Los lazos morados inundaron ayer la barriada de El Torrejón (Huelva). 200 personas los portaban en señal de rechazo a la sanción de 1.500 euros impuesta al juez Tirado por su dilación en encerrar a Santiago del Valle, presunto asesino de su vecina Mari Luz. Los padres de la niña exigen que se revise la multa para "contentar" a todo el país, receloso de la Justicia.
La tranquilidad y el dolor contenido marcaron la manifestación que ayer se vivió en la barriada onubense de El Torrejón, donde vivía la pequeña Mari Luz Cortés hasta que fue raptada y asesinada el pasado enero. Cerca de dos centenares de vecinos se concentraron de la Plaza de la Rosa para mostrar su rechazo a la sanción impuesta por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al juez de la Audiencia de Sevilla Rafael Tirado, encargado de ejecutar la sentencia de cárcel por abusos sexuales a su hija que pesaba sobre Santiago del Valle, el hombre detenido como presunto asesino de Mari Luz. El magistrado deberá pagar 1.500 euros, ya que el órgano de control de los jueces estimó que su fallo ha sido "grave" y no "muy grave", lo que le podía haber acarreado una multa mayor e incluso ser apartado durante años de la carrera judicial.
Entre lazos morados -símbolo de la lucha de la familia Cortés- y pancartas que se preguntaban "por qué la Justicia es injusta" y recordaban que si Tirado hubiese actuado con dilación, "Mari Luz podía seguir vida", una joven leyó un manifiesto en el que se pedía "justicia". Sólo unos cuantos gritos interrumpieron sus breves palabras, exigiendo una sanción mayor para el juez y la actuación "contundente" del Gobierno contra los jueces que retrasen la aplicación de las penas. La Subdelegación del Gobierno en Huelva, sin embargo, insistió en que la concentración fue "pacífica" y se cerró "sin incidentes".
Tras el acto, el padre de la niña asesinada, Juan José Cortés, atendió a los medios y afirmó que la protesta es "una muestra más de que los ciudadanos no están satisfechos con la Justicia y quieren que alguien garantice la igualdad para todos". "Debe revisarse la sanción para contentar a un país que empieza a no confiar en la Justicia", añadió. Además, Cortés -que estuvo acompañado por su esposa, Irene, que no suele acudir a este tipo de actos, y por su padre- insistió en que "no es lógico que tres jueces manchen la imagen de toda la Justicia", en alusión a los votos de los vocales conservadores del CGPJ que inclinaron la balanza (tres votos contra dos) y evitaron una mayor multa para Tirado.
La familia de Mari Luz apuntó que, por el momento, no tiene previsto convocar más movilizaciones ni otras medidas de protesta; su intención es convencer a Juan, el abuelo de la niña, de que no inicie la huelga de hambre "a muerte" que ha prometido ante las puertas del Congreso de los Diputados "para que otra vida más caiga sobre la conciencia del CGPJ".
