La Consejería de Salud ha comenzado a adjudicar las 75 nuevas farmacias de la provincia de Sevilla en el primer concurso público convocado para estos establecimientos tras la aprobación en 2007 de la Ley de Farmacias de Andalucía, recurrida por el PP ante el Constitucional, y que pone fin a cinco años sin nuevas boticas. 544 licenciados sevillanos optan a alguna de estas nuevas farmacias, que se reparten entre 38 municipios de la provincia, la mayoría de la Gran Sevilla.
Es la primera vez que la adjudicación de farmacias se realiza por concurso público en Andalucía, un concurso dividido en tres fases ya que en la primera tendrán preferencia los boticarios que lleven más de diez años en farmacias rurales y quieran cambiar de destino, para los que se reservan el 20% de las 312 oficinas de farmacia ofertadas en toda Andalucía (60). En la segunda fase podrán concurrir todos los actuales propietarios de farmacias, cualquiera que sea su ubicación, que quieran cambiar y ya la tercera fase estará abierta a licenciados que nunca han tenido una botica (Salud prevé que para esta última fase queden por adjudicar unas 60 oficinas en toda Andalucía).
Al concurso, que acumula dos años de retraso ya que se anunció para el último trimestre de 2009 con la idea de que antes de verano de 2011 ya estuvieran abiertas las nuevas farmacias, se han presentado 2.841 solicitudes, 544 de Sevilla. Del total, 243 corresponden a farmacéuticos que ya tienen una botica (115 en Andalucía y 128 en otras comunidades). El perfil mayoritario de los aspirantes es el de mujeres (72,6%) de entre 30 y 50 años. Hay 781 solicitudes procedentes de boticarios de fuera de Andalucía y 38 presentadas por varios farmacéuticos que se han unido para concurrir. La ley obliga a reservar un cupo de las farmacias que se adjudiquen para discapacitados. Este cupo es de 12 boticas y aspiran a ellas 84 personas.
El reparto de las nuevas oficinas prima aquellos municipios que en los últimos años han multiplicado su población. Así, Dos Hermanas contará con 14 nuevas farmacias (la mitad en Montequinto) y La Rinconada y Alcalá de Guadaíra con siete cada uno. Pero también se crearán boticas en pequeñas pedanías de más de 400 vecinos que con la anterior normativa no tenían derecho a contar con una. Es el caso del poblado de Alfonso XIII en Isla Mayor; El Aral en La Algaba; Clavinque en Mairena del Alcor; o Pinzón y Guadalema de los Quinteros en Utrera. En total, en la Gran Sevilla se abrirán 61 de las 75 nuevas boticas de la provincia, concretamente en 24 de los 45 municipios que componen esta corona metropolitana.
Ratio. En la provincia de Sevilla hay actualmente unas 800 farmacias (3.550 en Andalucía), de las que 199 se ubican en los municipios de la corona metropolitana, lo que supone una ratio aproximada de una farmacia por cada casi 2.500 habitantes que se dispara hasta 3.800 en el caso de la Gran Sevilla. En ambos casos, la cifra está por encima de la media nacional (una farmacia por cada 2.300 habitantes) y de las recomendaciones de las organizaciones farmacéuticas y sanitarias (una oficina por cada 2.000 o 2.100 vecinos). La excepción es la capital, donde hay una farmacia por cada 1.700 personas. De ahí que en el concurso no se oferte ninguna nueva botica en Sevilla, como sí ocurre con otras capitales como Córdoba (cinco), Jaén o Almería (una en cada una).
Las nuevas 75 farmacias rebajarán esta ratio pero no alcanzarán los niveles recomendados. La población del área metropolitana sigue creciendo y los cálculos de Salud cuando anunció el concurso allá por 2008 ya se quedaron cortos. Entonces, los colegios de farmacéuticos y la patronal del sector ya estimó que harían falta casi cien boticas más de las ofertadas en Gran Sevilla.
En la primera fase, exclusiva para boticarios que llevan más de diez años en farmacias de municipios de menos de 10.000 habitantes y quieren optar a otro destino, se han adjudicado 57 de las 312 nuevas farmacias andaluzas, por lo que esta fase se mantendrá abierta hasta completar las 60 previstas. En Sevilla, se han adjudicado seis: una de las tres ofertadas en Espartinas, dos de las tres de Bormujos, una de las siete de La Rinconada, una de las dos de Los Palacios y la de Villanueva del Ariscal.
El sistema de concurso público implantado por la Ley de Farmacia de Andalucía contó en su día con el rechazo la oposición -el PSOE sacó la norma en solitario en el Parlamento- y del sector. La patronal y las farmacéuticos valoraron que la norma acabase con una vacío legal -Andalucía fue la última comunidad en legislar sobre este sector- y que se planificara la distribución de farmacias en función de la población y no del libre mercado. Pero expresaron su rechazo al sistema de concurso público elegido y a las injerencias de la Junta en los traspasos.
La norma exige registrar la oferta de traspaso con su precio público y regula el baremo para las ofertas, y en el caso de las transmisiones familiares de padres a hijos solo permite una. El PP recurrió por este aspecto la norma al Constitucional, que admitió el recurso a trámite pero no dictó la suspensión cautelar y aún no se ha pronunciado. Al no decretarse medidas cautelares, el Gobierno andaluz siguió adelante con el concurso público aunque con gran retraso. De hecho, preveía crear 500 nuevas farmacias en cinco años y acaba de empezar el proceso para adjudicar las 312 primeras.