A 20 kilómetros de Sevilla encontramos Albaida del Aljarafe. Cargada de historia, tuvo una destacada aportación en la época romana que hizo que se llegara a acuñar monedas con su nombre. En Albaida es indispensable visitar tres lugares: la Fuente Archena, la Fuente Salobre (con restos árabes como galerías, acequias...) y la atalaya militar Torre-Mocha o torre de Don Fadrique; los lugares de poder siempre han tenido una estrecha relación con el agua y ésta con extraños fenómenos que se ven en los cielos... Éste último infante de Castilla e hijo de Fernando III El Santo y de Beatriz de Suabia, hermano de Alfonso X El Sabio.
Albaida del Aljarafe está ubicada en el corredor arqueológico del Guadiamar, allí se descubrieron hasta 90 nuevas localizaciones arqueológicas con restos de diferentes épocas y edades y donde, curiosamente, por la relación que existe entre lugares de poder y el fenómeno OVNI, la noche del desastre ecológico se observaron Objetos Voladores No Identificados sobre la zona (nota de los autores). Los restos de esta zona son la mayoría de la época romana, aunque también hay yacimientos del Calcolítico (en torno al 3.000 antes de Cristo). Pedro Rodríguez, arqueólogo municipal, indicaba que junto con los dólmenes de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, estos restos son «otra de las grandes huellas de la primera Edad del Hierro y de la última del Bronce» en la provincia de Sevilla.
Otra mágica ubicación sevillana con un gran número de yacimientos arqueológicos de la antigüedad es la que está ubicada en el Triángulo Magnético del Aljarafe, denominación dada por aquellos primeros pioneros de la investigación ufológica en Sevilla encuadrados dentro del Grupo de Gerena. Otros piensan en una zona de irregularidades, de forma amorfa «conformada entre las localidades de Gerena, Aznalcóllar y El Castillo de las Guardas» incluyendo también a Salteras y Santiponce. Una zona de alta fenomenología e incidencia en avistamientos y encuentros OVNI en la llamada Cornisa del Aljarafe sevillano.
Y es que la zona es un punto caliente en avistamientos y sucesos ufológicos. Baste recordar casos tan espectaculares, y mundialmente conocidos como la persecución OVNI a la que se vio sometido Adrián Sánchez hasta llegar a El Castillo de las Guardas o el no menos famoso encuentro con casi 80 humanoides que descendían de una inmensa nave en plena huerta narrado por Juan el Palmareña, el caso de Fernández Carrasco, la presencia de los chupacabras andaluces en la comarca, y cómo olvidarnos de los singulares avistamientos, minutos antes y en fechas posteriores, a la rotura y desastre ecológico provocado por la presa de Boliden-Apirsa en la zona o el increíble número de avistamientos que la zona registra desde hace ya varias décadas.
Seguramente nuestros ancestros conocían las propiedades mágicas de estos lugares y no los eligieron al azar, los eligieron por saber que en ellos había una sutil conexión, un sutil lazo, una sutil relación con el otro lado.