La guerra de Vietnam dejó en los norteamericanos una profunda huella, fue un conflicto con infinidad de manifestaciones contra una guerra que no ganaban y que consumía, sobre todo, a las clases sociales más desfavorecidas. Evitar el servicio militar no era difícil para algunos, se podía solicitar prórrogas por estudios superiores, alistarse en la guardia nacional -lo que hizo el expresidente Bush-, estudiar en un país extranjero -Inglaterra, en el caso del expresidente Clinton- o declararse homosexual como Jimi Hendrix.
En los noticieros de medio mundo la televisión mostraba a los soldados norteamericanos bajando de los helicópteros y luchando contra un enemigo que, en muchas ocasiones, combatía descalzo y con armas ligeras. Parecía imposible que pudiesen perder la guerra.
Todo aquel poderío bélico no sirvió de nada, miles de bajas y la evacuación precipitada de la embajada norteamericana en Saigón es el recuerdo que nos queda de aquello. Un sinsentido más de la política de bloques de finales de los sesenta.
Esta es la carta del sargento de infantería Ronald J. Schaaf que sirvió en la compañía A, del 46 regimiento de la 23 división. También se muestra el contenido de una misiva de su mujer Gerri.
Ronald escribió desde la base de fuego en la provincia de Quang Tin. Este soldado sabía que iba a entrar en una patrulla de las llamada de búsqueda y destrucción al día siguiente, por lo que escribió una carta muy larga sabiendo que podía pasar bastante tiempo antes de escribir otra vez. Regresó de la patrulla, pero nunca volvió a encontrarse con su mujer Gerri, murió por fuego enemigo a los diez días de su regreso el 26 de julio de 1970. No llevaba en Vietnam ni dos meses.
LA CARTA
8 de julio, 6:00 pm
¡Buenas tardes cariño!
Está lloviendo afuera, como de costumbre - ¡Buuu! - . Bueno no he hecho mucho hoy, de hecho ¡No he hecho nada! ¡Qué vida! Si pudieras ver nuestro bunker ahora mismo, ¡Te morirías! Necesita una limpieza a fondo, nuestra alfombrilla está cada vez más embarrada, además hay unos cuantos agujeros en el techo, pero creo que en mi parte está todo seco. Lo ves cariño, tú dijiste que iba a llover, y yo te dije que ssshhhh. ¡¡Ja!! Acabo de averiguar que nos vamos al campo pasado mañana, ¡eso está bien! ¡más tiempo para dormir! y he oído que vamos a volver a la misma área donde nos dejaron; eso está bien también.
Déjame ver, ah sí, hemos comido filete Salsberry, puré de patatas, ensalada, sopa, tarta de chocolate y leche de aperitivo, lo cual estuvo muy bien; ¡un poco mejor que las raciones de tipo C! ¡¡¡Ja!!! ¿Qué tal tu cena cariño? Recuerda tomar todas esas vitaminas, no comas hamburguesa todo el tiempo, o terminarás convertida en una, ¿vale? Pues vale. ¿Qué has hecho hoy? ¿Estás pudiendo conocer la ciudad un poco mejor? Has hecho algunos nuevos amigos tu bloque? Yo estoy empezando a conocer nuevos amigos, y me lo estoy empezando a pasar bien otra vez. Ay cariño, ¿Cómo cuantos días tarda en llegarte mis cartas? Que no se te olvide decírmelo, me gustaría saberlo. Jopé, estoy intentando pensar en algo sobre lo que escribir, y hasta ahora no se me viene nada a la cabeza. Ah sí, se me acaba de venir algo - te quiero – ¡sabía que algo se me vendría! Jopé, un mosquito me picó justo en el trasero, ¡y duele! ¡Por aquí tienen unos mosquitos de cuidado! ¡¡¡Ja!!! Ay cariño, podría preguntarte, bahh olvídalo, esperare hasta el momento en el que te vea ¿Te estoy haciendo pensar mucho sobre lo que te iba a preguntar? ¡¡Ja Ja!! Nunca te lo contaré.
¿Te has cortado el pelo ya? Yo todavía no me lo he cortado ¡y estoy empezando a parecer un hippy! ¡¡¡Ja!!! El único problema es el casco de acero que llevo, me aplasta el pelo, ¡se queda como una alfombrilla mojada! ¡Ja! ¿Qué tal está la cama en la que duermes? Y espero que lleves algo puesto cuando te vas a la cama además de lo esencialmente necesario. ¡Hmmm! Mi cama no está demasiado mal, duermo en un colchón de aire en el campo, esta bastante bien excepto por el hecho de que no puedo rodar para los lados demasiado ¡¡Ja!! No es para nada a lo que estoy acostumbrado. ¡hmm! Bueno creo que ha parado de llover, por lo menos durante un rato. No sé estar tumbado sin hacer nada; ahora si te tuviera por aquí, por lo menos podría meterme contigo, o irnos a dormir, como alguno de esos días, pero eso fue solo porque no teníamos un coche, por eso. Ah sí, ¿Cómo te encuentras? ¿Todavía tienes todos esos dolores cuando estás con el periodo? ¿Te ayudaron las inyecciones que te dieron en Fort Polk? cuídate, y por favor tomate una de esas píldoras de hierro una vez a la semana, compra algunas más si vas a salir; por favor cariño, deberías saber que las mujeres necesitan más hierro que los hombres, así que tómate las vitaminas de hierro.
Bueno cariño, está oscureciendo por aquí, así que voy a mandar esta carta ya y ¡escribiré más mañana! ¡¡Cuídate!!
Todo mi amor y mejores deseos, tu marido
Ron ¡¡¡¡Te quiero!!!!
LA CARTA
Hola Ron
¡¡Cómo va todo!!
Hoy he recibido una carta tuya, ¡solo una! Bueno, supongo que habrás estado ocupado ¡¡eh!! dime, ¿Has recibido tú mis cartas? He olvidado poner tu número de la dirección. Ya lo sé, soy una gran cabeza de chorlito, ya, ya.
Por favor escríbeme ¡Oh! ¡Ron te la cargaste! en la carta tenías que haber puesto señora Schaaf y no señorita Reichel. Bueno pues Manger se dio cuenta de eso. Bueno no ha dicho nada. Pero supongo que lo hará. Me podrían dar la espalda por esto. Bueno pues eso.
¡Cuéntame qué tal! A parte de lo del pelo, estoy un poco cansada supongo que de estar trabajando todo el día. ¡Perdona Ron si sueno enfadada! Estoy un poco resentida por todo. ¡Adivina el qué! Hemos conseguido unos 4.03$ en propinas hoy. ¡Está bien eh! Bueno espero que sí. Va todo para ahorrar.
Me gustaría que estuvieras aquí. Las navidades parecen tan lejanas y ¡¡el 19 de diciembre tendrás vacaciones!! Dios, espero que sí. Me preocupo por ti. A veces me dan ganas de despertarme allí solo para comprobar si tú estás bien. Ya me conoces. ¡¡Uno de estos días le voy a dar una patada al ejército donde más duele!! Ahora me está dando muchísima rabia. Necesito mucho saber algo de ti. Tú sabes, aquí estoy en la cama, escribiéndote. Y hace frío aquí. Se me ha olvidado encender la calefacción. Has visto, lo primero que hago nada más llegar a casa es escribirte.
Bueno es hora de dormir para mí, voy terminando la carta.
Con todo mi amor y mis mejores deseos. Gerri
P.S. Te quiero cabeza de cebolla. ¡¡¡¿Sonríe vale?!!
EL GENOCIDIO QUÍMICO CON EL ‘AGENTE NARANJA’
Los EEUU intentaron cortar el abastecimiento del norte bombardeando y rociando con herbicida la ruta Ho Chi Minh, (Duong Truong Son para los vietnamitas) senderos y caminos de más de 4.000 Km. que se extendían a través de Laos y Camboya.
Entre 1962 y 1971 el ejército estadounidense lanzó unos 75 millones de litros de esta sustancia sobre el país. El llamado agente naranja fumigó la selva y afecto tanto a las tropas norvietnamitas como a las propias fuerzas armadas norteamericanas. Los efectos de la operación Ranch Hand perduran desde entonces, provocando cáncer a los que la manipularon y severas malformaciones a los recién nacidos de la población civil. La firma canadiense Hatfield Consultants analizó la zona costera de la ciudad de Da Nang y descubrió que la contaminación era hasta 400 veces superior a los niveles aceptables.