La Audiencia Nacional condenó ayer a 20 años de cárcel a Arnaldo Orta, quien secuestró en el año 2000 a dos empresarios españoles en la antigua república soviética de Georgia. Sus familias pagaron 550.000 dólares (unos 373.450 euros) por su liberación.
Arnaldo Orta Luzardo, un ciudadano español conocido por el alias Álex, ideó y ordenó en noviembre de 2000 el secuestro de los industriales José Antonio Tremiño Gómez y Francisco Rodríguez Cabal. Todo ocurrió en Tiflis, la capital de Georgia, y los dos empresarios permanecieron cautivos 373 días. Ayer, la Audiencia Nacional condenó a 20 años de cárcel a Arnaldo Orta Luzardo.
Junto a la pena correspondiente a dos delitos de secuestro terrorista, la sentencia obliga a Orta a indemnizar con 750.000 euros a Tremiño Gómez y a los herederos de Rodríguez Cabal por las secuelas que les dejó el secuestro y a pagar el rescate conjunto de 550.000 dólares que abonaron sus familias.
El fiscal había solicitado 30 años de prisión e indemnizaciones de dos millones de dólares por el rescate y un millón de euros para cada uno de ellos por las secuelas provocadas. Según la sentencia, los secuestros han de considerarse delitos de terrorismo porque la acción fue ejecutada por "un grupo criminal estructurado, organizado y con una permanencia en el tiempo", que se encontraba "perfectamente armado" y que llevaba a cabo "de modo indiscriminado una variada gama de actividades delictivas" que generaban "inseguridad y alarma en la ciudadanía". De hecho, los policías y militares georgianos que integraban la banda fueron condenados en enero de 2005 por estos mismos sucesos.
Una operación organizada.
Orta, que fue localizado en abril de 2006 en Las Vegas (Estados Unidos) y extraditado a España, se presentó ante el tribunal como un mero intermediario entre las partes.
En efecto, según la sentencia, actuó como mediador entre las familias de los empresarios y quienes les tenían retenidos los dos o tres primeros meses y en ese tiempo percibió unos 8.000 dólares que entregó a los secuestradores. Además, la Audiencia considera probado que Orta alojó a los dos empresarios en un hotel que regentaba durante cinco días, allí "pudo tenerlos controlados".
El condenado ordenó al "grupo de terroristas concertado" por él mismo que interceptaran su marcha en la madrugada del 30 de noviembre de 2000, cuando se dirigían al aeropuerto. Una vez interceptada la marcha del coche en que viajaban, los sacaron a la fuerza, les obligaron a introducirse en otro vehículo, y los dos hombres fueron retenidos hasta el 8 de diciembre de 2001, cuando fueron liberados después de que sus familias pagaran el rescate.
En el juicio, mientras sus familiares dieron cuenta de las gestiones que realizaron para pagar el rescate, Tremiño relató las "tremendas vicisitudes y vejaciones" que tuvo que sufrir durante su cautiverio. En ese tiempo de más de un año, los secuestrados fueron trasladados a diferentes lugares para no ser localizados y sufrieron "frecuentes y violentas agresiones". Como ejemplo, la sentencia señala que los empresarios secuestrados vivían entre sus propios excrementos y rodeados de chinches, garrapatas y ratas.