedo bien por el momento. Padre, esta no tiene más objeto que escribirles estas cuatro letras para notificarles que me encuentro bien, que no es poco como es natural en estos tiempos, desde luego. De ustedes llevo algún tiempo sin tener noticias, pero en esta ocasión no me alarmo porque yo comprendo que las cartas no van ni vienen como uno quisiera, pero yo no quiero tardar en escribir para que sepáis de mi, como le digo mi estado es de lo más satisfactorio, cuando me contesten ya me dirán si el paquete lo han podido recuperar o por el contrario no, pues yo creo que será poco menos que imposible así que si no se puede recuperar no quisiera que se metieran en peleas y lo dejen de estar y si por el contrario lo han recuperado ya me lo mandarán tan pronto les sea posible.

José, tengo que decirte que cuando estaba en Valencia me compré una pluma estilográfica que yo te cambiaría por la tuya por ser esta más buena, pero como aquí para esa no admiten paquetes, no he podido así que si fuera un guardia de un pueblo de la retaguardia ya te la mandaría y tú me mandas la tuya, pues esta me cuesta 80 pesetas y es una pluma que está bien y más que nada para un encargado como tú, pero ahora que eso no puede ser hasta que no estés en un pueblo.

Madre es la que se muestra muy reservada, pues no me dice nada en ninguna carta, aunque yo se que quiere decirme que vaya pronto pero eso no hay que tener cuidado, que ya iré y si no me engaño antes de lo que yo creía porque después de haber leído el discurso de Azaña y este que ha pronunciado Indalencio Prieto y que los he estudiado a fondo, no quisiera equivocarme, pero creo que esas dos opiniones dan mucho beneficio para nosotros, así que paciencia, yo creo ver una transformación quizás no en días lejanos.

Sin más por el momento y con recuerdos para todos y ustedes reciban besos y abrazos de este su hijo y hermano.

Eduardo.

_________________

En campaña

13 septiembre 1938

Srta. Carmen Sánchez

Alicante

Distinguida Srta:

Con sentimiento motivo la presente para darle una fatal noticia en lo que respecta a su malogrado Eduardo, el cual en cumplimiento de su deber entregó su vida por la patria en el combate tenido por nuestro Batallón en pasado día 7 del actual.

Me resistía escribirla en tal sentido, pero he optado hacerlo ante la insistencia de tanto nosotros como sus pobres padres a los que ruego que con toda precaución, trasmita esta desagradable noticia.

Nuestra sección toda transmite a usted, padres y demás familia el testimonio de nuestra condolencia, pues también habíamos gustado de su buen carácter que hacía fuera querido por cuantos le trataron.

Respetuosamente,

Manuel Torres Antón 105 Brigada 418 batallón

CIA ametralladoras

CL 22 Base Turia

_________________

En campaña

30 septiembre 1938

Srta. Carmen Sánchez

Alicante

Correspondo a su escrito 22 del actual, relativo a la muerte del malogrado Eduardo.

Puesto al habla con el sargento, manifiesta que en primer lugar recibió un balazo en la parte alta de la pierna derecha, lo que no obstante le permitió andar unos pasos hacia el puesto de socorro: no habría andado mucho cuando un nuevo proyectil en el pecho le segó instantáneamente la vida.

Sobre la cartera y otros documentos, nada pudo recogerse, ya que su cuerpo quedó en terreno enemigo. Esto ocurrió el día 7 del actual mes, sobre las nueve de la mañana.

Por nada tiene que darme las gracias, lamentando que el haberme dirigido a usted haya sido en forma tan desagradable, especialmente para mí, pues lo estimaba sinceramente. Como mi pueblo natal y donde reside mi familia es Elche, no muy distante, haré por visitar a los padres del pobre Eduardo, si tengo suerte y logro permiso.

Habiendo recibido una carta en solicitud de los mismos datos de José Carretero, le agradecería se lo comunique, dando así por contestada dicha carta.

Respetuosamente le saluda,

Antón

Un pueblo que mira al futuro sin olvidar su pasado

Hoy sigue siendo, como entonces, una pequeña población que cuenta con algo más del millar y medio de habitantes localizado en la comarca del Alto Palancia en Castellón. Este pueblo formaba parte en 1938 de los 14 puntos de resistencia defensivos que protegía Valencia y que se conocería como Línea XYZ. El frente discurría entre Almenara en Castellón y Santa Cruz de Moya en Cuenca y en su construcción se emplearon más de 10.000 trabajadores, en su mayoría voluntarios de las cercanas poblaciones. Un pueblo que ha sabido dar a conocer su pasado a las actuales generaciones y que no caigan en el olvido episodios tan terribles. Diversas rutas muestran con la ayuda de paneles informativos, los restos de las trincheras y puestos de observación que enfrentaron a los dos bandos.