Una Aldea Natal sin Papa Noel ni consumismo

El coqueto pueblo portugués de Cabeça se adorna para la Navidad con la vegetación resultante de la limpieza de sus montes

17 dic 2017 / 18:23 h - Actualizado: 17 dic 2017 / 18:34 h.
"Medio ambiente","Navidad"
  • Las calles de Cabeça, con los adornos resultantes de la vegetación existentes. / El Correo
    Las calles de Cabeça, con los adornos resultantes de la vegetación existentes. / El Correo

El pequeño pueblo de Cabeça, situado en el Parque Natural Sierra de Estrela de Portugal, se ha convertido de nuevo esta Navidad en una “Aldea Natal”, pero sin Papá Noel y sin fomentar el consumismo, y con todas sus calles engalanadas con ornamentos naturales creados por sus vecinos. Se trata de una iniciativa en la que los 200 habitantes de este pueblo del centro de Portugal trabajan a lo largo de todo el año, ya que los adornos que colocan en las calles los van haciendo a partir de la vegetación resultante de la limpieza que hacen en sus montes.

Desde principios de noviembre, los vecinos se juntan cada día en el pabellón del pueblo donde están los restos naturales y allí van elaborando artesanalmente diferentes guirnaldas, estrellas o candelabros que usarán para ir adornando las fachadas y las callejas.

La puesta de largo ha sido este fin de semana y la singular decoración basada en elementos naturales se podrá contemplar hasta el 1 de enero.

Cada año realizan una decoración diferente y el objetivo, según los responsables de la organización, es el de fomentar el verdadero espíritu navideño, “lejos del consumismo de los grandes espacios comerciales”, según afirma en un comunicado la Asociación de Desarrollo Integral de la Red de Aldeas de Montaña de Portugal (ADIRAM), uno de los organizadores junto con el Ayuntamiento de Seia, comarca a la que pertenece Cabeça.

En esta edición, una de las decoraciones más llamativas es el árbol de navidad elaborado a base de mazorcas de maíz que los agricultores del pueblo han ido recolectando de sus cosechas durante todo el año.

Tras la cosecha del maíz, los agricultores apartaban decenas de mazorcas que las han ido reservando para el novedoso árbol, que se muestra al público desde este fin de semana.

Además, se han convocado diferentes eventos a lo largo de los quince días de celebración, tales como la tradicional misa del gallo o la popular Hoguera de Navidad que celebran muchos pueblos lusos.

También están programados eventos relacionados con la naturaleza, como paseos interpretativos por la montaña, una acción de reforestación y un paseo inspirado en el concepto de la Navidad.

Los organizadores esperan, al igual que en las ediciones anteriores, que acudan al pueblo alrededor de 10.000 visitantes, ya que cada año son muchas las personas que repiten, debido a que la decoración es siempre diferente.

Entre los rincones más significativos, los belenes navideños (sin Reyes Magos, ya que esta tradición no existe en Portugal) que han colocado junto a los atrios de las tres iglesias de la aldea.

Cabeça es un pueblo situado a 22 kilómetros de la estación de esquí de Sierra de Estrela, el punto más alto de Portugal, y su economía se basa en la actividad caprina.

A pesar de que los incendios forestales han asolado miles de hectáreas en la Sierra de Estrela, un parque natural próximo a la frontera con la provincia española de Salamanca, en el término de Cabeça no se desencadenó ningún fuego durante este año, debido, sobre todo, a la limpieza de lo montes que cada año realizan sus gentes.

“Los habitantes de Cabeça tendrán abiertas las puertas de sus casas a los visitantes, transformando este pueblo en una verdadera Aldea de Navidad”, concluyen los responsables de la organización.

Eso sí, cuando llaman estos días los visitantes para preguntar cómo se llega hasta este pueblo de alta montaña, les advierten de que, si vienen con niños, no esperen ver ni a Papá Noel ni a los Reyes Magos.

Y es que en Portugal, aunque lo habitual es que las familias coloquen el belén navideño en un lugar destacado del hogar, no se celebra la festividad de los Reyes Magos, por lo que los más pequeños reciben los regalos el día de Navidad