Cuando las guerrillas contra los franceses habían machacado el país y los pocos liberales que quedaban en Cádiz enarbolaban una Constitución henchida de libertades, el 19 de marzo de 1812, ni los intelectuales más entusiastas con aquel documento pionero al que apodaron La Pepa pudieron imaginar que tendrían que sufrir en breve, tras la vuelta del rey Fernando VII, otra dolorosa prórroga de absolutismo antes de poner en práctica esos nuevos valores constitucionales que osten-taban libertades inauditas como la de expresión o la de imprenta. Cuando surgió la posibilidad, en 1820, no fue en Cádiz ni en la Isla donde saltó la chispa. Ni siquiera en los ocho enclaves de España desde donde se intentó dar un golpe de estado desde 1814, como Valencia, Pamplona o La Coruña, sino en un pueblecito marismeño del sur de Sevilla: Las Cabezas de San Juan.
Fue el 1 de enero de 1820. El general Rafael del Riego, militar asturiano que había jurado la Constitución de Cádiz ocho años antes, se había hecho masón y malvivido por enfrentamientos en media Europa, contaba aquel día con un batallón destinado a embarcar hacia América para sofocar los levantamientos coloniales. Pero se apuntó a la teoría del golpe que circulaba entre los oficiales, se subió al balcón frontero al Consistorio cabeceño y dejó dicho para la historia: "Es de precisión para que España se salve que el rey Nuestro Señor jure la Ley constitucional de 1812, afirmación legítima y civil de los derechos y deberes de los españoles. ¡Viva la Constitución!".
Desde este pueblo sevillano, marcharon a Arcos de la Frontera, y luego por media Andalucía y Extremadura, en busca de apoyos y en medio de cierta indiferencia popular. "El éxito de la revolución de 1820 no debemos encontrarlo en la buena organización del golpe, sino en la extrema debilidad del régimen y en que los soldados esta vez obedecieron a sus jefes y oficiales", explica Francisco Domingo Román, historiador y profesor de Las Cabezas, un municipio que, dos siglos después de la proclamación de La Pepa en Cádiz, se ha apuntado a su celebración con el legítimo protagonismo de haber sido verdadera cuna desde donde surgió el Trienio Liberal y, por tanto, la posibilidad primera de poner en valor la primera Constitución. No en vano, las Cortes agradecieron su valentía en 1821 concediéndole el título de ciudad.
El Ayuntamiento de Las Cabezas podría haber esperado apara celebrar su efeméride, pero prefirió subirse al carro de La Pepa y desde hace más de dos años forma parte de la comisión para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, que presiden los Reyes de España y donde se integra el Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, la Junta de Andalucía y varios ayuntamientos como el de Cádiz, San Fernando o Chiclana. Tanto se han volcado los cabeceños con Las Cabezas 2012, que la Orquesta Joven del Bicentenario, formada por 40 músicos jóvenes de la provincia de Cádiz bajo la batuta del prestigioso director británico Michael Thomas, estrenó su gira el año pasado en la cabeceña parroquia de San Juan Bautista. El sábado día 21 ofrecieron otro concierto de cuerda que abrió el año del Bicentenario, esta vez dirigidos por el sevillano Alejandro Garrido.
Pero Las Cabezas, que aspira a salir de los fastos situada "como ciudad estratégica del sur de Andalucía", como dice su alcalde, Francisco José Toajas (PSOE), ha ido a por todas con un programa que la hermana con Cádiz. No sólo preparan una recreación especial del levantamiento para el fin de semana del 16 al 18 de marzo, con cientos de vecinos vestidos a la usanza decimonónica, sino también un partido de fútbol triangular con jugadores de Cádiz, San Fernando y Las Cabezas, proyectado para junio. Entretanto, ha habido y habrá cursos sobre voluntariado, igualdad, historia y patrimonio local; se ha diseñado una ruta divulgativa de los principales artículos constitucionales con azulejos repartidos por los jardines del pueblo; e incluso tratan de consolidar la llamada Ruta del Tapeo Constitucional. Hasta el próximo 24 de febrero, artistas de todo el país pueden presentar su trabajo al Concurso Nacional de Cómic sobre el Levantamiento del general Riego. "El concurso servirá para que Las Cabezas 2012 se conozca en todo el país", ha dicho la concejal de Cultura, Margaret Guerrero, "y como material didáctico en los colegios". En 2020, cuando se cumplan dos siglos del levantamiento, los alumnos de hoy serán la generación más versada en constitucionalismo.
