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218 millones de niños sufren explotación laboral en el mundo

Para más de 200 millones de menores en todo el mundo ser niños no es una tarea fácil. No van al colegio, ni ven dibujos animados por televisión. Su principal divertimento son unas maratonianas jornadas de durísimo trabajo.

el 15 sep 2009 / 16:13 h.

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Para más de 200 millones de menores en todo el mundo ser niños no es una tarea fácil. No van al colegio, ni ven dibujos animados por televisión. Su principal divertimento son unas maratonianas jornadas de durísimo trabajo.

Robin es un niño de 11 años de Bangladesh. Cada día debe levantarse a las 6 de la mañana, pero no para ir al colegio o para ver sus dibujos animados favoritos en televisión. Debe hacerlo para trabajar en una fábrica siderúrgica, haciendo soldaduras y cargando pesados objetos metálicos. Este empleo le ocupa ocho horas cada día. Y se puede considerar afortunado, porque dispone de tiempo para acudir a la escuela. Otros niños de su misma fábrica tienen que hacer jornadas de hasta 12 o14 horas para ganar no más de 30 euros al mes.

Como Robin hay en el mundo, fundamentalmente en países subdesarrollados, 218 millones de niños de entre 5 y 14 años explotados laboralmente, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este organismo de Naciones Unidas define la "explotación infantil" como "la actividad de producción desempeñada por niños menores de 15 años que afecta a su desarrollo o al disfrute de sus derechos".

Aproximadamente la mitad de los niños explotados trabaja en las consideradas "tareas más peligrosas". Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la esclavitud, la prostitución o el tráfico de drogas. Otros sectores laborales en los que predomina el trabajo infantil son la agricultura, la minería, la siderurgia y el servicio doméstico. Los empresarios que contratan niños, muchos de ellos pertenecientes a multinacionales, ponen como excusa que hay labores para las que éstos tienen más habilidades.

Por ejemplo, para coser piezas de cuero, extraer piedras en minas o pulir diamantes. Sin embargo, el verdadero motivo por el que se aprovechan del trabajo de los menores es porque éstos cobran hasta cinco veces menos que un adulto. Además, si tienen un accidente laboral (22.000 niños mueren al año a causa de ellos) no pondrán ninguna denuncia.

No es posible citar la causa de la existencia de la explotación infantil, porque son varias, estructurales y relacionadas entre sí. Los niños trabajan porque sus familias necesitan el dinero para subsistir (pobreza). También porque no tienen a la escuela como una alternativa atractiva (educación). O porque la sociedad ve el trabajo como algo natural en la infancia, e incita a los niños a emplearse (mentalidad).

Por el momento, aunque las cifras que maneja la OIT reflejan un descenso en la explotación infantil, los gobiernos no están poniendo muchos medios para combatirla, y hasta que eso ocurra no se podrá erradicar completamente. A pesar de que la OIT ha asumido dos convenios sobre la edad mínima de trabajar y sobre la prohibición de las peores formas de trabajo, todavía hay 20 países miembros que no los han firmado.

Para paliar algunos de los efectos de esta terrible violación de derechos solamente queda la labor de las organizaciones internacionales, que intentan rescatar de la explotación al mayor número posible de menores, para que el simple hecho de ser niños no suponga para ellos un duro trabajo.

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