Cultura

50 años del Tesoro del Carambolo: una exposición de las que hacen Historia

En el Museo Arqueológico se retratan los orígenes más remotos de Sevilla como nunca se había hecho hasta ahora. La muestra estará en cartel hasta el 10 de enero.

el 02 oct 2009 / 21:05 h.

Didáctica, preciosista, delicada, misteriosa y atractiva a más no poder. El cronista pierde la objetividad pero da fe de lo que se acaba de inaugurar en el Museo Arqueológico: una exposición sobre nuestros fundamentos como sociedad que bien merece una visita. 

Y encima, gratis. La muestra El Carambolo. 50 años de un tesoro es en sí misma un tesoro, el mejor tributo que se le podía brindar a nuestros antepasados más remotos y, de paso, a investigadores como Carriazo, Blanco Freijeiro, Kukhan y Pellicer, entre otros, por parte de dos apasionados del Carambolo y la civilización tartésica: los también profesores de la Universidad de Sevilla José Luis Escacena y Fernando Amores, comisarios de la muestra (aunque en ella ha colaborado buena parte del departamento de Prehistoria y Arqueología, como su directora, María Luisa de la Bandera).

La Hispalense, a la que tanto trabajo le ha costado abrochar un programa de fastos (el año pasado hubo un congreso también de nivel) tan completo y caro, y más en época de crisis, ha estado a la altura de lo que se esperaba de ella en este 50 aniversario del hallazgo del Tesoro del Carambolo.

Sus compañeros de inversión (la Junta, el Ayuntamiento y Cajasol) han alumbrado una muestra ideada para el gran público, para disfrutar degustándola sin palabras que asusten."Ésta es la mejor forma de poner en valor el Tesoro del Carambolo", decía ayer un exultante Fernando Amores.

Ubicada en las recién renovadas salas de exposiciones temporales del museo, El Carambolo. 50 años de un tesoro puede visitarse hasta el 10 de enero, siendo posible participar en una actividad didáctica para escolares y familias los miércoles, jueves y domingos concertando una cita en el teléfono 653 337 775.

Los que acudan, con o sin visita guiada, se sumergirán en un paseo por aquella Spal a la que tanto ayudaron a evolucionar aquellos excelentes navegantes y mejores comerciantes que fueron los fenicios, para los que no pasó desapercibido ese promontorio propenso a inundarse en el que convivían los miembros de lo que se ha convenido en llamar civilización tartésica.

La estrella de la exposición es el Tesoro del Carambolo. Pero casi tan relevante lo es el modo en que los comisarios se han servido de dos réplicas del ajuar (también en oro) para representar las dos tesis existentes sobre el uso del mismo: la que dio Juan de Mata Carriazo a fines de los 50, cuando investigó por primera vez el hallazgo (la de un tesoro digno de un monarca como Argantonio), y la que dan los profesores Escacena y Amores, que concuerda con el uso religioso que desde esta década -a raíz de las últimas excavaciones realizadas por Álvaro Fernández Flores y Araceli Rodríguez Azogue- se sabe que tuvo el cerro del Carambolo allá en Camas, donde todo comenzaba..

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