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37º Congreso socialista. Zapatistas, chavistas y federales del PSOE

Si el PSOE fuera un califato, su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, gobernaría sobre un conglomerado de reinos taifas. Y el de Andalucía, con los 251 delegados al 37 Congreso Federal que se celebra este fin de semana, supone el mayor de dichos marquesados.

el 15 sep 2009 / 07:28 h.

Si el PSOE fuera un califato, su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, gobernaría sobre un conglomerado de reinos taifas. Y el de Andalucía, con los 251 delegados al 37 Congreso Federal que se celebra este fin de semana, supone el mayor de dichos marquesados, nada más y nada menos que el 26% de la cuota, sin mentar las especiales relaciones que los socialistas del Estado en su conjunto mantienen con los de Cataluña, ya que el PSC hace rancho y aparte desde mucho tiempo atrás.

La mayor baza que une a esos militantes andaluces es la figura de su actual secretario general, Rodríguez Zapatero, que el próximo día 23 cumplirá ocho años al frente del PSOE, desde que fuera elegido en el transcurso del trigésimo quinto congreso, tras derrotar a otros candidatos: a saber, José Bono, Rosa Díez y Matilde Fernández. En aquella ocasión, los compromisarios andaluces no llevaban escrito en sus papeletas el nombre del sucesor real de Felipe González, pero terminaron apoyándolo por descarte. Sin embargo, desde que durante aquel verano de 2000 se proclamó la nueva ejecutiva socialista con Manuel Chaves como presidente, el PSOE-A ha venido demostrando una lealtad manifiesta hacia ZP, a quien no le ha sido fácil cohabitar con determinados barones pero que vive un cierto idilio andaluz. Como en la vida y sobre todo en la política nada es eterno, quizá esa luna de miel pudiera romperse a la larga cuando su líder decida entregar el testigo: no antes de 2012, según todas las previsiones al día de la fecha.

En el PSOE andaluz, los zapatistas no coinciden necesariamente con los chavistas, valga la broma aunque ZP esté lejos del indigenismo de Chiapas y Chaves diste un mundo de su semi-homónimo de Venezuela. Pero los andaluces personalmente fieles al presidente del Gobierno siguen siendo durmientes que, por ahora, no buscan hacer sombra a los guardias de corps del presidente de la Junta. Pero están ahí afuera, como la verdad de los expedientes X.

Los socialistas, por lo común y a pesar de algunas trifulcas internas, desconfían lo suyo de los suicidios colectivos. Así que seguro que del congreso que hoy se clausura, por una vía o por otra, se le reconocerá al PSOE-A los servicios prestados. Sobre todo, en cuanto a su indudable condición de granero electoral, que conviene cuidar sobre todo ante el resultado de las últimas encuestas que, en época de vacas flacas, también adelgazan la popularidad del flamante realquilado de La Moncloa.

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