Una dieta rica en proteína de sardina en personas mayores con riesgo de sufrir diabetes tipo 2 puede prevenir el riesgo de desarrollarla, según un proyecto liderado por el investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) Ramon Gomis. El proyecto ‘Comer bien, envejecer mejor’ fue seleccionado por las ayudas del programa RecerCaixa de 2013 –este miércoles se han entregado las de 2017–, y en él participaron 200 voluntarios mayores de 65 años y con prediabetes.
Fueron sometidos durante un año a una dieta empleada usualmente para frenar el desarrollo de la enfermedad –rica en fibra y con reducción de azúcares–, pero a la mitad de ellos también se les dio una dieta rica en sardina. Todos los voluntarios redujeron el riesgo de desarrollar diabetes, con un 34% menos de casos, pero en el grupo que recibió suplementos de sardina se dio el 50% menos de nuevos casos.
Además en este grupo disminuyó la presión arterial y el índice de resistencia a la insulina; aumentó el colesterol HDL (bueno) y la hormona antiinflamatoria adiponectina; creció el de omega-3, lo que se relaciona con menor riesgo cardiovascular, y disminuyó el de omega-6, favoreciendo la ratio entre ambos, lo cual tiene un impacto beneficioso frente a la aterosclerosis, la obesidad y la diabetes tipo 2. Gomis ha dicho que este tipo de dieta se podría realizar con pescado azul --rico en omega 3-- y pescados ricos en el aminoácido taurina, y en el estudio los voluntarios lo consumían dos veces por semana.