La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio
En manos de esta mujer menuda y afable pero corajuda (en el buen sentido) están la sanidad, la dependencia, las ayudas sociales o la lucha contra la violencia de género. Dirige algunos de los asuntos que más preocupan a los andaluces. Una hora y pico de charla no dan para todos los temas. Quiere recuperar la «cercanía» con la plantilla sanitaria y mejorar la eficacia de la sanidad, un sistema público que admite que se «desangra» pero que está convencida de que que es sostenible. Promete agilizar la dependencia sin querer dar falsas esperanzas porque los recortes presupuestarios están ahí, luchar contra ese repunte que hay en la violencia machista entre los más jóvenes y aún le quedan fuerzas para plantar cara a la ley del aborto, que aún no se cree que se vaya a aplicar.
¿Están las urgencias de los hospitales andaluces colapsadas? No. Se produjo lo que llamamos una alta frecuentación en las urgencias, sobre todo en el Hospital Virgen Macarena, pero no tanto por problemas de personal sino porque son unas urgencias con espacios muy reducidos. Hemos aplicado inmediatamente el plan que se activa cuando las entradas superan el 25% de lo habitual. Se han hecho 250 contratos, 64 en la provincia de Sevilla. En el Virgen Macarena lo que se hizo fue reordenar los espacios y la gente ha podido notar menos saturación. Estamos viendo si es necesario hacer obras para ampliar.
¿Es este un año especialmente difícil con la gripe A? No ha llegado a brote de epidemia ni siquiera. Ahora mismo los datos indican que están en 193 casos la tasa por cada 100.000 personas. Ha ido bajando. No ha llegado a los 300, a partir de lo que se habla de epidemia. Lo que pasa es que la sintomatología de la gripe este año ha sido agresiva y la gente se ha encontrado francamente mal.
Hay un malestar profundo en la plantilla sanitaria. Están quemados por los recortes. ¿Esto al final lo paga el paciente? El grado de satisfacción que tienen los usuarios de la sanidad pública andaluza es muy elevado. La gente sabe que tiene un buen sistema y valora sobre todo a los profesionales que le atienden. Los profesionales están notando la crisis también en sus bolsillos pero no está repercutiendo en cómo atienden a las personas. Quiero aprovechar para agradecer ese buen trabajo. Los profesionales están fastidiados por las condiciones laborales, es cierto. Sobre todo el personal eventual. Estas personas, en vez de ser despedidas, como hicieron en otras comunidades, se les puso al 75% del horario y se les bajó el 25% de los ingresos. El resto están como el resto de funcionarios, con el sueldo recortado desde hace dos años. Eso nos afecta a todos.
Los profesionales denuncian recortes muy duros. Tenemos 100.000 trabajadores en la sanidad pública. Somos conscientes. El compromiso de la presidenta de la Junta y de esta consejera es ir corrigiendo la situación en cuanto podamos.
Un ejemplo real: una enfermera que encadena diez contratos en seis meses. ¿Con esa precariedad no se resiente la calidad? Hemos ido ampliando el tiempo de contrato a los eventuales a los cuatro meses y nuestra idea es llegar a los seis meses. Hemos sacado la oferta de empleo público de 2013 y sacaremos la de 2014, siempre respetando la tasa de reposición, que solo nos permite llegar al 10%.
¿Logrará recuperar el diálogo con la plantilla sanitaria? Quiero cercanía, recoger propuestas de la gente. A veces las soluciones que se les ocurre a los profesionales no son más costosas y les dan más satisfacción. Tenemos que contar con la gente.
El relevo del gerente del SAS le ha abierto una crisis, con varias dimisiones. ¿Le sorprendió? Cuando hay cambios, los equipos se renuevan. Hoy lo llevamos unas personas y mañana otras. Yo aposté por una reorganización de los equipos. Cesé al gerente del SAS y creo que esto empieza a funcionar. Se ha gobernado en los últimos años con muchas dificultades presupuestarias y se ha hecho bien, pero quiero añadir un plus de hacer partícipes a los profesionales. Queremos recibir de ellos qué es lo que quieren y cómo lo harían. Esto no cuesta, no sube los presupuestos, y sin embargo a veces el que está en el terreno, el que está atendiendo, se le ocurren ideas que en los despachos no se nos ocurren.
¿Está el SAS excesivamente politizado? Los profesionales denuncian que hay demasiados cargos nombrados a dedo por los políticos y los tribunales, de momento, les dan la razón. Debo de reconocerle que las unidades de gestión clínica están obteniendo buenos resultados. Estamos evaluándolo y hay que cambiar cosas. Quizás hay que revisar el modelo que se utiliza para seleccionar a las personas. Esto lo vamos a ver con los gerentes de los hospitales. Los puestos de responsabilidad los deben ocupar los mejores y las personas con mayor liderazgo.
¿Están creciendo los tiempos de espera por los recortes? Andalucía sigue siendo la segunda con menor tiempo de espera después del País Vasco. Es un tema que tenemos que mejorar, porque existen las listas de espera, eso está claro. Estamos evaluándolo pero está dando buenos resultados analizar las listas de espera hospital por hospital y por especialidades. Hay que hacerlo más cercano del hospital. Hasta 2013 los hospitales andaluces mantienen los 48 días de tiempo medio de respuesta para intervenir los 71 procedimientos más importantes. Esto es la mitad de la media española, según datos del Ministerio. Estamos también por debajo de la media en los plazos para acudir a una primera consulta de especialista. En 44 días de media. Son 60 días a nivel nacional.Pero claro que nos preocupa. El grado de satisfacción de los andaluces respecto a su sanidad está en el 96% pero siempre cuando se le pregunta a la gente qué tema le preocupa aparecen las listas de espera y es un tema que somos conscientes de que tenemos que corregir.
El Ministerio de Hacienda dice que en la sanidad pública andaluza se han destruido 7.600 empleos en los dos últimos años.
No es cierto. El personal eventual no aparece en estas estadísticas. Todo el personal que no está en plantilla, fijo, no se contempla.
¿Y cuál es el dato real? Es que no se ha perdido personal. A esos 7.000 eventuales se les ha reducido sus horas de trabajo, eso sí es cierto. Tenemos una media mensual de 95.600 empleados en el SAS. Esto supone mantener el 98,68% el empleo público.
Otro dato: desde 2008, Andalucía ha recortado su presupuesto en sanidad en 1.264 millones de euros, según el Ministerio. Nosotros hemos reducido este año globalmente el presupuesto de la consejería un 1,9%. No es esa cifra.Hemos ajustado en todo. Pero para poder mantener la plantilla sin despidos hemos bajado mucho el gasto en farmacia, con las subastas de medicamentos, los genéricos, compramos a gran escala para reducir costes
¿Están en guerra con el Ministrerio de Sanidad? No crea que el diálogo es tan malo. En el Consejo Interterritorial cuando hay temas que creemos que mejoran el Sistema Nacional de Salud, los apoyamos. Pero hay otros en los que estamos totalmente en contra. Nos opusimos a limitar la reproducción asistida para las mujeres que estén solas o tengan otra opción sexual, no lo estamos aplicando. Nos oponemos al copago. Nos oponemos a que quienes salgan fuera de España pierdan la cartilla sanitaria cuando pierdan la residencia. Y hay algo básico en lo que estamos totalmente en contra, que es la más grave, porque el Gobierno ha acabado con la universalidad de la sanidad en este país.
¿Y qué significa eso? La gente no es consciente hasta que no le pasa. El otro día me contaba alguien que había estado en otra comunidad y se había tenido que pagar la sanidad porque no estaba asegurado. Sencillamente si te despiden, terminan todos tus paros, tus prestaciones, de pronto ya no estás asegurado y cada vez que vas al médico o te hospitalizas te pasan una factura. Imagine el panorama, te quedas sin trabajo, sin ingresos y tienes que pagar la sanidad. Eso no lo estamos aplicando. Son 30.000 personas en 2013 en esa situación que hemos atendido en Andalucía y ni siquiera saben que en otra comunidad habrían tenido que pagar. Son muchas personas. Ahora mismo todo lo que hacemos es ir tapando agujeros porque el sistema se desangra. Normalmente son los más frágiles los que no van a poder afrontar su asistencia sanitaria.
Volvamos a los datos. Andalucía está a la cola en gasto sanitario por habitante. Cuando hablamos del coste sanidad por persona en este país Andalucía, que no tiene ni mucho menos de los costes más altos, tiene la cartera de servicio mayor y está atendiendo a la gente de manera universal. ¿Sabe a quién le está subiendo el coste por persona? A Valencia, que está privatizando. Lo privado no es más barato, es un negocio. Ni vamos a cerrar centros de salud ni hospitales ni vamos a privatizar y vamos a mantener la universalidad del sistema. Nos vamos a ajustar todo lo que podamos para mantener nuestra sanidad porque el sistema es sostenible.
¿Está la dependencia en peligro? Se han producido recortes por parte del Gobierno de España que han significado un retroceso importante. Estamos en una situación muy complicada. Hemos recibido 314 millones de euros menos en dos años para la dependencia. Hemos pasado de estar financiando al 50%, a estar la Junta pagando el 72% y el Estado el 28%. Esta es la realidad. Hemos hecho un esfuerzo importante y hemos mantenido el presupuesto: 1.115 millones de euros.
¿Cuántos dependientes esperan su ayuda? ¿Les puede dar un plazo? No lo sé. Ahora mismo lo que vamos a hacer es revisar toda la gente que tenemos, ver los que pueden tener prestación y reorientar las prestaciones. Priorizaremos los casos más graves.
Los ayuntamientos denuncian graves retrasos en los pagos de los servicios de dependecia por parte de la Junta. Nuestra idea es agilizar al máximo posible los pagos. Queremos ponernos a 60 días. Ahora estamos en torno a los 90.
Es la peor cara de esta crisis, familias sin ingresos empujadas hacia la pobreza. ¿Qué cambios planean introducir en el plan de lucha contra la exclusión social? La gente lo que quiere no es un salario social, sino un trabajo. Ésa es la idea. Estamos trabajando lo más deprisa posible para vincular el ingreso mínimo de solidaridad (el llamado salario social) para reforzar el empleo. Todavía estamos negociando. Reforzaremos las ayudas a familias con hijos en situación de emergencia.
