El pasado abril, a punto de cerrarse el acuerdo político que permitiría un Gobierno de PSOE e IU en Andalucía, uno de los artífices de ese pacto desde las filas comunistas, José Luis Centella, animó a comparar lo que iban a ser los primeros cien días del Ejecutivo andaluz con los de Mariano Rajoy. Al secretario general del PCE no le faltó razón. No precisamente por el documento que horas después se distribuiría y que recogía el compromiso para el Gobierno de Andalucía de cumplir con 200 medidas y 28 leyes. Ese voluminoso acuerdo (75 folios), que se presentó como la alternativa a la política del PP, está prácticamente sin tocar. Lo más destacado de lo que se ha puesto en marcha es el plan de empleo dotado con 200 millones de euros que proceden de fondos europeos y se arrastran desde la anterior legislatura. Poco más. El Gobierno de izquierdas no ha tenido tiempo, capacidad ni dinero para exhibirse en sus políticas, como planeaba. Se ha llevado los últimos tres meses contrarrestando las políticas del Gobierno de Rajoy. Sin duda que el presidente del PP ha marcado la agenda. Ha tenido al Ejecutivo de izquierdas cogido por las solapas desde abril. La gran misión ha sido evitar las sacudidas.
Aunque se informó de que el presidente Griñán haría el balance de los 100 días de Gobierno no fue finalmente así. Fue la secretaria de Política Institucional, Verónica Pérez, quien puso voz desde el partido al balance del Ejecutivo autonómico. Y admitió que la "prioridad" ha sido "defender los intereses de Andalucía y de los andaluces" frente a "los ataques permanentes" del Gobierno central a la comunidad.
Sobre el acuerdo programático suscrito con IU, que incluso la federación de izquierdas sometió a referéndum, la socialista mantuvo que sigue "vigente" y que es "la hoja de ruta" aunque "ha cambiado sustancialmente la situación por decisiones del Gobierno". Quedó claro en el balance que se expuso en la sede del PSOE andaluz. Cada medida del Gobierno andaluz tenía haz y envés. Según expuso la portavoz socialista, frente al copago sanitario, Andalucía adelantará el dinero de las medicinas a sus mayores; si se suprime la asistencia sanitaria a los inmigrantes, Andalucía garantiza la cobertura; si el Gobierno elimina becas y sube las tasas universitarias, la Junta mantiene una subida mínima; si "atacan" la escuela pública, Andalucía se niega a subir la ratio de alumnos por aula; frente a la reforma laboral, un plan para crear empleo... Los socialistas pusieron además en valor el cruce de recursos entre el Estado y la Junta. El Gobierno central recurrió la subasta de fármacos o las oposiciones de Secundaria convocadas por Andalucía. El Ejecutivo autonómico ha llevado al Constitucional los recortes en sanidad y educación. "Hemos tenido que contrarrestar la acción del Gobierno del PP y no ha sido fácil. No nos lo están poniendo fácil", dijo Pérez.
Eso en lenguaje PP se llama "radicalismo", "provocación", "confrontación", "deslealtad" y "despilfarro". No solo en la sede socialista hicieron balance de los primeros 100 días.
El PP andaluz mantuvo una reunión del Comité de Dirección en Málaga que contó con la secretaria general, María Dolores de Cospedal y con su portavoz, Carlos Floriano. El presidente de los populares andaluces, Juan Ignacio Zoido, tildó el Ejecutivo de José Antonio Griñán como el "más radical" de la autonomía, denunció el "entreguismo" a IU y aseguró que el PP "no se va a dejar provocar". En el relato de Zoido, el Gobierno andaluz está inmerso en "una parálisis total y absoluta" por su "obsesión" por confrontar con Rajoy. El también alcalde de Sevilla volvió a agitar el discurso de que el Gobierno andaluz tiene una enorme deuda "escondida en los cajones y bajo las alfombras" que disparará a 28.300 millones el déficit autonómico. Desde el PP-A acusaron a la Junta de no saber gobernar y controlar sus cuentas y de haber engordado el plantel de cargos públicos para dar acomodo y sillones a IU.
Tanto PSOE como PP obviaron cualquier análisis autocrítico mirando hacia sus filas. También así resumieron lo que han sido los 100 días políticos desde que tomó posesión el Gobierno que se eligió el 25 de marzo. Bronca y más bronca, con el Ejecutivo de izquierdas ejerciendo la oposición a Rajoy y el PP andaluz en una ofensiva para salvar a los suyos.
