Nació por accidente un 19 de junio de 1978, y desde el primer momento ya se supo que iba a ser problema: gordo, perezoso, cascarrabias, con un amor desmesurado hacia la lasaña y un odio ancestral por los lunes.
Ese era Garfield, un gato anaranjado con rayas que de los 45 periódicos nacionales en los que vio la luz ha pasado a ser una de las tiras más difundidas de la historia del medio, publicándose en 23 idiomas, 63 países y la friolera de ¡2.750 rotativos!; todo un récord para un personaje que estuvo a punto de ser un mosquito, ya que Jim Davies, su creador, desarrolló inicialmente una tira que con el título de Gnorm the Gnat, narraba las desventuras de un insecto que, afortunadamente, no gustaron mucho. Viendo que ningún periódico quería darle continuidad, Davies abandonó a este su primer personaje y comenzó a gestar la idea que finalmente se transformaría en Garfield.
Desde entonces, Davies ha trabajado incansablemente para que no haya habido un día en estos 31 años en los que Garfield no haya aparecido. Con un trazo que evoluciona rápidamente desde sus toscos inicios a las redondeces que todos conocemos (algo que se puede observar en el primer tomo de 15 editados por Planeta DeAgostini) Garfield es presentado junto a Jon, su dueño, ya desde la primera tira. A partir de ahí, varios serán los personajes que se conviertan en fijos pasado muy poco tiempo: Odie, el estúpido pero entrañable perro blanco de todas las trastadas imaginables; Pooky, el oso de peluche de Garfield; Arlene, su incomprendida novia y Nermal, un tierno y pequeño gatito que provocará más de una hilarante situación.
Editada en el mismo formato horizontal que Snoopy y Carlitos, con 324 páginas llenas de humor, carcajadas y simpatía a raudales, los 16,95 euros que suponen la compra de este volumen del inigualable gato Garfield son una inversión inmejorable.