El pasado 26 de enero el Virgen del Rocío afrontó uno de los mayores retos de su historia reciente. Ese día comenzó la operación del primer trasplante de cara en Andalucía, una intervención que sólo había sido realizada antes en ocho ocasiones y tres países, además de España: Francia, Estados Unidos y China.
El equipo que se disponía a realizarlo llevaba en guardia permanente desde septiembre de 2009, cuando el proceso fue autorizado por el Comité de Ética de Andalucía y el Ministerio de Sanidad. Ese día de enero, tras hallarse un donante adecuado, pudo realizarse el trasplante, que alcanzó cifras récord: duró más de 30 horas, en él participaron una veintena de servicios y un centenar de profesionales entre médicos y enfermeros, y se pusieron en práctica dos técnicas nunca usadas antes en estos casos: un sistema de recreación virtual en tres dimensiones del injerto y la conexión del rostro del donante, una vez extraído, en la vena femoral del paciente -mientras éste era operado- para que no sufriera daños por falta de riego sanguíneo y favorecer su adaptación.
La intervención no fue, ni mucho menos, extraer tejido de piel de un donante e injertarlo en el receptor, en Rafael. La enfermedad de éste le había atrofiado la visión del ojo derecho, que hubo que operar al mismo tiempo que se le extraía el rostro, y tenía dañados músculos y parte de algunos huesos, como el mentón, al que los médicos tuvieron que hacerle un añadido.
Junto a esto, la operación fijó el rostro a la estructura ósea, colocó en posición natural las glándulas salivares y sus conductos, se trasplantaron nervios y vasos sanguíneos.
Un año entrenando. Para realizar todo esto desfilaron por el quirófano todo tipo de especialistas: cirujanos plásticos, maxilofaciales, anestesistas, oftalmólogos, médicos residentes, profesionales de enfermería y un anaplastólogo, profesionales de cuidados críticos, radiología, inmunología, bioquímica, hematología, microbiología... el dispositivo de coordinación no tuvo precedentes en el Virgen del Rocío.
El equipo estuvo entrenándose durante todo un año con donantes cadáver para llevar a cabo ahora esta intervención, que también se valió de la simulación virtual en tres dimensiones.
Antes de proceder a la realización de la extracción del tejido a implantar y de la cirugía propiamente dicha, los profesionales realizaron pruebas virtuales de coincidencia de estructuras faciales del donante y del receptor mediante un software desarrollado por los médicos del propio hospital de recreación virtual en tres dimensiones -VirSSPA: Virtual Sistema Sanitario Público Andaluz-. Mediante esta herramienta informática el equipo médico confirmó la idoneidad del rostro y comprobó que los tejidos compuestos donados coincidían exactamente con la estructura facial de Rafael.
Varias semanas después de la operación, el 15 de marzo, Rafael pasó a planta del Virgen del Rocío. Estuvo cinco semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos y otra más en la Unidad de Quemados del hospital.
Fue en el caso de la Unidad de Quemados, un dispositivo intermedio entre la UCI y la planta de hospitalización convencional, donde se le practicaron distintos cuidados y terapias rehabilitadoras de las fases más agudas del periodo postrasplante, ya que, durante todo este tiempo, el equipo de Gómez Cía ha estado vigilando los posibles rechazos del facial. El paciente, de hecho, tendrá que tomar de por vida, como cualquier trasplantado, medicación inmosupresora para evitar que su organismo luche contra el tejido implantado.
