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28 años junto al Señor

Han sido los lazarillos del Gran Poder durante 28 Madrugadas. Rafael y José Ariza conocen bien el paso largo rachaeao del Señor de Sevilla. Han vivido momentos dulces y otros amargos como la caída de un dedo del nazareno en Sierpes.

el 14 sep 2009 / 23:51 h.

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Han sido los lazarillos del Gran Poder durante 28 Madrugadas. Rafael y José Ariza conocen bien el paso largo rachaeao del Señor de Sevilla. Han vivido momentos dulces y otros amargos como la caída de un dedo del nazareno en Sierpes. Anoche el Gran Poder les agradeció sus años de servicio.

Madrugada de 1976. El Señor enfila Sierpes y José Ariza llama al martillo. En la levantá, al Gran Poder se le desprende un dedo ante la sorpresa de todos. Es uno de los momentos más difíciles que recuerdan los hermanos Rafael y José Ariza de sus 28 años como capataces del Señor.

"Nunca lo olvidaré. Fue la Madrugada más amarga. No lo podía creer. No es muy agradable ver cómo se le cae un dedo en plena calle", relata José que se define como "un capataz más de Cristo que de Virgen", al contrario que su hermano.

Herederos de una saga de capataces de casta, los hermanos Ariza crearon la primera cuadrilla de hermanos costaleros nada más aterrizar en El Gran Poder en 1975. Pero, no llegaron de nuevos. Ya sabían de su juventud cómo sonaba el martillo del Señor, al ayudar a su abuelo y a su padre en las tareas de comandancia de los pasos.

Su abuelo, su padre, ellos y... sus hijos. Rafael, el hijo mayor de Rafael Ariza, ha crecido entre igualás y ensayos. A sus trece años tomó la alternativa en la Madrugada de 1983. Entonces se tenía que empinar para llegar al martillo. Rafael padre lo recordaba ayer con emoción: "Fue a petición del hermano mayor Rafael Duque del Castillo, quien apadrinó a mi hijo".

Y así fue como los Ariza fueron tejiendo sus vidas a la del Señor. Más de tres décadas guiando su zancada dan para mucho, aunque para ellos supo "a poco". Generaciones de costaleros han pasado por sus trabajaderas. Ayer muchos de ellos -algunos ya retirados- asistieron al homenaje en la basílica. Entre ellos, el actual hermanos mayor, Enrique Esquivias, que los definió como "capataces de la antigua escuela, herederos de una dinastía y dos caballeros delante y fuera de los pasos".

El andar de los Ariza creó escuela en el Gran Poder:"paso largo racheao con el izquierdo más largo". Algo que aseguran "no reconocer hoy en día". Desde 2002 otros hermanos, los Villanueva dirigen el caminar del Señor de Sevilla.

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