Cada año unos 40.000 adolescentes franceses intentan suicidarse, según el informe de 2007 divulgado por la Defensora de la Infancia, Dominique Versini, con motivo del Día Mundial de Defensa y Promoción de los Derechos de los Niños. El suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes de entre 15 y 25 años, después de los accidentes de tráfico, indicó Versini en el informe que entregó al presidente francés, Nicolas Sarkozy.
El número de adolescentes que se quitan la vida ha bajado, sin embargo, en los últimos años, de 966 en 1993 a 621 en 2004. Actualmente, se calcula que 900.000 adolescentes, de entre 11 y 18 años, viven con "gran sufrimiento" en Francia, es decir, el 15% de esta población, señala el informe.
Los signos reveladores de la difícil situación de esos jóvenes son los problemas de insomnio: Uno de cada cuatro adolescentes asegura que no duerme bien, mientras que uno de cada diez toma medicamentos para conciliar el sueño. Otros "síntomas" son el absentismo escolar o los trastornos alimentarios, como la bulimia y la anorexia.
