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Se abren las puertas de la capilla de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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Se abren las puertas de la capilla de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
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Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
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Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
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Balcones atestados al paso de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
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La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
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La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
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Las manos de la Virgen del Rosario. / Manuel Gómez
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Petalada para la Virgen del Rosario. / Manuel Gómez
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La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
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La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
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Devotos jóvenes y muy jóvenes al paso de Monte-Sión. / Manuel Gómez
Se abren las puertas de la capilla de Monte-Sión. / Manuel Gómez
Se abren las puertas de la capilla de Monte-Sión. / Manuel Gómez
La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
Jesucristo en el Huerto, en la puerta de su capilla. / Manuel Gómez
Balcones atestados al paso de Monte-Sión. / Manuel Gómez
La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
Las manos de la Virgen del Rosario. / Manuel Gómez
Petalada para la Virgen del Rosario. / Manuel Gómez
La hermandad de Monte-Sión. / Manuel Gómez
La Virgen del Rosario abandona su capilla. / Manuel Gómez
Devotos jóvenes y muy jóvenes al paso de Monte-Sión. / Manuel Gómez
