Andalucía es la tercera comunidad autónoma con más población en riesgo de exclusión social, por detrás de Canarias y Extremadura. En total 2,6 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que significa que el 29% de los hogares resiste con una renta inferior al 60% de la media nacional, según el informe Las cifras de pobreza y exclusión en España de cara a Europa 2020, elaborado por European Anti Poverty Network (EAPN), y presentado ayer por los sindicatos CCOO y UGT.
En ese universo de 2,6 millones de andaluces, hay casi un 5% (350.510) que padece un índice de pobreza aún menor, conocido como privación material severa. Las personas que se encuentran en esta situación de infrapobreza son las que declaran no poder permitirse cuatro de los nueve ítems definidos por la Comisión Europea: pagar el alquiler o la letra de un piso, mantener la casa adecuadamente caliente, afrontar gastos imprevistos, una comida de carne, pollo o pescado al menos tres veces a la semana, pagar unas vacaciones de una semana al año, un coche, una lavadora, un televisor en color y un teléfono (fijo o móvil).
El tercer medidor de exclusión social es el de la baja intensidad de trabajo en el hogar, que mide la relación entre el número de personas en edad de trabajar que hay en cada familia y el de los que efectivamente trabajan. Este desequilibrio se ha acrecentado en Andalucía debido a las elevadas cifras de desempleo, de manera que actualmente hay 634.673 hogares donde hay más miembros con edad de trabajar en paro que en activo.
En el estudio, el índice de exclusión de Europa es del 23%, y el de España del 23,4%, que ocupa el puesto 11 de los 27 países de la Unión Europea. Las diferencias entre comunidades dentro de España varían en más de 30 puntos porcentuales entre el mínimo y el máximo, con Navarra a la cabeza y Extremadura a la cola.
El informe también aborda las diferencias entre comunidades que generan altos niveles de bienestar, pero distribuido con una alta desigualdad, frente a otras regiones con rentas más bajas, cuya riqueza está distribuida de manera más uniforme. Hay comunidades con un nivel de renta muy similar, cuyos índices de pobreza difieren mucho entre sí. En el caso de Andalucía, el porcentaje de pobreza en relación a los umbrales autonómicos de renta baja nueve puntos (20,4%) respecto a la escala nacional.