El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, y el alcalde de Berrocal (Huelva), Juan Jesús Bermejo, mantuvieron ayer un encuentro informativo con los vecinos afectados por el incendio de Riotinto y Charcofrío acaecido en el año 2004. El consejero aseguró que gracias al trabajo conjunto de la Junta y el Gobierno central se han realizado trabajos de restauración sobre una superficie total de 30.385 hectáreas, para lo que se ha contado con un presupuesto de 77,6 millones de euros.
Los trabajos de restauración que aún se están llevando a cabo en las zonas afectadas de las provincias de Huelva y Sevilla se han completado prácticamente. Se encuentran al 97,2% de ejecución. Hasta la fecha se ha restaurado el total del monte público afectado por el incendio, en 16.310 hectáreas de terreno, además del total de superficie convenida con particulares cuyas fincas se vieron perjudicadas, que representan 14.525 hectáreas. En ambos casos se incluyeron tratamientos de mejora en parte de las 6.452 hectáreas que no resultaron quemadas por el incendio (islas verdes).
El consejero destacó la importante labor de coordinación que desplegaron las diferentes administraciones desde el primer momento para impulsar la restauración de los terrenos afectados por el incendio, en total 27.839 hectáreas de las provincias de Huelva y Sevilla; primero, en una fase inicial de actuaciones de emergencia en las que el Ministerio de Medio Ambiente realizó la parte más importante de su inversión y, posteriormente, en una segunda fase iniciada en 2005. Para la ejecución de ambas, se contó con un presupuesto de más de 77,6 millones de euros, correspondiendo a la Junta una inversión de 69,2 millones de euros y al Gobierno central 8,4 millones de euros. Como consecuencia de estos trabajos se generaron 658.241 jornales.
Durante la primera fase, que finalizó en 2006, se llevaron a cabo actuaciones de corrección hidrológica tanto en fincas particulares como públicas, así como tareas de eliminación de árboles quemados, principalmente pinos y eucaliptos. También se realizaron refuerzos de poblaciones de flora endémica afectada, como el helecho Osmunda regalis y el brezo del Andévalo, y además, como resultado de estos trabajos, un grupo de botánicos de la Universidad Pablo de Olavide halló en la zona quemada una población de Carex helodes, una especie ibero africana que se había dado por extinguida desde 1964 y hoy en día dicha población está balizada y protegida.
