«Yo le doy voz a la afasia»

La presentadora Carolina Casado lucha junto a Arpa por combatir e informar de este trastorno del lenguaje que afecta a un 80 por ciento de los que sufren un ictus

03 abr 2016 / 18:34 h - Actualizado: 03 abr 2016 / 22:20 h.
"Salud","Ciencia","Sociedad","Afasia"
  • La presentadora Carolina Casado es «la voz» de los afectados por la afasia. / José Luis Montero
    La presentadora Carolina Casado es «la voz» de los afectados por la afasia. / José Luis Montero
  • La presentadora Carolina Casado es «la voz» de los afectados por la afasia. / José Luis Montero
    La presentadora Carolina Casado es «la voz» de los afectados por la afasia. / José Luis Montero

El lenguaje es una de las características que diferencian al ser humano del resto de seres vivos. La capacidad de pensar, de emitir sonidos, de comunicarse, de hacerse entender, no es solo síntoma de inteligencia, sino que ha sido lo que ha permitido avanzar a la humanidad. En pleno siglo XXI, en pleno apogeo de los medios de comunicación, con los avances tecnológicos y las redes sociales en su máximo esplendor, perder la capacidad de comprender o emitir el lenguaje es sumergirse en un mundo alternativo para el que esta sociedad no está preparada. Pero mucho menos lo están las personas que se ven abocadas físicamente a esta situación, de un momento para otro, sin esperarlo, recibiendo un mazazo duro y dramático que les obliga a cambiar radicalmente su estilo de vida y a verse obligados a relacionarse de otra forma con su entorno.

Los pacientes con afasia tienen que superar, no solo los problemas físicos que deja un ictus en sus vidas y en la de sus familiares, sino también las secuelas psicológicas que se derivan de él. Dependiendo del grado que tengan, en la mayoría de los casos deben aprender a hablar, a relacionar, a conocer lo que ya conocían y, sobre todo, a comunicarse en igualdad de condiciones que el resto de la gente.

Carolina Casado, presentadora del espacio Corazón de Televisión Española, ha puesto el latido del suyo acompasado con el de todas estas personas que sufren afasia. Desea ser un «altavoz» para gritar y concienciar al mundo de este problema. «Las cosas nunca se saben como te llegan y cuando te llegan descubres que son estupendas. Si lo hago es porque espero y deseo que vaya bien», afirma. Para ello es la imagen de un spot que lanza un mensaje «como tienen que ser los mensajes, cortos para que lleguen a donde se tiene que llegar, a la sensibilidad del espectador».

Carmen, una amiga en común con la presidenta de ARPA, Chary Maldonado, fue el nexo de unión para acercarla a la Asociación para la Rehabilitación y Prevención de la Afasia. «Ha sido fantástico este momento en el destino porque me ha puesto en contacto con gente maravillosa, porque dan algo sin recibir, y eso es lo más que se puede decir de las personas», asevera.

Carolina tiene muy claro que «quien quiera hacer algo es como todo en la vida. Si uno es famoso y utiliza su fama para hacer algo bueno, es como la gente anónima que utiliza su vida para hacer cosas bonitas. Yo estoy por la labor, y la recompensa buena de esa fama es hacer este tipo de cosas. Nunca me he visto en una situación así, aunque siempre lo pensé. Pero ahora es el momento».

El desconocimiento sobre este trastorno que, en el 80 por ciento de los casos, se produce por un ictus o accidente cerebrovascular, es muy grande aún. Si a esto se suma la escasez de estudios y la impotencia de las familias ante tan poca información, urge la necesidad de alzar la voz para denunciar esta situación. «Lo que me ha hecho conectar con este tema es cómo puede ser que algo tan cotidiano sea tan desconocido. Soy la primera que tengo mucha gente alrededor y también la primera en tener un desconocimiento brutal», expresa Carolina.

De ahí que se haga la siguiente pregunta: «¿Quién mejor que alguien que se dedique a la comunicación para no querer ni imaginarse lo que significaría no poder comunicar? La respuesta es el slogan que hemos creado, Yo le doy voz a la afasia».

Para la presentadora es vital aunar fuerzas y concentrar esfuerzos. «Lo que no se publicita, lo que no se da a conocer –asegura–, cae en el olvido. Lo que hay que hacer es publicarlo, publicarlo y publicarlo, hasta que la gente sepa de la afasia como de la gripe, que existe y que tiene nombre. Es fundamental que las administraciones hagan algo más para ayudar a los que padecen el trastorno»