Hasta una docena de asambleas simultáneas en un día -el pasado 4 de junio- para explicar en los barrios cómo puede conseguirse una democracia más participativa; el campamento base en las setas de la Encarnación para dar visibilidad al movimiento 15-M , con concentraciones periódicas en las escalinatas; grupos sectoriales sobre asuntos como feminismo o diversidad cultural; un blog oficial con actualizaciones permanentes que incluyen las actas de las asambleas, nuevas convocatorias o información sobre otras acampadas del país; entradas en Facebook, Tuenti o Twitter y hasta una emisora de radio y un canal de televisión, Tiviyú, que cuelga en Youtube las informaciones o reportajes que el movimiento se queja de no ver en los medios de comunicación convencionales.
La ebullición de la masa social que lo impulsa, con seguimiento inmediato de cada propuesta, ha convertido al 15-M en algo tan hiperactivo que es imposible estar en todo, aunque tampoco es la idea: sin organización previa, de forma espontánea, los ciudadanos con ganas de hacer oír su voz, denunciar injusticias y trabajar para que se les haga caso se han ido arrimando a lo que más se acerca a su forma de entender este totum revolutum que está creciendo en Sevilla. Ahora, junto a acciones puntuales como la protesta el sábado pasado ante los Ayuntamientos en los que se constituían las corporaciones, llega el momento de afianzar la forma de que lo logrado no se pierda. En Sevilla la fecha de referencia que asusta a algunos es el día 19, cuando se levante la acampada .
"El objetivo está conseguido, porque llevábamos años pensando y diciendo en voz baja esto de lo que ahora hablamos con voz fuerte; y porque se han constituido asambleas en los barrios y en los pueblos, una estructura con la que vamos a seguir trabajando", opinaban ayer varios asistentes a la asamblea general celebrada en la Encarnación.
Entre otros asuntos, se debatía si acelerar el desmontaje del campamento, en el que tras un mes el cansancio -y la presencia de gente que se arrima al calor de la acampada sin compartir sus objetivos, como ocurrió en Madrid- está haciendo mella. Al final se acordó convocar una gran concentración pasado mañana, día 15, las escalinatas en las que ya otras veces se han congregado miles de personas y a partir de ahí iniciar el desmontaje, para que dé tiempo de recoger todo lo que se ha organizado -desde la cocina o la biblioteca a la emisora de radio-, de forma que el día 19, cuando está convocada la próxima gran manifestación, todo esté expedito y se puede celebrar una gran fiesta de despedida.
Las 13 asambleas de barrios y las 14 de pueblos inscritas ya en la coordinadora del movimiento -las actas de asambleas y las actividades previstas pueden consultarse en la web asambleasbarriosypueblos.org - son ahora la plataforma en la que se apoyará el movimiento. Las reuniones en los pueblos, aún incipientes, han congregado a entre 35 y 300 personas -cifras reales, porque en las asambleas se cuentan una a una-, una cifra nada despreciable para una iniciativa espontánea. "Hemos aprendido una forma de participar y ahora no vamos a abandonarla", repetían ayer.
En paralelo, con participantes y objetivos similares pero con sus particularidades, el movimiento Democracia Real Ya -que convocó la protesta del 15-M, de la que surgió la acampada- ha celebrado dos asambleas de reorganización para establecer su estructura, más centrada en internet, donde el grupo surgió cuatro meses antes de la manifestación del 15-M. Ha establecido su presencia en las mismas asambleas de barrios y pueblos, pero también ha creado grupos transversales como el tecnológico, para llevar estas iniciativas a internet con más rapidez, o el laboratorio de ideas en el que ya ensayan una especie de Wikipedia para desarrollar sus propuestas de mayor participación democrática con la participación de todo el que quiera.