Más de 300 personas acudieron ayer desde Isla Mayor en tres autobuses y vehículos particulares para estar presentes en el entierro de su alcalde, Francisco Murcia (IU), que tuvo lugar en la tarde de ayer en Motril, su localidad natal.
Murcia, de 63 años, casado y padre de tres hijos, falleció el sábado de un infarto cerebral que sufrió el viernes precisamente en Motril, donde se encontraba de vacaciones. En 2003 fue elegido como alcalde, cargo que refrendó con mayoría absoluta en las elecciones del año pasado.
Antes del entierro en la tarde de ayer tuvo lugar una ceremonia religiosa en la iglesia Nuestra Señora de la Encarnación de la localidad motrileña. A la ceremonia acudieron tres autobuses fletados por el Consistorio, además de toda la corporación municipal y alcaldes de varios municipios, como Aznalcázar o Villamanrique de la Condesa, entre otros. También asistieron representantes de la Diputación de Sevilla y dirigentes provinciales de IU y PCA, partido al que pertenecía el fallecido.
El Ayuntamiento mantiene las banderas a media asta y ya hoy la Corporación decidirá los días de luto que se decreten y concretará el homenaje que se realice en el pueblo. La intención del Ayuntamiento es decretar tres días de luto y rendir algún tipo de homenaje en Isla Mayor, aunque no se ha decidido aún nada.
El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, mostró ayer su sorpresa por el fallecimiento de Murcia, tras lo que apuntó que, al margen de lo que se pueda acordar en la junta de portavoces del ente supramunicipal, a título personal hará un recuerdo especial del fallecido en el primer pleno de la Diputación. De él destacó que era "una persona muy entrañable en la que yo me veía reflejado en mi etapa como alcalde, pues estaba siempre en contacto con la gente".
