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4 años por obligar a prostituirse a rumanas, incluso enfermas

La Audiencia de Sevilla ha condenado a penas de hasta cuatro años de cárcel a cinco personas que trajeron a España a jóvenes rumanas con el engaño de un puesto de trabajo y las obligaron a prostituirse, a una de ellas estando tan enferma que los clientes desistieron de las relaciones sexuales.

el 15 sep 2009 / 05:39 h.

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La Audiencia de Sevilla ha condenado a penas de hasta cuatro años de cárcel a cinco personas que trajeron a España a jóvenes rumanas con el engaño de un puesto de trabajo y las obligaron a prostituirse, a una de ellas estando tan enferma que los clientes desistieron de las relaciones sexuales.

La sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso Efe, contiene la novedad de ordenar la clausura, durante cinco años, del pub "El Rey" de Salteras (Sevilla), donde se llevaron a cabo los hechos denunciados.

Según la sentencia, los acusados actuaron "de común acuerdo" y llevaron a cabo un "método frecuente para reclutar jóvenes destinadas a la prostitución", que era ofrecerles en Rumanía unas condiciones laborales "muy beneficiosas" en la hostelería que ocultaban la "poco atrayente realidad" de un trabajo "sórdido y degradante" en la prostitución.

La condena se dirige contra M.A.A., la española propietaria del local, contra el marroquí M.Z., que lo regentaba, contra un rumano que organizó el viaje y contra dos rumanas que controlaban a las chicas, si bien los jueces piden para estas últimas el indulto porque son conscientes "de las particulares circunstancias en las que se encontraban y la degradante situación en la que a su vez estaban inmersas".

La sentencia se basa en el testimonio de una rumana, que declaró como testigo protegido, a la que obligaron a prostituirse incluso un día en el que estaba tan enferma que los clientes "desistieron de mantener relaciones sexuales, al ver el estado en el que se encontraba".

Esta chica llegó a España el 30 de noviembre de 2003 con la oferta de trabajar como camarera en un bar, y cuando se instaló en "El Rey" fue informada por otras rumanas de que "no iba a trabajar como camarera sino que tendría que ejercer la prostitución".

Ya en el salón, una de las rumanas condenadas "le indicó que tenía que pagar el alojamiento y por lo tanto trabajar quisiera o no", por lo que le facilitó una lista de precios y le indicó como tenía que tratar con los clientes.

Por cada cliente que subían a la habitación, las chicas tenían que abonar a los responsables del local 12 euros, y el resto del dinero que ganaban, que según el tiempo oscilaba entre 40 y 120 euros, se quedaba en poder de la rumana condenada, explica la sentencia.

En el pub "El Rey" ejercían la prostitución mujeres de distintas nacionalidades, sobre todo rumanas, que a diferencia de sus compañeras eran alojadas "en habitaciones de reducidas dimensiones", y los dueños les facilitaban sábanas, preservativos y "controlaban el tiempo del servicio sexual", dice la sentencia.

En cuanto a las dos rumanas condenadas, recoge el fallo que controlaban a las chicas y las vigilaban, además de amenazarlas "con hacer daño a su familia" y decirles que "volverían en una maleta a Rumanía".

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