La segunda embestida del fuego al monte almeriense en una semana ha puesto en peligro a 3 pueblos: Mojácar, Turre y Carboneras. Las llamas cercaron Mojácar y fueron evacuadas 3.000 personas. La Junta dijo ayer que el incendio estaba bajo control a mediodía, pero no autorizó el regreso de los desalojados hasta que se levantó el nivel 2 de alerta.
La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, repitió ayer el mismo viaje a Sierra Cabrera que hace una semana. Visitó la zona quemada de una hilera del monte almeriense salpicada por una docena de pueblos, todos dispuestos de forma escalonada en la falda de la montaña. Pero el fuego se le había adelantado. Llegó 24 horas antes, y cuando apareció la consejera, las llamas ya habían sacado de sus casas a 3.000 vecinos de Mojácar -medio pueblo- y 2.600 hectáreas de monte habían desaparecido.
Hace siete días otro incendio arrasó casi 5.000 hectáreas de matorral y obligó a desalojar a 300 personas de Turre y Mojácar. Este jueves volvió a arder la ladera, la cara oeste de la montaña que el Infoca había logrado salvar una semana atrás. Los golpes de viento de 80 kilómetros por hora precipitaron la salida de las urbanizaciones más alejadas de Mojácar. El fuego llegó hasta el cementerio y el humo se tragó el pueblo. Miles de evacuados pasaron la noche a la intemperie, tumbados en el paseo marítimo o en espacios habilitados. Los ayuntamientos de Garrucha y Vera abrieron un centro cultural y un pabellón de deportes para poder alojar a los evacuados.
A mediodía la consejera quiso dar un mensaje de tranquilidad y dijo que el incendio estaba "estabilizado" y que sería "controlado en pocas horas", pero seguidamente reconoció que el Infoca no había levantado el estado de alerta (nivel 2), porque aún quedaban "tres o cuatro" focos sin extinguir. El viento y el calor, que empujaron las llamas hasta Carboneras, podrían volver a prender el monte en cualquier momento.
Los huéspedes desalojados de hoteles de Mojácar y algunos residentes de la parte costera empezaron a volver por la mañana, pero la consejera no autorizó el regreso escalonado de todos los evacuados de Mojácar hasta pasadas las nueve de la noche. Con todo, a esa hora los focos sin extinguir seguían constituyendo un peligro latente, según el Infoca. Más de 650 personas continuaban ayer trabajando en la zona: 9 helicópteros, 7 aviones, 298 efectivos del Plan Infoca, 242 del Ejército y 17 vehículos de tierra.
El incendio más grave fue el que tenía cercado por todos los flancos al municipio de Mojácar, "que se quedó a las puertas de las casas", aunque no llegó a penetrar en el nucleo urbano. "Algunas viviendas se han visto afectadas, pero no hay ninguna totalmente calcinada", advirtió Castillo. La alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano (PP) anunció que pediría la declaración de "zona catastrófica" para su localidad y para Turre.
El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, anunció ayer que la Junta dará ayudas económicas a los ayuntamientos afectados por el incendio: Mojácar, Turre, Vera, Garrucha, Carboneras, Pulpí, Cuevas del Almanzora, Huércal-Overa, Antas, Los Gallardos, Bédar, Taberno y Lubrín. El fuego calcinó diez hectáreas de la localidad de Abla, pero no llegó a alcanzar la zona de Parque Natural de Sierra Nevada que pertenece a la provincia de Almería.
origen del fuego. Castillo dijo ayer que no conocía aún las causas del segundo incendio de Mojácar, pero descartó de plano que hubiese alguna relación con el primero. En cambio, el colectivo ecologista Salvemos Mojácar exigió una investigación acerca del incendio de Sierra Cabrera y sugirió que éste pudo haber sido provocado, ya que los terrenos quemados están en su mayor parte "protegidos y están sometidos a una fuerte presión urbanística".
