Desde hace 25 años -realmente, hay que sumarles algunos más-, Utrera oferta a sus jóvenes una manera distinta de pasar los fines de semana y de concebir el tiempo libre. Entre sus 40.000 metros cuadrados de instalaciones, el colegio salesiano más antiguo de España dispone de pistas deportivas, salones y amplios recintos donde el aspecto lúdico y formativo se dan la mano.
Allá por 1978, y viendo la carencia que existía en la atención a los más desfavorecidos, esta comunidad religiosa decidió crear un oratorio festivo. Desde entonces, el germen asociativo se fue creando hasta que, en 1985, decidieron constituir una entidad por la que han pasado ya "miles" de personas.
"Si tenemos en cuenta que este año hay 400 chavales y 60 animadores -ésta es la forma en que los salesianos llaman a sus monitores-, sólo hay que imaginar la cantidad de jóvenes que han formado parte de Aldaba", comenta su presidenta, Elena Ojeda.
De aquel oratorio queda poco, porque el centro juvenil ha abierto sus puertas a cualquier persona, a partir de los 10 años. De 16.00 a 22.00 horas, cada viernes y sábado el colegio es un hervidero con la visita de los chavales que, según sus inquietudes, eligen de manera gratuita entre la amplia carta de actividades.
Como parte integrante de un centro religioso, Aldaba ofrece un apartado dedicado a la formación en la fe, pero siempre hay espacio para los aspectos lúdicos, que se desarrollan con campeonatos deportivos, juegos, talleres,... y todo ello sin olvidar sus campamentos de verano.
Esto último es uno de los motivos que impulsa a Javi a participar en el centro juvenil. "Me gusta mucho venir los fines de semana y estar con mis amigos, pero sobre todo los campamentos, donde puedo ver también a amigos míos de otros colegios", explica el chaval, mientras otra chica, Auxi, reconoce que "en mi casa o en la calle me aburro de hacer siempre lo mismo, y aquí se pueden hacer cosas nuevas y con más gente".
Seguro que Javi o Auxi, o alguno de los otros muchos jóvenes que disfrutan de Aldaba, acabarán siendo animadores, como lo es José Manuel Chávez desde hace ocho años. Él empezó yendo al centro juvenil en 1996 y, desde entonces, no concibe los fines de semana sin ir.
"Estar aquí es mi vocación, me gusta y no me cuesta trabajo hacerlo", reconoce.
Para celebrar estos 25 años, un encuentro con muchos de sus antiguos y actuales miembros sirvió de antesala a la gran fiesta que hoy acoge la plaza del Altozano, de 10.00 a 18.00 horas. Todos los chavales que lo deseen podrán disfrutar de muchas propuestas en una manera de adentrar aún más el centro juvenil en el tejido social de Utrera.