Al menos 33 personas murieron y otras 50 están desaparecidas por las lluvias que azotan a varias regiones del sur de China, entre ellas la zona devastada por el terremoto que en mayo causó 87.000 muertos, informó ayer la agencia oficial Xinhua.
En la zona arruinada por el terremoto de la provincia de Sichuan (suroeste), las tormentas de los últimos días causaron numerosos corrimientos de tierra, que dejaron 16 personas muertas y al menos 48 desaparecidas, destacaron las autoridades.
En el lugar, 1,3 millones de personas, muchas de ellas todavía viviendo en casas prefabricadas tras el seísmo, han sido golpeadas por el nuevo desastre natural, especialmente en la ciudad de Mianyang y sus alrededores.
Un portavoz del gobierno local señaló que al menos 18.000 personas en la zona necesitan ser evacuadas con urgencia. Las lluvias torrenciales, inundaciones y deslizamientos de tierra en la zona del seísmo han causado daños en más de 50.000 casas y acarreado pérdidas económicas de unos 235 millones de dólares, según los cálculos de las autoridades.
Por otro lado, en la provincia suroriental china de Cantón, el paso del tifón Hagupit, el de más poderoso que llega al país en una década, causó 17 muertos y dos desaparecidos en la ciudad de Yangjiang, según el gobierno local. Más de 1,5 millones de personas se vieron afectadas por el tifón, que destruyó el lugar a su paso.
