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12-O: Tótum revolútum en el corazón de Plaza Nueva

Los sevillanos se arremolinan en torno a la fiesta de las sevillanas de la Expo 92 y las degustaciones de las casas regionales.

el 12 oct 2012 / 18:21 h.

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Quien ayer se acercó hasta la Plaza Nueva se topó con una mini Feria de Abril, a la que sólo le faltó los farolillos y las flamencas. La fiesta del XX aniversario de la Expo 92 -organizada por Radio Sevilla y la Delegación municipal de Participación Ciudadana- coincidió con la inauguración del IV Encuentro de Casas Regionales y Provinciales en Sevilla. Ello propició un revoltijo de actos que concitó a un gran número de personas que deambulaba por la Plaza Nueva sin entender muy bien qué se celebraba.

Una bandera de Aragón era enarbolada a las puertas de la Casa Consistorial. Por suerte para Zoido y su Gobierno no era ninguna protesta de las que a diario acampan en esta zona en protesta por los recortes y la política económica del PP. En este caso, la enseña pertenecía a un grupo de aragoneses, que, vestidos con los trajes tradicionales, se disponían a cantar (y bailar) unas jotas en honor de la Pilarica. "Somos de la Agrupación Folclórica Estirpe de Aragonía, de Huesca, que este año hemos cambiado las Casas de Aragón en Cataluña por las de Andalucía para celebrar el Día de la Virgen", explicaba Silvia, que no dejaba de anotar en su cuaderno el orden de las canciones que iban a interpretar: "Anso, Jota de Molinos, San Lorenzo, Sha Feito de Nuey..."

El sonido de las castañuelas y el vistoso baile de las jotas aragonesas reclamó la atención de muchos transeúntes, que hasta se encaramaron en lo alto de los marmolillos para hacer fotografías: "Es precioso. Ellos se lo pasan bien y nosotros también", indicaba Irene, una cordobesa que pasaba el puente en Sevilla.

Al filo del mediodía la Plaza Nueva ya estaba "llena", como apuntaba el delegado de Participación Ciudadana, Beltrán Pérez, quien aventuró que la cita de las casas regionales que se prolongará hasta mañana domingo será "un éxito", pues ya antes de su inauguración oficial era "un hervidero de gente". "Vamos a contar a los ciudadanos por miles", le bromeaba a Silvia Clemente, consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León -la región homenajeada en esta edición-. Clemente aprovechó su intervención para lanzar un mensaje de unidad "en este momento de independencia y segregación": "Como dice Zoido, la muestra ofrece una visión integradora al aunar esfuerzos y voluntades en un tiempo que es muy de agradecer".

Los representantes de las distintas casas regionales y provinciales aguantaron el tirón a pleno sol mientras se daba el pistoletazo de salida. Algunos de los asistentes optaron por ir a los stands mientras que se sucedían los discursos sobre el escenario. Sólo los vítores de Beltrán reclamaron la atención, y hasta la disconformidad de alguno de los asistentes. "¡Viva Sevilla!, ¡Viva Andalucía!, ¡Vivan las Casas Regionales y sus Comunidades Autónomas!, ¡Viva Cataluña! y ¡Viva España!" Estos dos últimos recibieron abucheos a partes iguales.

Al margen de la oficialidad, los sevillanos ya habían tomado la plaza. Muchos estaban realizando las primeras compras, como María Isabel, una vecina de la provincia que había venido a la capital para hacerse con quesos de oveja e ibéricos de la marca Tierra de Sabor de Castilla y León, la tierra de su padre: "Vino hace 50 años desde Torrebarrio, en León. Verás la alegría que le voy a dar cuando le lleve esto", afirmó mientras retiraba la compra.

El Hogar Canario estaba exornado con esterlicias, una flor típica de las islas. Eso sí, muchos preguntaban por sus plátanos. Otros descubrían el famoso rancho canario: "¡Qué bueno! Ponme un bote", dijo un joven sevillano. Al lado, en la Casa de Cantabria, Rocío invitaba a visitar la Vega de Pas o la playa de Oyambre: "Allí somos muy hospitalarios y tenemos sitios con mucho encanto".

La caseta de Participación Ciudadana parecía la entrada de un centro comercial en rebajas. La gente se amontonaba a la espera de recibir un obsequio tras acreditar que estuvo en la Expo 92. Javier logró hacerse con un libro de Semana Santa. Hace 20 años sólo tenía 12, pero aun así sus padres le sacaron el pase. Su mayor recuerdo: "El telecabina, porque fui con el colegio y nos lo pasamos genial", añora este joven de 32 años.

La temperatura iba subiendo mientras que Curro, la mascota de la Expo, se hacía de rogar: "Es la una de la tarde, ¿cuándo va a venir para hacerme una foto con él?", se quejaban. Empezaba entonces la "gran fiesta" para conmemorar la clausura de una muestra que cambió Sevilla. En el backstage, a pie de escenario, se producía el reencuentro de algunos artistas que pasaron por el ya desaparecido Palenque. Entre ellos, Amigos de Gines, Albahaca, Los Cantores de Híspalis y Siempre Así. Era el homenaje a las sevillanas del 92, que había organizado la Cadena Ser y Participación Ciudadana. Precisamente, la ciudad recordaba al golpe de palmas una exposición en la que, como bien recordó uno de los integrantes de Amigos de Gines, no estaban contempladas las sevillanas: "Tuvimos que batallar para estar presente en la Expo", señaló Alonso Pavón. Ya sobre el escenario se desató la alegría contagiosa del tres por cuatro. Sonaron sevillanas tan conocidas como Pasa la vida, Sevilla siempre será o Cuando vuelva a Sevilla en primavera. Muchos los seguían con las palmas y otros se marcaban unas sevillanas en una plaza rendida al compás.

Pascual González y los Cantores de Híspalis pusieron el broche con la interpretación de Son Andaluces, una versión del himno de Andalucía escrita para la Expo y que ayer sonó para recordar que hace 20 años cerraba el recinto de la Cartuja. La guinda de esta multifiesta la puso un ave de cresta multicolor con el que todos querían fotografiarse. Sí, después de tanta espera, al final llegó "¡Cuuurro!/¡Cuuurro!".

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