Hasta 2016, glorioso mes de abril

Espléndida Feria para el Sevilla, que sigue soñando con la Champions. Los de Unai ilusionan con la mejor Liga de su historia y con otra semifinal en la agenda

26 abr 2015 / 22:10 h - Actualizado: 26 abr 2015 / 21:45 h.
"Sevilla FC","Biris","Javier Tebas","Unai Emery","Iago Aspas","Deulofeu"
  • Aficionadas vestida de flamenca en la grada. / M. Gómez
    Aficionadas vestida de flamenca en la grada. / M. Gómez
  • Kolo felicita a Carriço por su gol. / M. Gómez
    Kolo felicita a Carriço por su gol. / M. Gómez

Nervión ha terminado la Feria con otra sonrisa de oreja a oreja. Buena fue la Semana Santa y magnífica los seis días de albero y sevillanas. Excelente mes de abril que coloca al Sevilla en disposición de arrebatarle al descansado Valencia la cuarta plaza y de meterse en su cuarta final de la Europa League. Casi . El de este domingo ha sido un día cualquiera en Nervión, donde no faltaron los cánticos de la afición del Sevilla pidiendo la marcha de Javier Tebas de la presidencia de la LFP, secundada por los hinchas desplazados desde Vallecas, que mostraron una pancarta en contra del abogado oscense que le fue confiscada por la Policía en una decisión de dudoso respeto por la tan proclamada libertad de expresión. Las cosas del nuevo fútbol...

Pero fue un día cualquiera porque este Sevilla ha acostumbrado a su gente a planear grandes partidos y a disfrutar del resultado cada vez que comparece en el Sánchez-Pizjuán. El hincha del Sevilla ya tiene de nuevo el cosquilleo en su barriga por el iniminente envite ante la Fiorentina. La afición, una parte de ella en números rojos por culpa del esplendor del Sevilla en Europa en los últimos años y esa tradición en la afición de acompañar al equipo a donde sea, rebusca ya por internet vías asequibles para ir a Florencia, escudriñan la plantilla de la Fiore, sospechan del ímpetu de Joaquín y se quejan, quienes no sacaron el carnet completo, de los precios para la ida en Nervión.

Si por algo no fue un día cualquiera fue porque jugaron Iago Aspas y Gerard Deulofeu. Con el partido aburrido, la entrada del catalán, que dispuso de más tiempo, captó todas las miradas. El sevillismo es una afición enamorada de los jugones, siempre lo fue. El catalán lo es pero Emery no lo ve capacitado aún para rendir en el Sevilla. En cualquier otra circunstancia el sevillismo clamaría, pero don Unai tiene mando en plaza: “Por algo será...”, piensa ahora el hincha del Sevilla en referencia a los pocos minutos de Deulofeu.

En la misma tesitura está Aspas. Ninguno de los dos destacó ayer. De hecho, el catalán estuvo horrendo, quizás nervioso por sentirse obligado a hacerlo casi perfecto. Se le agota el tiempo de cesión a Deulofeu, se le va el tiempo de demostrar que su talento natural para jugar la pelota no se ve amordazado por una ausencia notable de competitividad y espíritu de equipo, tan necesarios como lo primero para el fútbol de alto nivel. La afición, y Unai, están deseando que dé ese paso. Igual que desean que Aspas marque en los pocos ratos que, de forma más entendible, Emery le concede. No todo iba a estar bien. No todo puede ser perfecto. Pero en el Sevilla, casi.