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175 años de historia muy refrescante

el 08 feb 2011 / 14:48 h.

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"¿Qué van a tomar? Yo un Nestea. Él una Coca Cola y ella una Fanta de Naranja". En este acto tan cotidiano, como es sentarse en un bar a tomarse un refresco con los amigos, no se es consciente de estar tomando una bebida con más de un siglo y medio de existencia. Y es que este producto tan consumido por los españoles lleva formando parte de la historia desde hace nada menos que 175 años.

Tanto las bebidas refrescantes como su industria han cambiado notablemente, del mismo modo que la publicidad, los envases y los procesos de elaboración que se han ido modernizando con el paso de los años. El proceso evolutivo que ha sufrido todo el sector relacionado con este producto se muestra estos días en una exposición que puede visitar todo aquel que lo desee en el centro comercial Plaza de Armas hasta el próximo 12 de febrero. El horario de la exposición es de lunes a sábado, de 10.00 a 22.00 horas.

Los andaluces se encuentran entre los españoles que más disfrutan de los refrescos. De hecho, suele ser la bebida preferida en sus relaciones sociales o para preparar cocteles y combinados.

La colección alberga más de un centenar de botellas de marcas tan conocidas como Coca Cola, Fanta, PepsiCola, Kas, e incluso la reproducción de una botella creada en el siglo XVIII por Jean Jacob Schweppes para la famosa tónica. Además, se pueden ver tapones y etiquetas con las que se comprueba la transformación del sector en cuanto al diseño.

Siguiendo el recorrido de la exposición, se pueden ver elementos de gran valor histórico, muchos de ellos procedentes de Andalucía. Es el caso de una de las botellas del primer refresco sin gas, que tiene en su base la forma de las tres naranjas valencianas con las que se elaboraba -de distintos tipos-, y que dieron lugar a su singular nombre: Trinaranjus. También se conservan algunos sifones, los primeros envases de las bebidas refrescantes elaboradas entonces en farmacias.

Curiosamente, los orígenes de las bebidas gaseosas, por raro que parezca, fueron terapéuticos, ya que se utilizaban para mejorar pequeñas afecciones estomacales. Sin embargo, su capacidad para calmar la sed y su agradable sabor han hecho que se hayan convertido en unas de las bebidas más consumidas, extendiendo su distribución a hasta los lugares más recónditos.

La colección tiene un espacio para las botellas de las gaseosas más populares en el mercado nacional, como las de La Casera, La Revoltosa o la Pitusa, entre otras, que durante varias décadas fueron líderes de ventas. No había ni un solo hogar español en el que no se consumiera La Casera, por ejemplo. En los años 50 había más de 5.000 fabricantes de bebidas gaseosas en todo el país. Habitualmente distribuían sus productos de forma muy localizada y no traspasaban las fronteras de su provincia.

La exposición contiene, por último, curiosidades. Por ejemplo, sabrá tras la visita que la primera bebida refrescante en España fueron los sifones y que algunos hospitales distribuían estas bebidas a pacientes de forma gratuita.

Asimismo, conocerá que el primer refresco sin burbujas -por su elaboración a base de zumo de naranja- data de 1934, y su origen, valenciano.

También les sorprenderá saber que antes de la Guerra Civil Española las gaseosas llevaban azúcar entre sus ingredientes. Los fabricantes que lo sustituyeran por sacarina u otros edulcorantes podían ser sancionados con pena de cárcel.

Por su parte, los característicos envases con tapón a presión de porcelana y alambre se hicieron tan populares que los consumidores se quedaban la botella en lugar de devolver el casco retornable, por lo que hubo que aumentar la producción de estos envases.

Desde los primeros sifones y hasta llegar a nuestros días, donde la variedad de productos es la principal característica, España ha destacado por su elaboración. Actualmente, es el tercer productor europeo de este tipo de bebidas, por detrás de Alemania y Reino Unido.

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