Cuatrocientos expresos de ETA –algunos con sus penas cumplidas, otros aún pendientes de juicio o absueltos de los cargos que se les imputan, según los organizadores– aseguraron ayer en un acto en Azpeitia que consideran “preciso” acercar a los presos de la banda a cárceles vascas porque hoy en día no pueden “participar en el proceso político abierto en Euskal Herria”. Argumentan que “el proceso que estamos llevando a cabo debe traer de vuelta a casa a todos los presos y huidos; es lo que entendemos como amnistía”.
Los exreclusos se reunieron en el frontón Izarraitz de dicha localidad guipuzcoana para solicitar dicho acercamiento como vía para facilitar la intervención en el “proceso político”, porque el colectivo “siempre ha tenido una actitud clara a favor de la solución”. Entre los presentes, José María Sagardui, Gatza; el histórico Periko Solabarria, la abogada Arantza Zulueta y el dirigente de la izquierda abertzale Joseba Permach.
“Se han tomado decisiones y realizado pasos unilaterales a favor de la solución del conflicto, pero los fundamentos y las consecuencias siguen ahí”, rezaba en un comunicado leído en euskera y en castellano.
Los exreclusos realizaron además un llamamiento a los ciudadanos para que secunden la manifestación que el 7 de enero recorrerá las calles de Bilbao a favor de los derechos de los reclusos de la banda.
Por su parte, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, afirmó que “no se van a producir excarcelaciones masivas” de presos de ETA “ni amnistías”. En una entrevista en la SER, Ares recordó que durante años ETA y su entorno ha sometido a sus presos a “la doble condena” que supone su pena por las actividades terroristas y no poder acogerse a beneficios penitenciarios.
