Éste es el Gobierno andaluz con un perfil más técnico, y eso explica el bajo conocimiento de la mayoría de consejeros. La media de familiaridad que suman los 15 titulares no llega al 14%. Pero, a excepción de Rosa Aguilar, que es con mucho, la más conocida (58,8%), los miembros más políticos y los que repiten cargo tampoco suben la media.
Hace algo más de dos meses, a Griñán le dejaron formar su equipo de Gobierno sin premisas ni herencias orgánicas, y eligió a personas de confianza que estaban lejos del foco mediático. Gente con la que había trabajado en la Consejería de Economía y Hacienda, como Antonio Ávila, que pasó de la cuasi anónima secretaría general de Economía a sustituir a un peso pesado como Gaspar Zarrías en Presidencia. O como Carmen Martínez Aguayo, de viceconsejera de Hacienda a consejera, en sustitución del propio Griñán. Ávila tiene un índice de conocimiento muy bajo (6%), y Martínez Aguayo, que se afilió al PSOE un mes antes de ser nombrada, roza el 12%.
Pero, si algo deja patente este nuevo Gobierno -en el que por primera vez no ha primado el peso territorial del PSOE por provincias- es que los representantes políticos, a excepción de los líderes de partido, son personajes casi anónimos para la gente. Alguien como Zarrías, mano derecha de Chaves durante 19 años, era conocido por el 37% de los encuestados en el último sondeo que publicó El Correo sobre la valoración de consejeros (noviembre de 2007).
De los 15 titulares del Gobierno de Griñán, destacan sólo tres con un peso político específico -Rosa Aguilar, Luis Pizarro y Mar Moreno-, y aunque están entre los más conocidos, el grado de familiaridad es muy desigual entre ellos. Rosa Aguilar, la única que no es socialista de este Gobierno socialista, es una vieja conocida del público, según seis de cada 10 encuestados (58,8%). La ex alcaldesa de Córdoba y ex líder de IU es la que sube, con mucho, la media de conocimiento del equipo.
En esto influyó la excepcionalidad del fichaje, porque por primera vez una carismática dirigente de la oposición dejaba su partido para entrar en la Junta. La noticia tuvo relevancia por sí misma, pero también el perfil popular y mediático de Aguilar la distinguen del resto de consejeros.
Luis Pizarro, que por ser el secretario de Organización del PSOE andaluz desde hace casi 15 años tiene una presencia diaria en los medios, es como titular de Gobernación el segundo más conocido. Pero con un 24,6%, menos de la mitad que Aguilar. Y Mar Moreno, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, ex presidenta del Parlamento y señalada como posible relevo de Chaves es familiar sólo al 19,5%, el tercer rostro más habitual para los andaluces.
De estos 15 consejeros, nueve ya lo eran con Chaves hace un año, antes del cambio de Gobierno: Micaela Navarro, que repite en Igualdad por séptimo año consecutivo, le resulta familiar al 15% de encuestados. Aparte de ella, el resto no parece haber calado en la memoria de los encuestados. María Jesús Montero, que también lleva siete años en Salud, es familiar para el 10,7%, y Antonio Fernández en Empleo en el mismo periodo, el 6,4%. Martín Soler, que ha pasado de Agricultura a Innovación obtiene un 10,8%. Cabe destacar a Juan Espadas, que renueva como Consejero de Vivienda. No tenía perfil político cuando lo nombró Chaves, y sigue sin tenerlo ahora. Es el más desconocido de los consejeros (5,1%), por detrás incluso de gente que ha entrado después que él, como Antonio Ávila o Begoña Álvarez (8%).
Los consejeros suelen ser más conocidos en sus provincias natales. Aunque este muestreo se haya hecho proporcionalmente en las ocho provincias, la variable del origen de los consejeros no se ha desagregado en este sondeo.