Deportes

50 años de un gran sueño

La casa de los sevillistas cumple 50 años. El esfuerzo y el empeño de Ramón Sánchez Pizjuán perduran en el tiempo albergando la memoria del equipo de Nervión medio siglo después. Llegan las bodas de oro del estadio en una época dorada del club. Un gran estadio para un gran equipo. Felicidades.

el 15 sep 2009 / 11:19 h.

La casa de los sevillistas cumple 50 años. El esfuerzo y el empeño de Ramón Sánchez Pizjuán perduran en el tiempo albergando la memoria del equipo de Nervión medio siglo después. Llegan las bodas de oro del estadio en una época dorada del club. Un gran estadio para un gran equipo. Felicidades.

Hoy hace exactamente 50 años que Ramón de Carranza inauguró el estadio Ramón Sánchez Pizjuán en un partido entre el Sevilla y el Jaén. Fue el primer encuentro que se disputó en un estadio proyectado y soñado 21 años antes, en 1937, por un hombre, Ramón Sánchez Pizjuán. Él fue quien compró los terrenos aledaños al que hasta entonces era el recinto sevillista, el estadio Nervión, que con apenas 30 años se había quedado ya pequeño para las aspiraciones del club.

El proyecto comienza a tomar forma en 1948, en la segunda etapa de la presidencia de Sánchez Pizjuán, y toma forma definitiva en 1954, cuando Manuel Muñoz Monasterio, el mismo arquitecto que había realizado el estadio Santiago Bernabéu, gana el concurso de diseños para el coliseo blanco y rojo.

Por fin, casi 20 años después del sueño, éste se ponía en marcha para hacerse realidad. El destino quiso que el insigne presidente nervionense, después de su esfuerzo por sacar adelante la obra, ni siquiera atisbara su creación. En octubre de 1956 la muerte le sobrevino.

El 2 de diciembre del mismo año, 36 días después de su muerte, se colocaba la primera piedra. Ramón de Carranza, su sucesor en el cargo, tomaba el relevo dispuesto a rematar la obra, como prometió sobre la tumba de Sánchez Pizjuán. Todos los problemas encontrados para sacar adelante el proyecto se fueron derribando paralelamente al crecimiento de las gradas que asomaban del nuevo estadio.

En un tiempo récord de 22 meses y seis días el Ramón Sánchez Pizjuán era una realidad. El 7 de septiembre de 1958, con empate a tres con el Jaén, se inaugura, aunque no como hoy lo conocemos. Nació con la tribuna de preferencia a medio terminar y sin la parte alta de los goles. Hubo que esperar hasta 1975, con Montes Cabeza en la presidencia, para ver el estadio alzado y cerrado totalmemente. Su capacidad alcanza entonces los 70.000 espectadores.

Un nuevo impulso tuvo el estadio en 1982. Con motivo del Mundial de España, el Sánchez Pizjuán incorpora la visera, el foso entre la grada y el campo y reduce su aforo a los 66.000 espectadores. En el Mundial, tras acoger a Brasil en la primera fase, el Sánchez Pizjuán vive uno de sus días de gloria con el Francia-Alemania de semifinales, considerado uno de los mejores partidos de la historia. Pocos años después, en 1986, tiene el honor de acoger ni más ni menos que una final de la Copa de Europa, la que perdió el Barcelona en los penaltis ante el Steaua de Bucarest.

La fisonomía que hoy muestra el estadio del Sevilla obedece a una última reforma debida a la ley de la UEFA de 1998, en la que obliga a que todos los asistentes estén sentados. El Ramón Sánchez Pizjuán actualmente tiene un aforo de 45.500 espectadores.

Realmente, el Sánchez Pizjuán no ha vibrado con grandes encuentros de su equipo hasta el siglo XXI. La 'Bombonera' de Nervión nació en 1958, una década después del último título de Copa del siglo XX, en 1948. Pero a partir de entonces las vitrinas del recinto blanquirrojo no pudieron lucir muchos más trofeos de relumbrón e incluso se convirtió en campo de Segunda en varias ocasiones. Tanto es así que los partidos más importantes acogidos por el estadio fueron internacionales, como el Mundial de 1982 o como la citada Copa de Europa de 1986.

Las noches más recordadas en las gradas de la 'Bombonera' eran, hasta la entrada del club en su segunda centena de existencia, algunos encuentros europeos de la UEFA (como el del PAOK de 1982), pero nunca en rondas avanzadas ni definitivas.

Pero todo ha cambiado a partir del siglo XXI. Semifinales de la Copa del Rey, partidos de calibre en la Liga y, sobre todo, dos semifinales de la Copa de la UEFA. Para el recuerdo tendrá por siempre el Ramón Sánchez Pizjuán la noche del jueves de Feria de 2006. La mayor felicidad que han sentido las entrañas de la casa de los sevillistas. El responsable del mejor momento vivido en el estadio también es protagonista del más triste de sus 50 años. En su césped, en su campo, cayó fulminado Antonio Puerta. Tristeza y felicidad, historia viva.

  • 1