Más de 700.000 ciudadanos tienen derecho a depositar su papeleta en un sondeo que según dijo el viernes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no va a ningún sitio" pero que para el vicepresidente catalán, José Luis Carod Rovira, no tendrá "consecuencias legales pero sí morales".
Es más, 19 observadores internacionales y 10 representantes políticos gallegos y vascos controlarán hoy las consultas por la independencia de Cataluña. El diputado de ERC y responsable de la coordinadora Uriel Beltrán explicó que los observadores se dividirán en diez grupos que visitarán las principales poblaciones donde se efectuará el referéndum, y valorarán la fiabilidad del control de la identidad de los votantes y las garantías en el recuento de votos. Tras el referéndum, redactarán un informe sobre la jornada de votaciones que se enviará a los principales organismos internacionales y a las instituciones catalanas.
Otro de los políticos que se mostró partidario de la votación fue el presidente de Unió, Josep Antoni Duran, quien aseguró ayer que se trata de un ejercicio democrático, responsable y pacífico de expresar la opinión. "No debemos confundir las cosas. Detrás de éstas no sólo hay la independencia sino también un malestar de Cataluña ante la actitud del Gobierno central, que no es el único responsable porque ha habido anteriores gobiernos que han generado desánimo en Cataluña", aseguró. En cambio, para la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, las consultas "son un simulacro más que el PSC usa para presionar al Tribunal Constitucional sobre la sentencia del Estatut".
En un comunicado, Sánchez-Camacho culpó al PSC de haber sido "cómplice directo, por acción u omisión", de estas consultas organizadas por entidades privadas, que para ella "ofrecen una imagen distorsionada de Cataluña en el resto de España".
primer sondeo. Aunque la cita será hoy, la localidad más pequeña de toda Cataluña con 24 habitantes, Sant Jaume de Frontanyà (Barcelona), optó por realizarla ayer sábado e incluso se desplazó hasta allí el presidente de ERC, Joan Puigcercós, para arropar al alcalde de pueblo, Ramón Vilalta, quien depositó su papeleta con el ‘sí'. A la salida, el regidor mostró su satisfacción por la consulta y la expectación que ha levantado en su municipio. Aseguró servirán para "ampliar la conciencia" de los catalanes, y expresó su deseo de que las votaciones sirvan para impulsar un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña en el futuro. "La llama del independentismo se extenderá" a partir de las consultas soberanistas, sostuvo. Puigcercós, por su parte, aseguró que se estaba dando un paso importante para lograr una Cataluña independiente. "De Sant Jaume de Frontanyà a Bruselas", remachó. En esta localidad ganó el ‘sí' con 18 votos a favor y sólo uno en contra.
El pueblo que abrió la veda en este tipo de consultas fue Arenys de Munt (Barcelona) el pasado 13 de septiembre. Con una participación del 41% de la población, casi el 100% de los electores votó a favor de la independencia de Cataluña.
Tras esta consulta también se esconde la idea de los independentistas de extenderla por otras regiones españolas. De hecho, la plataforma impulsada por el PSM en favor de las consultas populares en Baleares fue constituida ayer con un total de 103 regidores adheridos a la iniciativa, pertenecientes a municipios de las cuatro islas. Como objetivo principal tiene el de articular un amplio movimiento de concejales y alcaldes en favor del derecho a decidir libremente e instar al Gobierno regional a que elabore un proyecto de ley que regule las consultas en la comunidad autónoma, entre las que se incluyen las relacionadas con el derecho a la autodeterminación de la región.
