La costa de Motril fue ayer el escenario de la tragedia de la inmigración. Una patera fue interceptada a unas 40 millas de la costa de la localidad, al oeste de la isla de Alborán, con un total de 41 personas a bordo, 23 mujeres, una de ellas embarazada, 14 hombres, y cuatro niños de entre dos y cinco años, según informaron fuentes del 112.
En principio todos los inmigrantes, de procedencia subsahariana, se encontraban en buen estado de salud, salvo una de las mujeres, que sufría quemaduras en los pies, probablemente por el contacto con la gasolina de la embarcación.
La patera fue localizada por un pesquero y después interceptada por Salvamento Marítimo en la mañana de ayer, llegando a puerto sobre las 15.00 horas, donde esperaban efectivos de la Cruz Roja, agentes de la Policía Local y Nacional, técnicos de la Delegación de Igualdad y Bienestar Social, y un asesor técnico del 112.
Los inmigrantes estaban muy nerviosos, lo que motivó una maniobra de rescate muy complicada por parte de los miembros de la embarcación "Salvamar Hamal" de Salvamento Marítimo, que iban acompañados por agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.
La Policía Nacional de Córdoba detuvo ayer a dos propietarios de una empresa de alimentación, de nacionalidad española y residentes en Córdoba, y al dueño de una cadena de restaurantes de comida paquistaní, por tener trabajando a inmigrantes ilegales sin contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social.
La situación en España de estos trabajadores era irregular, ya que carecían de permiso de residencia, así como de autorización para trabajar.
