Un total de 300.000 ancianos españoles, aproximadamente el 5% de este colectivo, sufre algún tipo de maltrato. En la mayoría de los casos no denuncian por depender emocional o económicamente de su agresor. Uno de cada cinco homicidios de ancianos se produce en el seno de la familia.
Éstas son algunas de las conclusiones de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia organizadas ayer en Mallorca por la Sociedad Española y Balear de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC Y SBMFIC) con la colaboración del Instituto de Formación Novartis.
Según los expertos, el progresivo envejecimiento de la población contribuirá a que este problema "aumente aún más en los últimos años". El maltrato por negligencia, o por omisión de cuidados, es el más frecuente con un 49% de los casos, aunque también se producen abusos psíquicos (30%), sexuales y económicos (30%) y físicos, hasta un (25%).
El doctor Luis Aguilera, presidente de semFYC, señaló que "es fundamental seguir trabajando para que la violencia producida en el hogar "deje de ser un asunto privado". Por ello, recomendó cursos y talleres para los profesionales sanitarios con el fin de dar "una respuesta eficaz de abordaje e intervención" y, sobre todo, identificar un caso de maltrato a través de la entrevista clínica. "Se cree que sólo se detecta el 10-15 % del total de todos los casos existentes", afirmó Aguilera.
Factores de riesgo. Para evitar una situación de maltrato antes de que se produzca, es preciso conocer los factores de riesgo que presentan tanto el potencial maltratador como el futuro maltratado. En el caso de la persona mayor, las posibilidades de sufrir malos tratos aumentan a medida que empeora su deterioro físico y psíquico.
Otros factores importantes son los antecedentes familiares del mayor. Según el coordinador del Grupo de Atención al Mayor de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), el doctor Juan Manuel Espinosa en familias donde madres o padres han sido maltratadores, "con más frecuencia ellos mismos van a recibir posteriormente abusos". Por otra parte, el aislamiento social, relacionarse sólo y exclusivamente con el cuidador, "también elevan el riesgo de sufrir maltrato", explicó.