La Audiencia Nacional ha condenado al ex dirigente del GRAPO Fernando Silva Sande a 29 años de prisión por ordenar el asesinato del coronel Manuel López Muñoz el 15 de junio de 1990 en Valladolid, que ejecutó uno de los miembros del comando que él dirigía.
El tribunal que juzgó a Silva Sande el pasado 18 de diciembre le ha hallado culpable de un delito de atentado terrorista contra miembros de las Fuerzas Armadas con resultado de muerte, por lo que también le castiga a indemnizar a la familia del militar con 240.404,84 euros, de forma conjunta y solidaria, con los ya condenados por estos hechos. De acuerdo con la sentencia hecha pública ayer, Silva Sande era el responsable de un comando del GRAPO que integraban Guillermo Vázquez Bautista, María Jesús Romero Vega y Olga Oliveira Alonso -todos condenados por estos hechos-, a quienes comunicó que habría que atentar contra un miembro del Ejército en Valladolid si el Gobierno no reagrupaba a los grapos diseminados por cárceles españolas.
