El Gobierno central ha alertado ya de que faltan médicos en especialidades como Pediatría. La luz roja ha llevado a la Junta y a las universidades a impulsar un aumento de la oferta de plazas en un 15% en los dos próximos años. La lista de espera de jóvenes que se quedan sin estudiar Medicina en la Hispalense suma la friolera de 2.051 personas.
Y esto si se cuenta sólo con los estudiantes que solicitan entrar en la carrera por la vía de Selectividad (también están los que vienen de FP, los ya titulados, los extranjeros y los de la opción de mayores de 25 años). Las carreras de Ciencias de la Salud y, en especial Medicina, están de moda -ésta última tiene una nota de corte superior al 8,5-. Pero pese a la fuerte demanda, el Ministerio de Sanidad, junto con la Consejería andaluza de Salud, han avisado ya de que faltan médicos en especialidades como Pediatría, Medicina familiar, Anestesiología y Radiología.
¿Qué motiva esta paradójica situación? Durante años, la Administración cerró el grifo al incremento de plazas en Medicina, alegando para ello el coste que tiene formar a este tipo de profesionales. Y así se estuvo cumpliendo a rajatabla el mandato gubernamental durante años. Desde el curso 1999/2000 al actual, la oferta en la Facultad de Medicina de la Hispalense ha subido tan sólo en 23 plazas, según datos oficiales de la institución.
Pero esta medida de contención ha venido acompañada en paralelo por un envejecimiento -y, por consiguiente, jubilación- de la plantilla. ¿No se tuvo en cuenta esta situación? Fuentes académicas consultadas hablan de falta de planificación por parte de la Administración que ahora se ha apresurado a pedir un incremento de la oferta de plazas en un 15% en los dos próximos años, a razón de un 7,5% por curso.
Así se aprobó en el seno de una reciente Conferencia General de Política Universitaria. En el caso de Medicina en la Hispalense se está en estos momentos elaborando la propuesta para el próximo curso, que tendrá que ser debatida y aprobada por el Consejo de Gobierno. Se haga lo que se haga, el presidente de la Conferencia Nacional de decanos de Medicina, José María Peinado, lo que reclama es la necesidad de que los incrementos se ejecuten de "forma gradual". El próximo 30 y 31 de enero hay reunión del Distrito Único Andaluz, donde es posible que se aborde este tema.
Pero formar un médico lleva tiempo. Como mínimo, diez años. Y no es sólo una cuestión de plazas en la universidad, sino de espacio también en los hospitales. La mitad de la formación de un médico es la práctica clínica. El problema es, por tanto, compartido entre Educación y Salud.
Además de a la gestión de las plazas de nuevo ingreso, los profesionales del sector apuntan a otros motivos que, a su juicio, explican la falta de médicos. Juan Bendito Aberola, presidente del sindicato de médicos de asistencia pública, en un artículo publicado en el Diario Médico, sostiene que no hay escasez de profesionales y lo explica: "Falta que a los médicos que terminen su periodo formativo MIR se les ofrezca una plaza en expectativa de destino. No faltan médicos en algunas especialidades, falta una programación adecuada del número de plazas que se ofrecen".
